miércoles, 28 de febrero de 2018

Tiempo ha que no completo otra cuartilla con otro tema que no seas vos

















Mi queridísima Señora,

Y este ha sido otro día repleto de la suntuosa ilusión de un mañana juntos, fantasía que tiene su Cabo Kennedy en el próximo 2 de agosto cuando – Dios mediante – por fin encuentres estos textos, entre volúmenes y miradas. Sábado, domingo, lunes y martes: ningún pensamiento podrá menguar la ansiedad que experimento  por ver en tus manos el paquete que te dejaré.
Sábado 30 de julio, 16 hs_Aquí sigo esperando a que algún día te apresures a estos heridos pasos y me estuvieras esperando: donde suelo dibujar, donde trabajo… ¿Y cómo te declararé mi amor entonces? ¿Qué te diré? La calle Toro se vuelve desesperante cuando pasan los días sin tus apariciones, como las de un Santo que se manifiesta ante los fieles. ¿Te darás cuenta de la importancia arraigada en el día 2 de agosto?
23 hs_El calor agobiante, la hucha en forma de motocicleta. Voces joviales que parecerían gritar un gol. Estoy a punto de salir para visitar a un viejo amigo; pedí tres deseos antes: el primero es que no estés junto a él. Respecto a ello mis memorias no cierran en un círculo perfecto para defender que ustedes fueran pareja, o para explicarme que lo amaras.
Domingo 31 de julio, 2016_Faltan nada más que dos días. El calor del fin de semana nos obliga a estar atentos a los salmantinos que cuidan plantas, y nos tenemos invernadero. Por las noches airearlas en el balcón y entrarlas a mediados de la mañana. ¿Cómo volverá tu corazón de las vacaciones? ¿Un servidor habrá dejado de ser el afectivo Minotauro que trotaba por los laberintos de tu mente amatoria? En todo este tiempo tú no has dejado de ser la aneja tierra que lindaba íntimamente con el escrupuloso mundo de mis sentimientos.
22.30 hs_Mañana se cumplirán 17 días desde que no sé de ti. Solamente el parecido con tu manera de andar que diferencié en una oriental, la estúpida emoción que me da un mireia, cuando aparece la Belmonte en cualquier lado, o mencionarte como quien no quiere la cosa cuando converso con un amigo… salvo todo eso nada sé de ti. Dios no trae a mi vida novedades tuyas desde hace todo ese tiempo. Pensar que alguien puede vivir en tu corazón con la misma vehemencia que tú en el mío trepida patológicamente las estructuras de mi ilusión. Sin embargo, firme al timón con el plan de llevar hasta ti un regalo para conmemorar que hayan pasado dos años desde que volví a verte. Tiempo ha que no completo otra cuartilla con otro tema que no seas vos. Será que la ansiedad hace que sólo pueda centrarme en la realidad de tu ausencia.
1ero de agosto, 6.50am_ Será al mediodía. Mañana se cumplirán 2 años desde que volví a verte. Ya escribimos que fue un día luminoso, propio de los veranos; el cielo despejado nos avisa que hoy será un día parecido.
6.50pm_En menos de lo que dura un día iré a buscarte. ¡Cuántas cosas han pasado en este año y medio! Y cuantos sueños, literalmente, hemos cumplido. Tu amor ha despertado la clarividencia en mis sueños. Prácticamente, mis sueños profetizan lo que podría suceder: el significado de tu nombre, cuando te acercaste hasta mí… cuando me miraste nuevamente. Esta noche dormiré igual que si mañana hiciera un viaje en avión. ¿Estarás ahí? ¿Me mirarás a los ojos?
22hs_Los románticos consorcios de Salamanca bajan sus persianas hasta el albor de la próxima jornada trabajadora. El cansancio ha vencido la fuerza centrífuga de estas extrañas cursivas. Me dormiré pidiendo que mañana estas cursivas lleguen a tus manos.





sábado, 24 de febrero de 2018

Comienza el 4to cuaderno de Rummenigge




























Eres, en un solo
instante, la historia
de todos los amores
que fueron… Y los que no
pudieron ser.

24/7/2016





Miércoles 27 de julio, 6am

Queridísima mía,

En horas intempestivas de finales de julio doy comienzo a la amadora tarea de rellenar estos confiables rengloncitos, orquestados paralelamente con añoranzas, reminiscencias y sueños cimentados en tu existencia. Ayer he terminado de envolver el cuaderno pasado en limpio que pienso dejarte el 2 de agosto, en donde tú lo puedas hallar. Y únicamente pienso y pienso para mí mismo: ¡Ojalá que le guste! Es curiosa la manera en que uno se pone a recordar canciones sin haber pensado en ellas. Quizás es solo porque la mente quiere pensar. por ponerte un ejemplo, hay un rumano con acordeón en Anaya, y a veces lo toca con una fealdad inmensa. A lo mejor sólo me suceda a mí, pero hay veces que me la paso recordando la única nota que interpreta cuando le paso por al lado.
De la misma forma, pero con mayor elegancia, The painter se reproduce en la mobiliaria caverna de mi recuerdo desde que abrí los ojos. Así que, como verás, hoy compartes mi pensamiento con Young.
22 hs_Y ha sucedido el milagro: continué la escritura de esta madrugada con una meditación que acompañé de música clásica. En esos minutos de relajación, reflexioné acerca de los casos fortuitos y su relación con nuestros actos generosos. En tales meditaciones nuestra consciencia suele ampliarse hasta un nivel más de sabiduría. Y entonces llegó a mí una revelación que contestó así a mi curiosidad:


Aquellas cosas que hicimos para sembrar amor en los otros
Dios las usa para crear una felicidad en nuestro futuro.


Casi de inmediato apagué la radio y me dormí. Entonces soñé contigo. Nos decíamos te quiero. Luego nos besábamos igual que si fuéramos 2 personas que llevan mucho de ser pareja. Repetíamos la escena 3 o 4 veces. Con toda dulzura pude evitar que un teléfono antiguo se cayera sobre tu falda…
28 de julio, 2016_Los almendros crecen espontáneamente bajo la noche estrellada de Salamanca. Aunque salí a buscarte no te encontré cerca de aquí. No estarás rodeada de incidentes ni directivos. Quizás te estés lamentando de que sean los últimos días de alguna playa española. Tu servidor está al borde de las lágrimas, pues pienso ininterrumpidamente si el 2 de agosto hallarás tú el paquete que envuelve las 130 din A4 que rellené con tus descripciones a lo largo de este año y medio. Tu presencia es lo único que me mantiene alejado de mis resentimientos, y cuando no estás quedas patente en mis soledades. Eres mi mayor razón para continuar adelante. Mi esperanza y mi refugio. Mi jedyna… mi todo.

Viernes 29 de julio, 9 am_Y aquí comienza otro día, mi bien, de la agonía disimulada que me causará la incertidumbre de pensar si acaso el martes nuestro Señor sonreirá en los curiosos caminos de mi vida y te guíe a vos para que puedas hallar el significativo presente que te dejaré en un improvisado recoveco de tu lugar.
Un cafecito del Borgo, un mini paseo por la ciudad, en el cual pispié el camino de tus pasos para ver si tus huellas me daban una bendita señal de tu anhelado regreso. sin embargo, ninguna marca, ninguna matrícula, cifró una imagen para contarme que has vuelto. Desde que te amé de nuevo esta vida solamente se hace posible gracias al azorado desarrollo de una escritura amateur, centrada únicamente en las poetizadas reminiscencias que te guionizan como actriz principal.
Como una tortura del conocimiento, sé que estás lejos. Antaño, si me acercaba a tu aposento, se encendía en mi corazón como una energía de felicidad, igual que si este loco fuese un detector de metales aproximándose al suelo que entierra el oro. Y comienza entonces a titilar. Mas ahora la señal en mi corazón es débil, como si se hubiera disuelto aquella química apasionada que antes existía entre nosotros dos.







miércoles, 21 de febrero de 2018

El día de hoy se conformó por un sube y baja de melancolías que han sublimado una y otra vez los versos que vindicaban tu falta



 
Mi queridísima Señora,

Dejémonos de esperas, de protocolos inservibles: hablémonos para amarnos con ímpetu. 5 hojas faltan para terminar este cuaderno. Te lo daré el día en que se cumplan 2 años desde que volví a verte. ¿Qué habrán logrado estas disimuladas entregas?¿Habrán conseguido su propósito? Que cada día 2 esperes encontrar un presente, que cada día 2 resurja en tu corazón la expectativa, ante la posibilidad de que un servidor vaya en tu búsqueda. En cuanto a mí, cada día que pasa tu ausencia se nota con más fuerza. Ya no puedo apartarte de mis pensamientos. Cuando regreses faltarán los 30 días de agosto para que cuele otra de tus brutales desapariciones, que interpretarás como Houdinni.
18 de julio, medianoche_El día de hoy se conformó por un sube y baja de melancolías que han sublimado una y otra vez los versos que vindicaban tu falta. Rondando el mediodía, se me espiantó una lágrima, como dice el tango. Conforme el Sol se desplazaba hacia el horizonte bajo, te nombre en una seguidilla de suspiros. Al atardecer, fui a esperarte a un banco de concreto. Pero entre la gente infinita ninguna persona se ha convertido en ti. Y ahora, mi amor, en compañía de los almendros, me pregunto cuántos días faltarán para volver a contemplar esos cabellos tan vivos. Tu faz compuesta de células joviales.
19 de julio, 2016_En forma de sombra, Albur se duplica encima de la cortina. Entretanto, el Renacido y Milagro ya tienen su reflejo en el cristal de la ventana. Afuera parecería que la Luna caminó hacia la Tierra mientras dormíamos, se ve más grande. Las 6 menos 20 de la madrugada se exclaman en el reloj a cuerda que me regaló mamá. Y desde que abrí los ojos, mi bien, no he parado de pensar en ti. ¿Me echarás de menos? No lo sé. E igual que aquella Luna en el cielo, yo estoy clavado en esta soledad.
Antes de dormir pensé en un poema con las cosillas de la noche; el cielo obscuro o las estrellas esplendiendo: todo circulaba en ti. Como la Luna, las farolas de la Chinchibarra brillaron toda la noche. Me haces muchísima falta. Si no estoy cerca tuyo, no tiene sentido adjetivar cuanto existe. Ya que todo cuanto existe eres tú. Desde ti, se ha vuelto una traición versar del día o de la noche. Mi único interés es centrarme en la falta que me haces. Jedyna. Conjeturar tu día a día. O suponer cuándo volverás. Buscar una sola prueba de que me quieras o de que me hayas querido, para poder así seguir viviendo. Construir castillos en el aire llenos de ti.
Día siguiente, 10.20pm_Así se termina, Dueña mía, otro miércoles repleto de pensamientos que te nombran. Antes de ir a dormir, Señora, aproximo la pluma sobre estos cuadernillos de continuos rayados homogéneos, para así perpetuar el testimonio leal de que esta tarde, luego de muchos días, he vuelto a soñar contigo.
Igual que en otros días llevabas el cabello recogido. Estabas en el lugar de siempre, pero a tu alrededor había como monitoreos, varias manualidades a las que dedicabas un minuto de trabajo a cada una; también tenías puesto un audífono y un micrófono, como si fueras una teleoperadora. Sin embargo en tu cara había algo diferente. El cutis tenía las cicatrices del paso del tiempo, como si hubieras padecido el acné y te quedaran los pocitos. Estabas muy seria. Y no te alegrabas de verme.
Y así se van acabando, queridísima mía, las hojas vacías de este 3er cuadernillo, en cuyos folios se ha ido apuntando tácitamente vuestro nombre. No pasé mejores años de ilusión que estos dos últimos. Te quise desde el primer instante en que te vi, 10 años atrás. Pero el generoso albur del Destino, que cruzó nuestros caminos una vez más, solidificó vuestra maravillosa existencia en mi alma, mi mente y en mi corazón. Faltan pocos días para que intente dejar este cuadernillo en un lugar donde vos puedas encontrarlo. ¿Dios estará de buen humor esa mañana, tanto como para que tú y yo coincidamos bajo la tutela de un mismo techo? ¿O hará esa entrega imposible, tal como lo ha hecho en otros días 2? Sólo sé que cada día que pasa es otro recorrido impecable por el itinerario absoluto de los recuerdos de tu existencia. Y en cada mujer que miro estoy buscando un detalle que me recuerde a ti; su manera de caminar, las pecas en sus brazos… el timbre de su voz, en su indumentaria los colores fuertes de tu ropa; en sus escotes la frescura de tus pechos blancos. Muchacha pechos de miel.
22 de julio, 9 de la noche_Y aquí se termina, mi bien, la última hoja del tercer cuaderno que se dedica a llenar párrafos íntegramente con las evocaciones de tu existencia. Fue un año y medio. Si lo encuentras, tengo un mensaje para ti: Ven a buscarme. Una sola de tus miradas me bastará para saber que me brindas tu corazón, vida mía. Siempre te quise. Y reenamorarme de ti iluminó mis caminos. Cada segundo que pasé cerca tuyo estuve aguardando tu aparición excelente. Pero con el paso de los días aquella añoranza se desdobló a todos y cada uno de los momentos de mi vida. Así encomiendo este cuaderno a las manos de nuestro Creador, para que –en Su infinita sabiduría- lo alcance a tus manos blancas, el día 2 de agosto del año 2016.

Te pertenezco, Dnld







domingo, 18 de febrero de 2018

Creí que te acercabas, pero en la cruda proximidad vuestra imagen se convirtió en otra mujer


























3 de julio_El Sol ya se adueñó de las ventanas más altas de los consorcios subtormesinos. Algunos pardales festejan la quietud de otra mañana que espabila con su gorjeo ceremonioso y alegre. Los 3 almendros continúan con su tranquilo ascenso hacia los cielos rasos. Tras su supervivencia milagrosa, 6 ó 7 flores de violetas honran tu nombre, Señora mía, exteriorizando una belleza naif. Todo esto sucede en el primer domingo de julio, por la ventana de mi cuarto, en Paseo de los Nogales número 7.
7 de julio, 2016_Violetas y alicios desempeñan un responsable modelaje bajo el transcurso de una tormenta nómada, aquí en la tierra subtormesina. Hoy será el décimo día en que mis ojos no tendrán la bendición de tu existencia.
8 de julio_Finalmente, ayer te vi, radiante y hermosa como era de esperar. Caleidoscopio. No has demostrado nada, sólo que algo te causa mi presencia, ya que ni bien me acerco a vos sales corriendo como si te perdiera el tren. Eres cual las mariposas de mi Quilmes. Se posaban a beber néctar en alguna madreselva, y cuando uno estaba a punto de cogerlas, volaban.
Caerá martes. Un caballero intenta hacer cada detalle lo más especial que pueda. Es por eso que estoy apresurando la cabalgata de estas cursivas a tinta azul sobre los renglones reglados, para que el 2 de agosto pueda llevarte este cuaderno. No tendré la valentía de dártelo en mano. Uno ha de respetar también sus imperfecciones y miedos. Temo terriblemente que pertenezcas a otro tal y como yo a ti. Ayer te vi, mi Señora, pero también se repitió otra presencia. Y no he notado en tus ojos el mismo entusiasmo con los que antaño me miraban, para que me confieses que todavía me esperas. Ni tu mirada, ni tus mejillas que se sonrojan, ni tampoco hubo en tus gestos ninguna sonrisa disimulada. Solamente las palabras justas y necesarias. Tan solo la fe me hace proseguir por este camino de incertidumbres y dudas, que pareciera un frágil y dulce puente de cuerdas que me cruza entre dos peñascos.
Las violetas con tu nombre se han marchitado. Con 35º olvidé entrarlas, y al otro día ya estaban irremediablemente secas.
Hoy, sábado, fui a esperarte. Sentí alivio en los cabellos rojizos que no resultaron tuyos, cuando los noté acariciados por un varón. En Salamanca se ven mujeres que infartan. Pero con ninguna de ellas experimento la fascinación que me causa un solo pelo tuyo.
16 de julio_Hoy tu nombre estuvo presente en todas las calles y rincones de la ciudad y las pedanías. Ven a buscarme si no me ves. Creí que te acercabas, pero en la cruda proximidad vuestra imagen se convirtió en otra mujer. ¡Qué poco sentido tiene esta vida sin pertenecerte, querida mía! En cada cosa, en cada instante, se presenció tu nombre. No existen palabras para describir la inmensidad de tu presencia en mi cuerpo.
Te has convertido en mi alma.


Tuyo. 17 de julio, 2016








sábado, 17 de febrero de 2018

Así de fácil: tras conjurar este violento cambio en la voluntad de mi Destino, se redujo el protagonismo de tu existencia en los diálogos de mis esperanzadas imaginaciones






Día siguiente_El sonido a cristal de la vajilla que se golpea al lavarse; una puerta que explota cuando se cierra de golpe por la corriente de aire. O el sainete de una familia que se escucha por todo el 5º. Aquellas pequeñas idiosincrasias tiene de vez en cuando pseo de los Nogales 7. Pero después de todo somos casi felices aquí. La victoria de los populachos en esta réplica de elecciones hace que los españoles temamos a otros comicios. Y mañana, 27 de junio, habrán pasado los 10 días de tu ausencia. Sin embargo, mi bien, con esta incompletitud, algo ha cambiado en los pensamientos de un servidor. Sucede que junto a la tuya también he notado otra ausencia. temo que la exclusividad de mis pensamientos a tu existencia, en ti se deba a otro. Así de fácil: tras conjurar este violento cambio en la voluntad de mi Destino, se redujo el protagonismo de tu existencia en los diálogos de mis esperanzadas imaginaciones. Entonces nos damos cuenta de que durante el enamoramiento la actividad de la mente ronda en aquellas cosas que a nuestro corazón más le gustan.
28 de junio, 2016_Finalmente, después de días, he podido contemplar otra vez vuestra hermosura. Sin embargo, junto con tu presencia y por segunda vez, noto otro regreso: no pudo ser el azar, tiene que haber habido una intervención de vuestras voluntades. Y así disfrutar juntos un tiempo de veraneo. Mi corazón se ha roto un poco. También de su parte hubo acercamientos. Trataba de hacer parecer que eran coincidencia, y estiraba el cuello como un ñandú para ver en donde estaba y lo que hacía un servidor. Mi único consuelo es que esta tristeza me ayudará a completar este cuadernillo a cursivas. ¿Es el cariño que he cultivado por tu existencia lo que me hace ver amor cuando en tus ojos solamente hay camaradería?
22hs_Y así se va cerrando, mi queridísima Señora, otro día cuya principal ocupación ha sido extrañarte a vos. Contigo se estrena en mí una manera de enamorarse. Siempre te he amado. Lo que jamás hubiera esperado es esta maravillosa centralización de mi psiquis hacia cada uno de los pequeños momentos en donde te fui conociendo un poco más.
Antes de continuar pasando en limpio la bitácora de Rummenigge, antes de cerrar otro día de escritura que te nombra prosódicamente, quería comentarte, mi bien, que durante el proceso de la creatividad hay un momento en que el autor siente que sus deseos pueden hacerse realidad. Es en aquellos instantes de beatitud que yo soy de evocar tu presencia.
Martes 28, 5.30am_En el hermoso reloj de bolsillo que me dio mamá, son las 6 menos 20 de la madrugada, de nuevo el familiar sonido de los autobuses y de los hediondos camiones municipales de la basura se cuelan por la ventana del 5ºB.
Así es, mi querida Señora, otro día que comienza. Pocos segundos han transcurrido hasta que me viniste a la mente: es condición de amar el imaginar posibles encuentros con la persona amada desde el primer instante del día. Pero ya tenía pensado el buscarte hoy. No sé porqué será. Pero aunque pienso en ti, ya no experimento esa ansiedad desesperante de otros días. Creo que fue por aquella seguidilla de suposiciones decepcionantes que me invadieron ayer.
Miércoles 29, 6am_Otra madrugada nos encanta con el gorjeo de los pardales. En su mudo tic-toc-tac el reloj de bolsillo marca las 6 y 10. El silencio a estas horas, Señora mía, es inspirador. No ronda esa negatividad de las opiniones ajenas, ni las noticias de los atentados, ni cuál yihadista fue encarcelado.  Únicamente el aura de las paredes con gotelé blanco es la compañía protectora de los que se despiertan pensando en el amor.
¿Qué cambia suponer que ahora estés con otro hombre? solamente en mis pensamientos se modifican las imaginaciones que antes esperaban cruzarte sola, ahora te esperan ver junto a él. Aunque no todo el tiempo. Como te escribía ayer, hay un momento del arte en que uno siente que sus deseos se van a hacer realidad. Es así que ayer imaginaba que te acercabas como lo hacías antaño. Pero cuando ese sueño empezaba a convertirse en una obsesión, aprendí a revertir aquella viciosa utopía imaginando que te veía del brazo junto con él.
22hs_¿Un recordatorio de Dios para señalarme aquello que más quiero?¿Una ilusión causada por el embeleso del amor, que tergiversa la coincidencia en una orden irrevocable de mi Destino para que vuelva una vez más a buscarte? O acaso una telepatía entre amantes, que dice que estás echándome de menos también tú. ¿Qué significa ver tu nombre escrito en un grafiti en el mismo instante en que estoy preguntándome si me quieres?
2 de julio, 5.30am_Comienza la dulce gala de quererte en otro 2, con estas turulecas cursivas, para expresarte en esta madrugada tormesina cuánto te necesito a mi lado. Sería fantástico que este insomnio fuera causado por una sentimental telepatía, transmitida por tu extrañamiento, y me despabila para que yo también piense en ti.
Hoy ingresamos en los 30 (y un) días de la romántica cuenta regresiva para terminar de pasar en limpio este cuaderno, y así poder dejártelo en el nuevo 2 de agosto que ya se viene encima.
Medianoche_Y así termina, mi queridísima Señora, la secreta celebración de que haya pasado otro día 2, donde esperé cada segundo que Dios me regalara tu presencia. Porque si Dios vigila todos los actos y merecimientos de  los mortales, podría premiar esta dulce espera de ti haciendo que nuestras miradas coincidieran de nuevo en el libre albedrío de la casualidad.

Dnld 2016

 


miércoles, 14 de febrero de 2018

Por la ventana del 5ºB, se cuelan los últimos bullicios del domingo a la noche


































Querida mía,


Con la oscuridad se baja el telón de otro sábado peninsular. Pero el punto y final de esta semana es harto diferente a los anteriores: ya no me invade esa expectativa al aproximarse el lunes, que me alegraba el corazón sabiendo que nuevamente tendría la oportunidad de ir en busca de tus miradas.
Igual que los campos de amapolas se enturbian más cuando les cae la noche encima, cambiando la luz del Sol por la tenue iluminación de las estrellas, así mi amor por tu existencia se fue desafilando al compás que el almanaque se movía por los días de la semana, repletos de ausencia tuya. Junto a tus miradas, mi alma también se fue. En su lugar tan solo queda el brillo oscuro de la apatía. ¿Qué puede hacer un hombre para revertir la desazón de su alma viviendo en soledad? ¿Con qué argumentos se podría refutar el vacío que provoca la no-correspondencia de las apariciones?
Martes 14 de junio, 2016_Prosigue la carrera de estas cursivas –algunas veces gordas, otras más flacas pero siempre destartaladas y grotescas-, que cada día avanzan un poco más por estos renglones vacíos y blancuzcos, y tienen como punto ideal la ilusionada meta de terminar de pasar en limpio este cuadernillo un 2 de agosto de 2016. Y así dejarlo en donde tú puedas encontrarlo, cuando se estén celebrando estos dos hermosos años desde que te he vuelto a ver. Hoy las cosas regresaron a su lugar, cuando pasé por allí y vi en su mismo lugar los mismos números que antes había leído. Todos estos días de temor me fueron enseñando nuevas hipótesis terribles sobre tu amor, vida mía. Pero que antes no había podido ver debido a que este terrible enamoramiento enturbia gravemente la parte analítica de mi alma.
15 de junio, 6am_durante 6 ó 7 días planifiqué pensando en olvidarte. Sin embargo hay algo en mi interior que me alienta a renovar las esperanzas de esta espera, y comenzar a aguardar de cero el florecimiento de tu amor. El Neverland de los espacios vacíos, que se somete a la presión de la cercanía del día en que te vi, fecha que representa el punto sin retorno para pasar el limpio la noble declaración de este amor. 

Sábado 18 de junio, 10am_Era una mañana tan luminosa como esta. Llevabas el cabello recogido, y tu vestimenta era de tonos claros aunque vehementes. Como ahora, en el sueño de ayer era verano, un día caluroso más bien. Desde que te miré, sonó como una cándida cortina musical “Para ir”, canción hermosa si las hay que escribió Luis Alberto Spinetta, el mismo compositor de Muchacha. Lo recuerdo claramente: ingresaba en un pasillo por el cual tú también ibas. Caminábamos en la misma dirección, con los brazos desnudos a causa de la manga-corta. Y sin tener intención ninguna, nuestros brazos se tocaban casi por accidente. Durante algunos pasos, nos manteníamos piel con piel, sin intención de separarnos. Pero mantenías la ética y me pedías disculpas.
22.30 hs_De nuevo, mi Señora, la crucecita de bronce repiquetea onomatopeyicamente cuando su servidor se inclina hacia esta hoja para escribirle algunas líneas. Alicios, almendros y violetas, reciben unánimemente al anochecer tormesino y, junto con él, su noche de cielos translúcidos: el telón que se baja para despedir a otro sábado salmantino. Te contaba esta mañana de un sueño que tuve anoche, mejor dicho, cuando la ciudad de Salamanca ya comenzaba a clarear. Había sido maravilloso.
Después de tocarnos la piel por unos segundos nos perdíamos de vista. Pero luego te veía desde lejos. Un conocido ocupaba el lugar en donde habitualmente estás tú. Caminabas, y hablabas con él al paso. Y cada tanto te debas la vuelta para que nos miráramos. Perdimos ya la hermosa costumbre de mirarnos a los ojos. Él parecía exhortarte para que me dijeras algunas cosas.
19 de junio, 2016_Ya está amaneciendo, mi querida Señora, como dice la canción. No más abrir los ojos, nada ha podido reemplazar un solo pensamiento de ti. Ocupas todo. En los peticitos consorcios de Salamanca, el ladrillo a la vista ya va aclarando sus tonalidades rojizas. Y un nublado de morondanga no nos permite apreciar la lírica desaparición de las constelaciones. El alba promete clima para la bici. Los amigos del borgo estarán allí, pero eso será más tarde; el sopor del post-despertar me invita de nuevo al sueño. Y la escritura agilizó a mis pensamientos para que tu servidor pueda hilar algunas plegarias de gratitud.
20 de junio, 11.30pm_Por la ventana del 5ºB, se cuelan los últimos bullicios del domingo a la noche. Entretanto debido al tórax desnudo, Jesucito continúa repiqueteando traviesamente en el preciso cristal fumé del escritorio. La expectación de mirarte otra vez a los ojos hace difícil la comparecencia del sueño. Por eso, mi sentida, es que vine a escribirte algo antes de irme a dormir, para utilizar como un romántico somnífero a estas grafemas manuscritas.
21 de junio_Hoy comienza el verano. Recibo al calor con 4 días de tu ausencia. Desde ese tiempo la vida no me otorga el privilegio de mirar tu glorioso semblante. Cada día que se marcha sin ti; cada pensamiento sostenido en vuestra imagen… cada suspiro en el que tu nombre se deshace fortifica esta inmensa necesidad de tus miradas.
Pero este amor no sólo se alimenta de pasiones, crece tras cada miedo a perderte. Mejor está afirmado: de no tenerte nunca.
4 de la tarde_en paseo de los Cerezos coexisten miles de soles que reverberan sobre los parabrisas estacionados. Prosigue, en esta tarde subtormesina, el cursivo antibiótico de la escritura para que cada letra deshoje la melosa margarita de tu ausencia. Y así remedia un poco la dulce patología de extrañarte. La mañana fue un proceso ininterrumpido de momentos que te esperan. Y la tarde será una enamoradiza acumulación de instantes poco aspectados en donde reclamaré vuestra imagen.
Pero antes del segundo crepúsculo me sentaré a esperar tus pasos por donde otras veces te vi caminar con tus botitas marrones.
24 de junio, 6.30am_Antes de continuar con la bitácora de Rummenigge, tu servidor se convierte en un obligado súbdito de este inmenso amarte, y vengo sobre el papel pero para escribirte una o dos líneas, únicamente a ti.
Estaba atardeciendo. El Sol se hizo molesto antes de pasar detrás de los consorcios. Fue entonces que comencé a prepararme para lo peor: desde hace un tiempo que soy agredido por un presentimiento catastrofista, temo verte del brazo de un hombre. ¿Qué haría si esto sucede? Por supuesto, me dolería. Pero continuaría queriéndote.




















lunes, 12 de febrero de 2018

El habitual catarro de los camiones de la basura, más el esplendor de las arrabaleñas farolas municipales















2 de junio, 6 de la mañana


Mi queridísima Señora,

Ojalá algún día podamos desearnos felicidades mirándonos a los ojos, cada vez que nuestros despertares caigan en día 2. Y así celebrar que haya pasado otro mes desde que volvimos a vernos.
El día se aproxima a las 9 de la noche, y me pregunto si hoy podré dejarte el sobre que ayer preparé para ti. En él te contaba, Señora mía, que ayer por la tarde había soñado otra vez contigo: tus pecas, tus ojitos de clarividencia… con tus cabellos anaranjados. Con tu trato tímido. Iré a pintar cerca de ti, para ver si así despierto la expectativa de una espera en tu corazón.
Día siguiente_Y tal como te lo advertía ayer, ayer fui a pintar cerca tuyo. Al terminar, recibí el confort de tu mirada. Pero no pude dejarte el sobre con otra declaración de mi amor, cada vez más franca.
Domingo 4 am_El silencio de las  4 de la mañana hace más confortable al Mundo. La rosa amarilla con betas rojas dejó de ser pimpollo hace dos días, y modela su belleza dormitando en una taza ocupada con agua templada desde el jueves 2 de junio, el último día que te vi.
22 hs_Y así finaliza, mi bien, otro domingo que se marcha sin tus noticias: los alicios bailando en la función de otro atardecer, los consorcios que se oscurecen, mientras en el firmamento comienzan a bostezar con constelaciones inmaturas. Sin embargo, la Suerte me concede un día de gracia para el ocio. Mañana temprano iré a buscarte, mi sentida, si es que tu existencia no exacerba mis insomnios esta noche, pues hoy también sucedió: de 3 a 5, desperté pensando en ti, tal como si hubiera dormido 8 horas.
Día siguente, 22hs_Y tal como lo había prometido, Señora mía, hoy fui a buscarte cuando el cenit se iba abriendo. Continuamente pienso en  qué te diré para entregarte este cuadernillo en las manos, así anticiparme a la conjunción de los astros y darte todas mis notas el próximo 2 de agosto. Pero retomando al primer renglón de esta nota, hoy te vi acomodando volúmenes indistinguibles. Te vi al partir, mirando hacia el paseo de los Cerezos, tenías el pelo recogido, igual que en el último sueño.
4 de junio, 4am_Los alicios y las violetas oyen inquietos la serenata de un pardal, entretanto se desperezan los quejidos de los camiones municipales aquí, en la coqueta ciudad subtormesina. Dos o tres constelaciones van paulatinamente hacia los peticitos consorcios del horizonte pardo, como si la madrugada fuera un atardecer que en vez de soles se hace con estrellitas. Y yo, mi querida, experimento una vez más el insomnio que me provoca tu imagen de muchacha.
La madrugada se manifiesta en dos dimensiones: el habitual catarro de los camiones de la basura, más el esplendor de las arrabaleñas farolas municipales, que derrochan su fulgor encima de los chasis abandonados a la intemperie toda la noche.
10 de la noche, mismo día_“Me arreglé lo mejor que pude”, tal como dice el cuento, y esta mañana he ido a buscarte. Ayer te dejé una flor, y hoy al caminar por los pasillos todos parecían en sus cosas, demasiados ocupados como para desearme un buen día. Solamente tú caminaste a mi lado, y en un momento estuve a punto de decir tu nombre. Y no sé porqué, pero en ese momento sentí que nuestra intención era volver a saludarnos, como lo hacíamos antaño, por los pasillos de la biblioteca Torrente Ballester. Y te dejé otra carta, en conmemoración a otro 2. Mi único temor es que un día esos correos sean devueltos al remitente de un servidor.
8 de junio, 2016_Hoy la tranquilidad festejó mis sueños. Amanecí feliz, como si ya no tuviera deudas con el Mundo ni tampoco deudas con Dios. Presiento que has hallado la última carta que te dejé.













sábado, 10 de febrero de 2018

Estás compuesta por los aniversarios que no pude festejar






























Mi querida Señora,


Hace ya dos años que pienso en ti, y te veo con cierta frecuencia aunque a la distancia entre las estanterías. La década que se ha ido no ha cambiado la hermosura de tu idóneo talente. Y cada día que pasa te afirmas un poco más en mi corazón. Tras los miles y miles de pensamientos diarios que fabrica sobre ti este sensible embeleso. Te pareces a una creación de todos los deseos que no se han cumplido en mi vida:


Estás compuesta por los aniversarios que no pude festejar.
Los cuerpos que no pude tener.
Las expectativas de amor que han pasado de largo en mi destino
.



Ininterrumpidamente sueño diálogos futuros en donde te declaro este amor inmenso. El deseo de que todo sea perfecto, o el inaceptable temor a que la realidad no conjugue con nuestras ilusiones: aquellas dos polaridades pueden convertir escasos metros de separación en un continente de distancia. Así, mi Señora, me ha sucedido tantas veces con vos. ¡Cuántas tardes he estado a un metro suyo! Y sin embargo jamás pude deciros los maravilloso que fue volver a verte.

30 de mayo, 5.30 am_Hoy ha pasado un mes desde que volvimos a saludarnos. ¡Ah, cuánto echaba de menos tus miradas frecuentes! Así como la personalidad de tus acercamientos disimulados. Tu nombre, Dueña mía, ha sepultado cualquier otro nombre de mujer. Ya fuera del pasado o del presente. ¡Que nuestros entrecruces y palabras sean el pan de cada día!

Y luego de otro domingo alargado enormemente por vuestra ausencia todopoderosa, esta madrugada ha sucedido nuevamente: a intempestivas horas abrí los ojos como un gato que va a cazar y me embriagué de felicidad cuando a los pocos segundos me di cuenta de que tengo una razón magnífica para vivir al recordar tu existencia. No voy a mentirte diciendo que jamás había querido tanto. Pero también es cierto que jamás había sentido semejante fascinación como puedo experimentar al acercarme a ti, sentida mía. También es cierto que, aunque sí había vivido un amor, no fui consciente de ello. Era muy joven para saber amarla, y a esa altura mi organismo estaba demasiado contaminado como para sentirme agradecido por lo que estaba viviendo.
No supe de inmediato si era cierto. Pero al evocar las imágenes del sueño de esta tarde me llenó de felicidad el darme cuenta de que otra vez había soñado contigo. Con los cabellos recogidos controlabas la pantalla de un ordenador. Aunque no recuerdo las palabras precisas, pues en el sueño se distorsionaban cual una imagen bajo la niebla, creo que en ellas iba otra declaración de mi amor. y aunque te quedabas viendo la pantalla, parecía que te quedabas pensando en una palabra para decirme. ¿Recuerdas cuando Stallone le estaba leyendo a Adrian esperando a que despertara del inconsciente? Entonces, al volver en sí, ella le pide que se acerque para contestarle al oído “¡Gana!”. Pues así, mi Señora, me lo pediste tú, y me dijiste al oído “Bond”, haciendo alusión a un film que acababa de estrenarse.
Entonces nos abrazábamos.


1 de junio





jueves, 8 de febrero de 2018

Gracias a las erógenas caricias de tus miradas y de tus acercamientos





Mi querida Señora,

El exquisito té con limón acompaña la translúcida desaparición de las constelaciones heridas, que parecieran fulgir con una mayor intencionalidad en la medida que clarean los cielos subtormesinos.
Desde hace dos días, sentida mía, la felicidad se instaló en todos los momentos y rincones de la vida. Había perdido a tus miradas al igual que se pierde a alguien querido que se marcha lejos de nuestro hogar. Es como un colibrí que se muere. Sentía que fue en vano todo un año de esperarte en secreto. Aunque ya en mis epístolas has descubierto un adelanto de esta pasión que, como lo adjetivaría Oscar Wilde, hasta podríamos llamar violento. Pues mi amor es movido por la vehemencia de un ejército que permanentemente busca colonizar las sagradas tierras de tu corazón. Al partir te acercaste para despedirte, igual que lo hacías ya hace un año. Aquellos días han sido tan felices, gracias a las erógenas caricias de tus miradas y de tus acercamientos.

Ni el día que volví a verte; tampoco fue el número de tu onomástica; tampoco el 30 de abril: la fecha no coincidió con ningún día que haya sido un poco o algo significativo en la historia de este imponente enamoramiento, que me acompaña desde hace un año y medio gracias a tu suntuosa existencia, mi bien. Sin embargo, ayer sucedió: dejé un presente en el sitio que presumo es tu lugar. Ha sido una aventura luchar en contra del escepticismo, pero en agradecimiento a tus miradas seguí las recomendaciones de todas las señales que fui recibiendo por la mañana. Y dejé una flor por donde posiblemente pasarías tú. Venía resistiéndome desde hace mucho a tal lance. El momento jamás era perfecto. Siempre encontraba una excusa para no darte muestras de mi amor. Pensaba para mí: quizá tenga novio, o quizá me lo quiera devolver. Pero sucedió algo curioso: desde el instante en que uno se entrega a las pequeñas guías del amor, y obedece las sugerencias de los pequeños albures mágicos que nos invitan a arriesgarnos por la persona que amamos, pues entonces el momento va dejando cada vez menos lugar para la excusa… y en donde antes hubo dudas ahora sólo queda una razón más para continuar adelante.

5 de mayo_Antes de ir a dormir me acerqué hasta la cuartilla, envejecida a causa de mis apoyos, para escribirte una línea o dos. Y al despertar, mi bien, de vuelta aquí, para pasar un ratito intentando acercarme un poquito a tus pensamientos mediante la telepatía de la escritura manuscrita:


Día siguiente
6to Ce, una fantástica canción, me ha recordado que esta noche también he soñado contigo. Digna de mi valor y de mis esfuerzos. Este sueño, aunque me desperté feliz, no me hizo muy bien vivirlo.


Jedyna, es polaco.
Significa “Mi única


En mi sueño llevabas el cabello recogido y, en vez de naranja, bordó, igual que cuando te conocí. Y ahora lo medito: ¿qué sucedería si mis sueños en vela fueran una mera fantasía de mi necesidad de ti? Siendo superficial, se podría seguir viviendo. Sin embargo, llevo hoy casi dos años parado sobre esta tierra de ilusiones que se sustancia en un permanente sueño de esperarte.
Hace poco tiempo solté una lágrima porque no estoy a tu lado. La escritura es el único consuelo que me brinda vuestra ausencia, Señora mía. ¡Ay, Señora mía! Las palabras de amor se me vienen a la boca cada vez que evoco su imagen ruborizada. Se me escapan de los labios como cuando suspiramos las emociones de amor, como cuando recordamos los besos dados con una amante. Escarbando en la remembranza busqué sin encontrarla una palabra que ejemplifique el enamoramiento desmesurado que me causó su existencia. Y que desde hace dos años se ha convertido en el beato acompañamiento que me sigue a través de los minutos que componen a mis células. Cuando uno escribe mucho, mucho, pero mucho a manuscrita, comienza a notar cuánto se parecen los sucesos de la vida y lo que antaño se escribió en el papel. Y cuando esto ocurre, el escritor empieza a anotar sus deseos esperando, por supuesto, que estos se manifiesten en la realidad. Así aprendí a reza en tinta azul los más profundos sueños que a usted la tienen como la única protagonista de mi amor.
El número de amigos era “16”. Así soñaba ayer a la noche que eras en tus fotos de una red social: En la portada tenías puesta una lencería negra, y estabas recostada en una cama de dos plazas. En otra bailabas twist mientras freías unos panqueques. En otra te abrazabas a un amigo para salir en la foto, y en otra tenías unas botitas de tenis, medias que te llegaban hasta la mitad de la pantorrilla, solo que eran ralladas y de colores, igual a aquellas medias de lana que llevabas puestas el año pasado. Todas esas fotos tenían algo en común: salías con una sonrisa preciosa.
4.30 am_El repiqueteo del agua en los tablones de la persiana baja es clara señal de que pronto se largará a llover. Hoy es jueves. Raramente desperté sin la mala sangre que otros días me causa pensar en ti… y ver que no estoy a tu lado. Tampoco seré testigo de tus cabellos rojizos, de tus miradas claras como el agua de un río fresco, de tu personalidad imprescindible… o de tu curiosidad redentora. Hoy no podré ir a buscarte, para que por momentos practiquemos el mutualismo de nuestros reojeos.
Dos madrugadas separan las veces que he soñado contigo. Hoy es 14 de mayo, y me sucede lo que a los niños, que quieren una pelota y sueñan con ella. Comprabas algo en una librería, tenías el cabello suelto, largo, como largo era el día de cortarteló. Al verme te sorprendías, pero luego nos pusimos a festejar como dos marmotas felices nuestro reencuentro.










martes, 6 de febrero de 2018

Hoy me interiorizo en estas hojas para que todo lo escrito hasta el momento se convierta en un ejemplo tácito de tu compañía
















Miércoles 13 de abril

Mi querida Señora,

En el coqueto barrio Garrido Norte, las luces artificiales de la célebre Chinchibarra se derraman fielmente sobre los exquisitos turismos, estacionados con toda prolijidad en las dos filas del paseo de los Cerezos, que se convierte en una pasarela urbana para otro coche que viene justo a pasar por el medio. Desde que abrí los ojos, un guitarrón acústico comienza la interpretación de Muchacha ojos de papel, como si los pensamientos de ti, que habitualmente me atacaban al despertarme, hubieran tenido la obligación de convertirse en algo asociado contigo. En mi alma sucede algo al saber que también la has oído tú.
Antaño, hace muchos meses, soñé que hablábamos de lo que paso cuando te conocí. Fue muy real. Cuando desperté me sentí maravilloso, aliviado, como si espontáneamente una carga muy importante se hubiera quedado en el camino. Esta semana he soñado dos veces contigo: la primera fue la noche del lunes al martes, recuerdos que se han difuminado de la consciencia de tu servidor. La segunda hoy, viernes.
16 de abril (medianoche)_¿Será posible que estuvieras intentando un acercamiento mediante una disimulada atención incorrecta? Dios me va dando pistas, señales, de que estás esperándome porque quieres decirme algo. Yo también lo necesito.  Puesto que en todo un año, nunca te habías equivocado. Día siguiente_Ayer Dios no respondía solicitudes del amor permanente: el bolígrafo azul escribió dos cuartillas de plegarias, mientras mi intención se centraba únicamente en ti. Sin embargo, al cruzarme contigo, o bien no fue voluntad del Destino que un servidor te dejara un presente, o no fue la tuya: tu presencia, que parecía a flor de piel, ahora es huidiza. Y aunque sigo soñando contigo, algo ha cambiado en el itinerario de tu cotidianeidad: el Señor ya no colabora para que nosotros nos encontremos en los diferentes puntos del mapa de la Casualidad. Las Deidades orquestaron paso a paso nuestros caminos para que ya no nos crucemos por los cognitivos pasillos, ya no nos saludamos una vez a la semana. ¿Cómo será un mañana sin ti? Después de comprobar que la Casualidad ya no enfatiza para que tu y yo nos miremos a los ojos como lo hacíamos antaño, casi te diría que me he dado cuenta de que todo ha sido nada, como dice el poema.
Yo creí en hadas madrinas, en la plegaria, en lo mágico… en cristianos, en positivismo y en la creatividad. Pero lo que nos lleva a creer en todo eso no es otra cosa que la imposibilidad de un amor al que nos estamos aferrando desde hace muchísimo tiempo en baladí.
Hoy me interiorizo en estas hojas para que todo lo escrito hasta el momento se convierta en un ejemplo tácito de tu compañía.
Ya casi se cumplen dos meses desde que no sé de tus miradas. Tan solo fugazmente, alguna vez que otra, a través de la mímica de una carita de preocupación, tus ojos transparentes me confesaron que te has estado acordando un poco en tu seguro servidor.
Hoy me interiorizo en estas hojas para que todo lo escrito hasta el momento se convierta en un ejemplo tácito de tu compañía. Te vi de espaldas, y el momento clavó en mi alma la daga mortal de tu indiferencia. Nada te trajo de regreso en los barcos de la ilusión. Uno busca una razón amándote. Este amor era un péndulo que oscilaba entre el mequiere-nomequiere. Pero hoy, 24 de abril, dormí una siesta y desperté feliz luego de haber soñado contigo. Y luego de todo un mes tratando de desprenderme de ti, abrí los ojos pensando en cómo sorprenderte de nuevo.
El té con limón, casi helado por el reposo de toda la noche, mengua el calor de otro despertar lleno de pensamientos de ti. Como en otras tantas, esta vez me había jurado y perjurado dejar de amarte.  Mas embriagado en las palabras que podría decirte, o en los utópicos detalles de película que podría tener con vos… vuelvo a esta consolación manuscrita con el fin de agigantar este perpetuo epistolario a base de tembleques y cómicas letritas cursivas.






















domingo, 4 de febrero de 2018

Los detalles que me va mostrando el Destino me hacen sentir una ignorante marioneta en el titirimundi de estas realidades incomprensibles






Señora mía,

El gustito a limón del té motiva la energía para comenzar este día: otra vez el laaaaargo camino por el itinerario de los pensamientos de la duda, que consiste en el bipolar zigzagueo entre el mequiereynomequiere.
Como te conté en epístolas pretéritas, soy de observar cómo se mueve el Destino en las historias de amor, y deduzco finalmente el desenlace de la vida de mi amor o de mi dolor. En su quisquilloso teje y maneje, la realidad me ha hecho vivir y saber cosas que no encuadran en el manual de lo conocido. Las inexorables misivas que fui dejando entre los libros desde el 11 de noviembre, han estimulado a la realidad para que orqueste sus maleficios de manera que favorezcan a mis ilusiones. Pareciera que cuando el enamorado intenta algo para vivir ese amor, al poquito tiempo las rutas de la coincidencia llevan al encuentro a esos dos que se aman. Es como si Dios nos alentara para vivir ese amor. pero ahora, mi bien, los detalles que me va mostrando el Destino me hacen sentir una ignorante marioneta en el titirimundi de estas realidades incomprensibles.
Desde el día 16 de febrero no para de medita si es que usted aún ama a este hombre que se sumerge en la mayor de las humildades cada vez que contempla vuestra hermosura. En pocos minutos será 2 de marzo, Preparé una canción para ti. Hace unas horas pasé por tu lugar. Había estrellas. Las tres Marías, Pegasus,… ¿Qué nombre tiene en España La Cruz del Sur?



Mi queridísima Señora,

Dos infusiones son un exquisito complemento para la soledad de las 6 de la mañana. El ronroneo de los camiones municipales más los autobuses puntuales destaca una profunda manifestación en la quietud salmantina. Los operados del corazón aún roncan, griposos y cansados. Un servidor, luego de 20 días, se continúa preguntando por tu misteriosa visita a la tienda. Sólo barajo una posibilidad: que hayas estado ahí por casualidad o no. Cuando uno tiene la costumbre de observar, aprende a ver a Dios en las sutilezas. Desde la primera carta que te envié nuestros entrecruces se multiplicaron. “Desiderata”, encabezó la primera tarjeta, la cual firmé con un forzado rizo de mis cabellos. Y al verte al otro día, mis pasos se detuvieron como quien viera a un tigre y detiene el paso porque se da cuenta de lo que es. Pero no sé si Dios habrá tenido que ver, o fue solamente voluntad tuya, el acercarte para agradecerme con tu presencia aquella primera declaración de este amor. ¿Es requisito indispensable del amor que está viniendo que uno no pueda adivinar cuál de las dos posibilidades es.
Siempre te quise. Ese Espíritu que tienes, esa emoción. Cuando te veo caminando parece que viera andando a mis sueños de Amor. Todo eso que te cuento te lo estoy escribiendo a las 5 y cuarto de la madrugada: afuera llueve el viento impreciso forma cariz temeroso. Las iluminaciones artificiales de la poética Chinchibarra, desparraman sus fotoncitos encima de las edificaciones heladas, los automóviles y las aceras también. Algo empañados, los cristales de la ventana se visten con las gotitas de lluvia. La garúa nunca sobra ni escasea, es la regada gustosa y justa. Es por eso que el nuevo almendro llamado Albur, ha de bailar igual que un gitano. Quizá los otros se me hayan muerto debido al agua que les regué, y también la gardenia junto al bon-sai del manzano. Es que las plantas en interior muy fácilmente se ahogan.
Sin salir del ecosistema, el ruiseñor empapado le dedica una serenata a la madrugada subtormesina. Te voy a extrañar mucho, todo el tiempo que no te vea. Siempre te recuerdo. Pero no voy a cerrar la escritura de esta lírica madrugada con esa frase tan triste. Pensaré a futuro y te estaré esperando. Esta madrugada y yo ya nos hicimos la compañía que necesitábamos. ¡Adiós llovizna de Salamanca! ¡Adiós mis plantas! ¡Adiós almendro! Adiós luces municipales… Adiós al viento.

7 de marzo_A estas alturas, las luces municipales de la célebre Chinchibarra, perecen una constelación de estrellas orquestadas en fila india. Hoy hace 8 días que no sé de ti. Y no sé por qué, pero presiento que las ausencias han sido una receta efectiva para nutrir este amor. Como sea: ayer 11 de abril comencé a ver tu imagen paseando por los ventanales del bar en donde fui a comenzar un retrato.
23hs_¿Serán la cursivas eficaces estimulantes para las imágenes oníricas? Pues luego de dedicarte estas risueñas caligrafías, mi querida Señora, esta madrugada volví a dormir. Y finalmente, después de muchos días, soñé claramente contigo.
Usabas el cabello suelto, igual de largo que cuando te conocí, hace 10 años por detrás de estas fechas. Fue muy nítido, pero también breve. Nos encontrábamos en la puerta de un cine, la función estaba a punto de empezar. Llevabas puesto un tapado largo y azul casi marino. Me mirabas insistentemente, como si quisieras decirme algo que llevas guardado desde hace muchísimo tiempo. Aunque tu mirada también me dijo que esperabas una palabra mía que no encontré.

12 de abril









viernes, 2 de febrero de 2018

El Hado trajo la preciosísima esperanza de que tus pasos de mujer-duende hayan intentado el camino al lugar en donde te esperé tantas tardes









Mi querida Señora,

Antes de que los momentos ingresen en la madrugada me vi con la necesidad de escribirte alguna que otra palabra, para que esta melancolía de ti se disemine con cada oración azul que te nombra prosódicamente.

Día siguiente, 7am_A 3 cuartillas estamos de la nostálgica bajada del telón de este segundo acto, basado en hojas cursivas, repletadas con expresiones de mi saudade. Ya habrás tenido tiempo de hallar las melosas transcripciones en limpio de este bienintencionado aunque poco estético epistolario. Hoy, cuando se acerque el mediodía, iré a buscarte, simulando interés por tareas que nos serán mi primacía. ¿Me habrás recordado un poquito? ¿Acaso te dormirás fabricando imágenes tuyas y mías? No hay clarividencia que me revele fielmente qué debo hacer o qué estará pasando en tus velados sentimientos… Desgasté plumas escribiendo mañana y noche; y atravesé ya 300 insomnios recordando qué nos dijimos.
Y ahora, mi bien, después de un año de vivir en la preciosa y curadora teatralidad interna de este amor, pienso: ¿Alguna mañana despertaste para vivir la espontánea simbiosis del enamoramiento junto a las imágenes de tu devoto? Y después, a lo largo del día, ¿te ha tenido en vilo la expectativa de que aquellas imágenes se convirtieran en carne humana?
21 hs_Así es, mi querida Señora: ya se cierra el segundo cuaderno que crío a esta obra literaria, dedicada íntegramente a tu existencia. Tus ojos son como el canto de las sirenas: me hacen perder la cordura.De nada me ha servido ir hasta donde estás. Al verte siento un alivio de mi asfixia, como si los vientos tormesinos me llevaran hasta el Edén. Hoy, en esta noche, el 3er cuaderno que te nombra se estrena con una epístola.
La nublada ciudad salmantina está por ingresar en otra de sus pacíficas medianoches. Pero no quiero dejar pasar este día – 12 de febrero – sin antes contarte que hoy, en el último sueño de esta mañana, los Dioses han tenido la gentileza de traerte otra vez a mis sueños. Había sido mucho más largo de lo que ahora recuerdo. Desperté maravillado, con una energía feliz. Soñaba que fui a mandar una carta y tú, mi Señora, trabajabas allí. Te miraba de lejos… Esta tarde aventuré a mis pensamientos para que crearan un poema que, si a ti llegase, leyeras algún día. Sin embargo, antes de poder acabar el primer verso, desistí de esa romántica empresa: me di cuenta de que nada de lo que pudiera escribirte ejemplifica cabalmente la intensidad de la fascinación que este servidor puede llegar a experimentar cada día que te miro a los ojos.

El Hado trajo la preciosísima esperanza de que tus pasos de mujer-duende hayan intentado el camino al lugar en donde te esperé tantas tardes, mientras que aquella misma expectación nutría incansablemente a mi mundo con los maravillosos recuerdos de ti.

18 de febrero, 2016_Y ya se termina, mi bien, el segundo cuaderno que rellena sus renglones con dedicatorias a tu nombre. Entre dos libros dejé la declaración de este amor inmarcesible, y dos ya son los días que permanezco encerrado en casa, para no saber si has sido tú quien dio con aquellas turulecas cursivas dirigidas tácitamente a ti. La expectativa de que en tu corazón navegue alguna vez la imagen de tu humilde servidor, hace que despierte en la madrugada intempestiva espabilado, controlando cuántas horas faltan aún para volverte a ver. Medito en varias cosas mientras tanto: ¿Habrán sido casuales nuestros entre cruces por aquellas galerías de libros? ¿O cuánto de tu voluntad y la mía habrán participado para que estemos cerca?

Suyo







jueves, 1 de febrero de 2018

Hace ya bastante tiempo que no soy de confundir a ninguna silueta con tu forma













 Mi querida Señora,

Aún no he levantado la persiana para saber si los aristocráticos cielos de Salamanca estarán nublados o no. Como si tu existencia velara por la gente que te ama, despierto con una sana energía, igual que cuando sueño contigo y despierto sin ansiedad ni miedo a perderte para siempre. quizás sea porque en el misterioso encadenamiento de escenas oníricas te comento las cosas que deseo decirte en nuestras desencontradas vigilias.
Ya se va acabando, mi bien, el segundo cuadernillo que me ha acompañado por las mañanas, como si fuera –más que un desahogo cursivo- un consuelo ineficaz para tus ausencias. Auque no sé si estará bien decirte que me faltas. Te volví a ver hace un año y medio. Y desde entonces mi mundo se iluminó.

La Navidad está a unas horas de despedirse hasta que llegue el próximo invierno. No iré a dormir sin antes haberte escrito que esta mañana he vuelto a soñar contigo. Creo que estábamos en Quilmes, la ciudad de mi infancia, con sus espectaculares atardeceres y sus gardenias perfumadas intensamente. Había muchas bibliotecas. Las cosas raras son harto comunes en sueños. Como era domingo, todas estaban cerradas. Te iba buscando, y aparecías cada 200 mtrs en una avenida con boulevard.



31 de enero_El té con limón acompaña la ausencia acorazada, y pido los 3 deseos que te nombran con el estreno de unos cascos comprados en lo de un chino que tenía una tienda con paupérrimo sentido de la ética. Aún faltan algunas horas para que el año del almanaque progrese en una unidad. Los cohetes ya comenzaron a promocionarse con sus fragmentados bostezos, como si fuera una publicidad para la Noche Vieja. E igual que en otras fechas, este 31 te eché de menos desde que desperté. Y por primera vez hablé tácitamente de ti.
Hoy ha sido un día maravilloso, como el día que volví a verte, en donde mis memorias se compusieron íntegramente de ti. Te vi con el cabello más corto. Y en cuanto pude dejé caer una frase que había soñado el día 23:





Y vivir por la lucha de estar contigo:
En nuestro próximo encuentro…
O en nuestra próxima vida.




Hoy, 17 de enero, te he vuelto a mirar a los ojos. Tu nombre se ha convertido en la romántica compañía que va sosteniendo entre los avatares y las vicisitudes del día a día. Hace ya bastante tiempo que no soy de confundir a ninguna silueta con tu forma. Es como si a simple vista pudiera contar el número de sus cabellos y las descartara inmediatamente. Pues tienen algunos más o menos que los tuyos. O como me supiera de memoria la cantidad de milímetros que tiene la largura de tus pasos, y descartara a otras de ser tú solamente con verlas desde lejos. como si tu existencia se hubiera desparramado en cada una de mis percepciones. El hecho es que no puedo vivir un momento de soledad sin pensar en ti. Y me regocijo en esta estabilidad amatoria, que ya superó las fronteras del enamoramiento, para echar anclas en las honoríficas mareas del amor permanente.
18 de enero, 2016_Para continuar con la costumbre, un té con limón acompaña la escritura que te nombra. casi todos los días sueño contigo, o si no, con algo que se relaciona a ti. Por ejemplo ayer, creo, soñé que veía tu nombre en la televisión. En una pantalla difusa, se leía tu nombre en letras amarillas. Soñé que oía las palabras que quería decirte respecto a él:



Significa “admirable”,
o “digna de ser admirada”.
 




Hoy en cambió soñé que en vuestro lugar había una especie de salón comedor, como una sala para el almuerzo con una máquina expendedora de bebidas que se hacía visible desde un rincón. Alguna gente iba y se sentaba en las grandes mesas donde se estudia.
Ayer fue la primera vez que te vi caminando y no pensé en un plan divino para cada uno de nosotros en el amor. por el contrario, además de la desmesurada fascinación que sentí al verte, me di cuenta de que cada razón divina que pudo haber tenido Dios al cruzarnos no son cosas del Destino, ni tampoco estamos cumpliendo con un mandamiento determinista; si no que al decir que es voluntad de Dios el haberte puesto en mi camino y a mí en el tuyo, es una subjetiva definición que le endosamos a la casualidad de un mero encuentro, pero -debido a la complejidad de grandeza que puede llegar a tener todo ser humano-, no es otra cosa que un inocente endiosamiento con el que ornamos la caprichosa forma de ser que tiene el azar. Es que siempre andamos diciendo lo que nos gustaría que pasase, antes que analizar con práctica frialdad los desequilibrados mecanismos que tiene la coincidencia.
Han pasado varios días desde que el bolígrafo no pisa la pálida textura de este cuaderno en blanco, que fue finiquitando su servicial destino de rallado confesionario, a medida que las fechas van completando prolijamente estas cuartillas vacías. Pensaba que no te podrías atar el cabello. Cuando te conocí lo llevabas igual de largo, hace exactamente 10 años en este mes.


Le pertenezco