jueves, 26 de noviembre de 2015

Era un libro de Giovanni Papini





Mi queridísima Señora,

Es el atardecer, y un pájaro cruza el tranquilísimo paseo de los Cerezos, partiendo de copa en copa de los abedules de la exquisita plaza de la Chichibarra. Un Renault se adelanta sobre la pavimentación organizada, y las luces para la neblina ya nos cuentan que el cielo subtormesino ha descendido un nivel en su fidedigna luminiscencia. 
 


Hoy continué la búsqueda de aquella signatura que me habías dado, escrita con tu caligrafía, allá por el 2006 – casi 10 años ya-. Barajo dos probabilidades: una, la puse tan a resguardo que me será complicadísimo hallarla. Y dos, por algún enfado contigo la bote al Tormes, lugar donde te pensé para dedicarte un poema. Se hace duro decir “querida” cuando en toda la jornada la conjunción de los astros no ha programado el albur que me traiga noticias tuyas. El recuerdo de tantas insistencias, tuyas y mías, conserva en Stand by la ilusión de que alguna mañana vuelvas a mí.
 





sábado, 14 de noviembre de 2015

El Dorian Gray de los sentimientos





6 de julio
Lo último que te he escrito aquí fue hace ya 5 días. Pero hoy hace 3 que no te veo y 7 que la albricia de tus miradas no completa mi vida. No hace mucho que confirmé lo que escribí al empezar este cuarderno: que este será un año tan solo para ti. Sin embargo al escribirte me persigue un temor:  tengo miedo de estar viviendo en la hoja el amor que quiero vivir contigo en la relidad. Como si el papel fuera una especie de Dorian Gray, en donde no vivimos lo que anotamos. Pero en cambio el cuaderno nos absorbe los más vivos sentimientos, mientras que en la realidad se nos niega todo cuanto se escribe…

dnld, 2015

lunes, 9 de noviembre de 2015

Llegando a Pajares, los puentecitos bien hechos le hacían de aureola a los autobuses que transitaban debajo



Miércoles 24 de junio, cerca de la medianoche

Mañana, jueves, quedará un día menos para que vuelva a verte. ¿Cómo regresarás luego de 10 días? ¿Me habrás extrañado en este tiempo tanto como yo a ti? Mientras tanto, continúa el estreno de la bici por la afamada carretera Valladolid. Llegando a Pajares, los puentecitos bien hechos le hacían de aureola a los autobuses que transitaban debajo. Los jóvenes campos de girasol aguardaban el profético crecimiento hasta la floración. Y dos magníficos halcones se orbitaban el uno al otro como si fueran dos soles. Prontito iré en tu búsqueda aunque no me hayas esperado.
 


dnld

Sentir que los milagros se hacen posibles cuando uno sabe esperarlos












3 de mayo, 22 hs

Mi queridísima Señora,
Son las 6 y media de la mañana. El típico amanecer tormesino aclara Salamanca al compás de las ecuaciones cósmicas. ¿Despierto y me pongo a pensar en ti? ¿O me despierta la curativa energía de tu amor? El planeta ya ha girado lo suficiente como para que España haya pasado de la mañana al anochecer. Me energizo espontáneamente con el repaso de los amorosos minutos que te han tenido a ti como protagonista explícita. Me pregunto qué pasará mañana. ¿Hablaremos? ¿Se me cumplirá el deseo de caminar a tu lado? Pedí tres deseos con tu nombre, cuando estrené la tapia que evitará los desprendimientos del terraplén en el exagerado carril-bici.


Te resultaría difícil creer cierto este amor, luego de tantos años y por cómo se comportan los humanos hoy en día, en donde todas las cosas e inclusive las personas son desechables, cuesta mucho creer que alguien regrese después de tantos años; y más difícil de creer es que luego de tantos años esa persona recuerde cada palabra que te oyó decir, cada mirada que le has regalado, cada segundo que te vio, cada prenda que llevaste puesta. Ahora eres como una referencia del tiempo: porque también recuerdo los días del mes según los momentos en que no estás en ellos. Semana Santa, día de Castilla y León, día del trabajador… y por supuesto los domingos. Todos ellos se hacen más largos sabiendo que no incluyen una benévola encrucijada en donde se crucen nuestros caminos.




Espero ansiosamente a mañana para conocer en cuál de todas las cuestionables posibilidades encajará la verdad de tu amor. Todavía no deduzco si es que tu amabilidad es cosa del protocolo o es una cortesía franca. Si me has extrañado un poco desde el jueves, seguramente ya mañana me buscarán tus ojos cristalinos. Todavía no deduzco si es que tu amabilidad es cosa del protocolo o es una cortesía franca.

Fuiste en mi vida como la mañana, como el día al despertarse. El tiempo que me dure tu recuerdo no serán días de lucha para desprenderme de tu cara. Hoy mi corazón, al evocarte, canta como al ver los campos de girasoles en carretera Valladolid; o como al ver los artísticos sembradíos de amapolas que salpican el paisaje entre un pueblo y otro, camino a Alaejos. No necesito dormir, no necesito drogarme, ni arrastro la pesada carga de la victimización: me hace feliz tu existencia. Puedo recordar cuando miras con tu carita de ensueño, y quedarme tumbado mirando el cielo raso, sintiendo este enamoramiento culmen. Soñar con un futuro más amable. Sentir que los milagros se hacen posibles cuando uno sabe esperarlos.
Mismo día, casi las 12 de la noche – el día se ha trasladado entre los dos crepúsculos. Desde el amanacer, mis pensamientos fueron una odisea de ti, y una odisea de ti se expone por las calles de Salamanca. El anaranjado de tus cabellos abriga la nuca de alguna jovencita más pequeñita que tú. O el andar atolondrado de una mujer con gafas oscuras casi me mata de un síncope, cuando en ella vi tu presencia… fue entonces que en mi corazón se oyeron coros de un Aleluya.