lunes, 23 de julio de 2018

Las estrellas brillan menos cuando se está yendo el amor que las contemplaba



19/02/2017_Se fueron las estrellas y el amanecer subtormesino nos ha dejado un cielo de celeste pálido. Semejante a la metamorfosis de ese cielo, mi raciocinio cambia finalmente de variantes. Una derrotista confusión que aún no se decanta por saber en cuál de todos los posicionamientos de tu amor puede hallarse la existencia de este gentilhombre. Y otra vez cada mujer de esta ciudad comenzaba a ser tú. Hoy puedo decir las palabras que antaño no articulé por temor a pronunciar una profecía fatal. Pero lo cierto es que vivía en mí la esperanza de estar contigo. Pero he ido tachando la verdad con eufemismos que defendían la posibilidad de que en tu corazón habitara solamente este devoto de tus átomos y de tu existencia. Las estrellas brillan menos cuando se está yendo el amor que las contemplaba. Si por lo menos pudiera ver la seda que me sacara del laberinto de tus imágenes.

Todo comenzó en la inocencia de nuestras miradas. En cada convivencia bajo un mismo techo, estas aprovechaban para vigilarse sin regateos. Su imagen, mi Señora, no acompaña tanto como antes los sustantivos. El opio de esta vida consiste en imaginar que alguna vez podrías celarme sabiendo cómo amo a otras. Fue mentira de la esperanza aquello de que con el tiempo todo tiene su ocasión. Mínimo consuelo para mi corazón roto fue saber que he cumplido con el propósito que nació en mi alma pocos días después del día en que volví a verte. La franqueza de tus miradas hizo que otra vez nazcan sueños en mi capacidad de amar. En sus ingrávidas sustancias apoyé mis alas rotas, y así logré limpiar un poco a mi corazón de las insalubres contaminaciones de los fracasos.

dnld 2017








lunes, 16 de julio de 2018

Es sufrimiento más pequeño amarte sin tenerte que intentar arrancarte de mi alma a fuerzas del olvido







16 de febrero, 2017

Todo el día me resistí para venir a escribirte, pero finalmente encuentro en la simpleza de estas líneas el pequeño y efímero desahogo de no tenerte. Parece que todo estaba destinado para que sucediera así. Que los haya visto juntos sólo después de entregarte los dos años de oraciones que se recopilaron en estos textos. Fue culpa de ambos, nadie te pidió que abrieras estos sobre que que estaban sellados sin remite alguno. He caído en un círculo vicioso que tiene origen en las postrimerías de las madrugadas subtormesinas, y comienza a fluir a través de una copulación telepática a fuerza de escrituras cursivas en un papel, logrando así que durante el resto del día tu intangibilidad me duela menos. Aquel circuito secreto va perdiendo su efecto a medida que nos aproximamos a la medianoche. Y al despertar tu imagen crea en mi alma la necesidad de venir a escribirte otra vez.
Día siguiente, 22.25hs_Ayer se cumplió un año desde que te conté el significado de tu nombre. Aquella vez, literalmente, cumplí un sueño. Lo recuerdo como si fuera hoy, tus mejillas sonrosadas y tu mi mirada huidiza, que esquivaba el apriete de una respuesta, cuando agachaste la cabeza para ocultarme el rubor. Y exactamente un año después veo tan improbable cumplir el sueño de estar alguna vez a tu lado como una nevada en agosto. En virtud de esa improbabilidad, algo está pasando: otra va colonizando a mi mundo interior, tal como lo hiciste tú cuando había otra en mi corazón. 
Pero siempre me llena de felicidad el regreso de tus miradas, sin embargo ahora súbitamente se pone en punto muerto la aceleración de mis ilusiones, debido a la memoria que te vio acariciando su brazo. También colabora a mi deserción la irremediable imaginación que te supone en maravillosas convivencias junto al hombre a quien perteneces. Intento de que aquellas visualizaciones queden sepultadas bajo los chelos y violines de Bach. 
18 de febrero, 22.30hs_Ayer fue la primera vez que percibí la demanda de tus miradas como un reclamo de mis sentimientos, y esta tarde lloré igual que un niño cuando llegué a la inevitable conclusión de que finalmente nos amas a los dos. en contra de esta sapiencia, a conforme los días se van pasando, sigo esperando la llegada de tu amor a mi vida. Hago memoria y me doy cuenta de que los días de febrero se han ido yendo entre anotaciones y hondísimos extrañamientos a tu imagen. Van a cumplirse 31 meses desde que volví a verte, y tu recuerdo me acosa en cada despertar. No puedo seguir pidiendo a Dios por olvidarte, pues es sufrimiento más pequeño amarte sin tenerte que el que puede sentirse al intentar de arrancarte de mi alma.



dnld 2017












viernes, 13 de julio de 2018

El Waterloo de los renglones vacíos



14 de febrero, 2017

21hs_Pasan los días en la traumática batalla interna del no pensar en ti. Para ello me impongo el ayermado cometido de no venir a escribirte cada mañana en estas cuartillas blancas. El Waterloo de los renglones en blanco. Me duele el día, me duelen las noches. El cielo obscuro o escampado. Y cada jornada se termina en la lejanía de mi propósito: que me vaya doliendo menos el neurasténico hecho que existas. Ni el televisor ni la radio extinguen de mi interior a tu cara permanente, que ya parece un incendio apasionado que se forma de millares de focos destructivos. Y todo se ha convertido en un fatuo intento por olvidarte. Mis líneas ya no llegan a tus manos blancas, tu mirada infrecuente ahora no me detiene el paso. Quizá he tenido la fortuna de que otros textos hayan sido investigados por ti, mas ahora sufren el desprecio de tu compromiso con otro hombre. En mi historia cíclica los ánimos reiteran el dolor de otros desamores, que duraron por años.
Viernes, 23.15hs_El escamado interés de mis planteos va cambiando poco a poco. El hilacho infinito de las fantasías es frenado por un oportuno sentimiento de repugnancia que me pudo causar el saberte con alguien más. Demolí los castillos literarios que se fueron construyendo con el amor a tu existencia. Aprendí que una verdad dolorosa también cura, si es que nos corrige el hábito de que supongamos equivocadamente que alguien nos quiere o nos ha querido. Pero ahora sé lo difícil que es volver disimulando que no ha pasado nada. Y que un corazón roto no es algo eterno. De nuevo la sensible compañía de estas letras hizo más llevadera la carga de otro desamorío. Borges también fue una gran compañía en el itinerario de los minutos en que tu imagen empezó a despegarse de mi alma, mecanismo que forzó la noticia de saberte dormida junto a él.
No hay a quien culpar, únicamente a los consolidados azares que los escondieron a mis ojos por tanto tiempo. Hoy temo sentarme aquí para depositar aquella maltratada fe en los melancólicos versos de un poema que te nombre. Igual de grande fue la decepción con el destino –con el amor, o la Providencia-; en todos aquellos divinos mecanismos aposté una espera de dos años a que algún día llegarías.

Día siguiente, 5.10am_Los camiones de la basura son a la quietud de la madrugada subtormesina lo que un trastornado puede ser para la familia. La última herida fue decisiva. Yo era el tonto que edificó su casa sobre la arena. Y cuando los vientos de la realidad increparon uno a uno en los desprevenidos muros de mi incauta fortaleza de ensueños… todo se desmoronó. No volví a soñar contigo, sin embargo la conmovedora imagen de tu perfil continua siendo la sentida obra que inaugura cada día la ya sombría función de mis pensamientos. Hace años viví unos días como estos. Aquellos fueron peores, por cada te quiero he soltado un mar de lágrimas. Y cuando al fin pasó un año, ella volvió. Hubo tantos regresos, pero nuestros corazones nunca estuvieron listos al mismo tiempo. Dejé de creer en Dios, aunque la idea de que hay milagros es lo que me hace seguir luchando cuando las causas ya están perdidas.

dnld 2017



lunes, 9 de julio de 2018

Un jaque tácito



3 de febrero, 6.10am

Comenzó a llover. Nuestros vientos subtormesinos dan un jaque tácito a los cristales de los consorcios charros, de arquitecturas muy meditadas. Y los sonidos del viento son similares a cuando sacudimos las sábanas con vehemencia. Regresas de madrugada pero no como el amor, sino como un niño que se va de casa y vuelve al pasar penurias. Te hubiera esperado más, pero saber que vives con él desarmó las estructuras de mis sueños, dejándome sin alas para que mis ilusiones continuaran adelante.

Tenía la esperanza de que algo mágico pasara ayer. El día 2 del 2 es una simbología de la importancia que ese número representa en mi vida. Pero lo viví como un día ordinario, sin embargo en el fondo de mi alma estaba esperando que Dios impartiera sobre la Tierra un acontecimiento único, milagroso, algo que cambie el sentido unilateral del rumbo de los acontecimientos, de manera que mis ilusiones de ti comenzaran a revivir. Pero el jueves se desempeño al igual que los otros días que no encontramos señales de que nuestra felicidad está cerca. Hoy me arrepiento de no haber ido a ti en los momentos que me buscaste. Me vuelvo loco cuando veo los síntomas de que estás viviendo el amor con otro hombre. cuando te espera para despedirse tras la puerta y que nadie vea vuestros besos. Cuando le acaricias el brazo… cuando vas hasta él.

Día siguiente_Los consorcios parecen hechos de Lego, edificaciones de Tetris que se apilaron en lo profundo de la pantalla, creciendo en un horizonte manso. 4 tienen sus orígenes en los terrenos de Villamayor, 4 en los árboles de la carretera de Aldealengua, cuando un domingo como hoy regresaba del rústico pueblo de Babilafuente: los almendros se refrescan en la madrugada con la brisa subtormesina para admirar los consorcios del Barrio Garrido Norte. Hermosas ingenierías cuyas azoteas son bañadas con el amarillo solar en sus simetrías irregulares. Algunas veces me olvido lo bien que me hace escribirte a mano, de cuánto lo necesito. Anotar tu nombre en estos cuadernos, como si ese poético acto me fuera a otorgar la cercanía que necesito de ti. Uno desearía que estos platonicismos amorosos alguna vez tuvieran la oportunidad de cumplirse en vida. En cambio tan solo pudo amar a estos cuadernos manuscritos desde que te volví a ver.

Es inevitable seguir amandoté.