domingo, 28 de julio de 2019

Para que no se desperdicien las verduras de hace 2 días




Primero de mayo 21.50hs, día del trabajador_Continúan pasando los días en la nueva casa de Candelario. El olvido borra de nuestra inteligencia las imposibilidades que nos demostraban que nuestro amor fue sólo una ilusión más. Es entonces que las viejas reminiscencias de nuestra amada conquistan territorios mentales para seguir soñando que algún día vendrás a mí. Pero en el fondo de mi raciocinio sé que tú continuarás hacia adelante con tus planificaciones de vida, quizá tener un hijo o mudarte a una casa con jardín. Mientras tanto yo continuaré escribiendo para olvidar tu pérdida.
2 de mayo, 19.30hs_Y así se va terminando, mi bien, un día 2, cercano a los 4 años desde que te volví a ver. Pensé en ti cada día, hasta que sin quererlo, más bien luchando contra ello, llegó a instalarse en mi corazón el más hondo, franco, apasionado y perpetuo sentimiento de amor que haya conocido. Los días se pasaron en la absurda e incauta espera de alguna aparición relacionada con tu existencia, en la espera de tu imagen en vivo, de la audición de tu nombre en alguna parte... o de alguna palabra que me hiciera acordar a ti.
Día de la madre, 22hs_Se acaba este domingo, repasando textos antiguos con la finalidad de rescatar algún proyecto perdido. La guinda de este hogareño pastel la acaba de poner mi padre, quejándose de todo ni bien abrir la puerta de regreso en casa. Mi más querido octogenario se va desahogando de su cansancio pasito a paso, respirando con jadeos de intensidad apropiada. Ruidos de padre. En cuanto a mi amor por ti, esta tarde de soledad me ha inspirado la voluntad suficiente como para que pase en limpio dos o tres de estas cuartillas a ordenador.

9 de mayo, 21hs_Esta tarde el deseo de encontrarme con tu nombre se instaló en los momentos huidizos. Eché de menos la suerte que tenía todas las tardes de que tu nombre me sorprenda en la boca de otras personas que no sabían que te amé. También me pregunté qué pasaría si hoy fuera a buscarte. ¿Me mirarían tus ojos inquisidores? ¿Te levantarías para cruzarte conmigo? Los almendros siguen aquí, parecen que fueran los únicos que conocen mis costumbres y secretos. Parece que supieran sobre qué escribo.
10 de mayo_Dos o tres piedras de la maceta de renacido permanecen estáticas en una tapa redonda para Cds. El murmullo de un noticioso ingresa por la ventana del 3ºD, allí los dos almendros profesan una perplejidad silenciosa ante la interesada opacidad de una civilización tibia. Dentro de casa, el comportamiento esquizofrénico de mamá desafía la tolerancia de los demás. Puede estar horas y horas revolviendo violentamente cajones y estanterías para desquiciarnos a los demás, y así alguno le preguntase qué era lo que perdió y echarle la culpa a papá. Al mismo tiempo cocina algo, quizá hiciera arroz y lo mojara con una salsa de tomate que fritó hace 2 días para que así no se desperdicien verduras. A veces la realidad me gana y analizo su comportamiento con mayor objetividad. Me pongo a pensar en si no será que sus disparates son actitudes deliberadas que tienen como objetivo acusarlo a mi padre de su propia infelicidad o de mandarse la parte exagerando los dramas o es que tiene necesidad de hacer un sainete.