lunes, 29 de enero de 2018

Isabeles y sus maridos han de estar viendo los noticiosos antes de irse a la cama, tras el mimoso besito de las buenas noches









Mi querida Señora,

Separado por una hora de siesta, nuestro domingo se va yendo bajo la ciudad ocre. El sueño nos aproximará hacia el día de mañana. Pero antes dedicaré un tiempito para pasar en limpio algunas de las escrituras dedicadas a tu nombre, que fui apuntando en estos cuadernitos rallados.
Este lunes pasado caí enfermo. Mejoré hoy, miércoles, y fui a pintar a tu vista. Estuvimos tan cerca de hablanos cuando nos fuimos. Sabía que si cogía el camino de siempre me iba a cruzar contigo. Pero algo dentro de mí me obligó a evitarte. Te miré dos veces cuando bajaba las escaleras, pero en ninguna tu mirada se dio vuelta para decirme adiós.

Viernes_Hoy viernes, en la mañana, no tan de madrugada, soñé con la biblioteca. En el mismo sueño te presentaste tú. Conjeturando que la verdad de aquel sueño era que tú me estabas llamando, cerquita del mediodía fui a ver si me mirabas, quizás porque busco razones para amarte con más vehemencia. Long may you run, continúa con su rum-rum mental desde que te vi.
La neblina enfría las callejuelas y los entrepisos de la Salamanca nocturna. Isabeles y sus maridos han de estar viendo los noticiosos antes de irse a la cama, tras el mimoso besito de las buenas noches.

otro día_Mañana, miércoles, nos despediremos hasta el 28; pasará Navidad el viernes, mi Santo también se irá. Quisiera que alguna vez me digas si me echas de menos: se han agotado los recursos para no pensar en ti. Si acaso esperas las cartas que te envío, llegarán a tus manos en poco tiempo, mi bien. A veces voy a verte, y noto en tus ojos cierto reproche, como si te dieran celos de mis cuadros. Si así fuera, quédate tranquila, mi bien. Pues ellos a ti te pertenecen.

Ya pasaron dos días desde que tuve la inmensa dicha de desearte una feliz Navidad. Pasaron 9 años desde que aquel poemario fue coronado con la tinta del punto y final. Y 9 años aguardé para darte aquellos poemas, escritos cuando una equivocación me comunicó un nombre apócrifo para ti. En todo ese tiempo, la remembranza no detuvo la reiteración de tus caritas taheñas.

Unas flores chinas con las aristas doradas rellenan la superficie roja del papel de regalo que envuelve el ajedrecito preparado para darle a Javi, por su cumpleaños en el día de mañana. El Sol brilla más en este momento, cerca de las 3 de la tarde, como si el sistema solar se estuviera preparando para recibirte cuando sales a la calle.
22.30 hs_Mañana iré a ver si tus miradas son de buscar de nuevo a este servidor. ¿Las letras que te dejé fueron motivo de alguna conversación en tu vida? Por algunos instantes me asaltan los pensamientos derrotistas, como los forajidos a las caravanas de los pachorrientos vaqueros en el viejo Oeste. Por ejemplo, que cada vez que te hice alguna mención de algo, tú lo hubieras meditado luego, y no estés esperando otra cosa que no sea un acercamiento mío, pero no para darme más esperanzas de vivir un amor… si no al contrario, estés esperando rechazar las proposiciones que nunca te haré, pero que tú has adivinado siempre en mis ojos.
He recibido alguna que otra señal en todo este tiempo: lo que ignoro es si son una clara invitación d Don Amor para que golpee a la puerta de tu corazón, o si únicamente serán una traicionera interpretación de mis expectativas, por siempre partidarias de que la imagen de este servidor bucee en la hondura de tu corazón como la fauna del mar.

Domingo 20 de diciembre, 2015_Continúo descubriéndome practicando en voz alta las enamoradizas palabras que espero poder decirte alguna vez. Sé que vivimos en una era donde las declaraciones no tienen demasiada importancia para ninguno de los dos bandos. Y sin embargo llevo enquistada la necesidad de introducirme a tu amor por medio de las palabras. Mi sueño es que si alguna vez constituyo la verdadera historia de amor de mi vida, esta se inicie con el prólogo de una oración que te declare el infinito amor que ha cultivado en mi alma la extremada fascinación vivida por cada por cada una de tus moléculas.










domingo, 28 de enero de 2018

Te extraño con la misma vehemencia que extraño a los juguetes de la infancia, y tu existencia me emociona como el recuerdo de un día de clases en el que fui feliz























Escribiendo de 6,30 a 7,30am, pareciera que los sucesos del resto del día se alinearan con nuestras expectativas. Sin embargo, el mayor de mis anhelos hoy no se ha hecho realidad. Ni en el viaje a Villamayor te vi, ni cuando fui a dibujar a la plaza. Tampoco al ir entre los viandantes de calle Toro me crucé con tus cabellos espectaculares. Me la paso recordando los cortitos momentos de felicidad que pasé a tu lado. Mi pensamiento se fue convirtiendo en una leal escalera que asciende cronológicamente por cada diálogo que he tenido contigo.
Te extraño con la misma vehemencia que extraño a los juguetes de la infancia. Y tu existencia me emociona como el recuerdo de un día de clases en el que fui feliz.
Y otra vez, mi querida Señora, he soñado contigo. Te preguntaba por un volumen, el cual buscabas pero ya no me acuerdo si encontraste. Tenías el cabello recogido, como la última vez que cruzamos palabra. Tu imagen estaba como a la sombra. No puedo recordar a tus rasgos, pero sé que eras tú. Soñé también con una compañera de la escuela. Era buena persona y también buena estudiante, me ayudaba muchísimo, fue cuando no podía escribir. La caligrafía que logré hacer con la mano izquierda siempre trata de parecerse a la suya. Se llamaba Gisela.


Si anoche soñé contigo
Y esta mañana pedí porque me quieras:¿Es posible que me extrañes?
¿O que los avatares de esta tarde
hayan pasado para que tú me amaras 
más que antes?


Ayer, 11 de noviembre, Dios bendijo al Mundo cuando tus ojos me buscaron nuevamente para saludarnos. ¿Cuáles son tus sueños? ¿Un servidor pertenece también a los volátiles causes de tus sueños?
Viernes 13 de noviembre_Quizás haya encontrado usted el sobre rojo que quedó tras una antología de poemas en español. Pues esta tarde se acercó usted a la habitación en donde suelo aguardar su llegada cada día.
Sábado 5,30 am_Hoy, al anochecer, ya habrán pasado 3 días desde que un sobre rojo le confesaba el amor que por usted siento; fue deliberadamente escondido entre los libros de ensayo, para que lo encuentres vos. ¿Se habrá revolucionado la planificación de vuestras rutinas? Entonces –si es cierto que me ama-, no solamente aguardará mi acercamiento, sino que vos desde ahora también cogerá alguna iniciativa, para que así se acelere la llegada de otros diálogos… de otras miradas. El amor transcurre cada día con mayor vehemencia por el flujo sanguíneo de estas venas, acompañando el bombeo de mi sangre, energizando el alma que vive en mi pecho. ¿Cómo sería la manera correcta de expresar eso? ¿Tengo un alma en el pecho o Habito en un cuerpo humano? Los presentes que fui dejando para que encuentres entre los libros gordos y flacos, ni por asomo tienen la calidad del cariño que siento por todo lo que compone tu existencia. En cada minuto que pasa viaja el recuerdo de tus caritas, de tus palabras y de tu timbre de voz. ¿Hay mejor manera de describir al amor? Una absoluta evocación de las características y peculiaridades de la persona a quien pertenecemos.
21 de noviembre de 2015_Se repite otra vez el sueño que te tiene como coprotagonista principal. Tenías los estupendos cabellos recogidos esta vez. Y me mirabas con esa carita de estupefacción, entretanto tu servidor le comentaba a otra persona acerca de tu hermosura única. Jedyna moja. Todo transcurría en avda. Virgen de la Vega de Salamanca, bordeando el club de golf de Villamayor. Allí, a la intemperie, se herraba un escritorio en donde estabas sentada, y me recibías tal cual lo harías a diario en tu lugar de trabajo. También en las veredas tenías carritos rebosantes de libros para colocar; las estanterías estaban en las paredes de las viviendas. Con tu típica seriedad, ponías orden en todas las cosas. De súbito, pronunciabas una frase refiriéndote a la gente:
Cuando conozco a alguien generoso, confío.

Todo fue muy nítido.
El cansancio hace parecer que al día le faltan horas para hacer todo lo que tengo meditado respecto a ti. Me acerco al papel brevemente para contarte que hace dos noches tuve un sueño que hoy se hizo realidad. Y tú eras la protagonista.



Continúo maravillado con las poquitas palabras que me animé a comentar contigo ayer a la tarde. Nos acercamos a la finalización de la segunda cuartilla que te va nombrando hoja tras hoja. Estas letras han sido inspiradas por la vehemencia de tu hermosura, tu personalidad tímida, tu sabiduría reservada… y tu carita inevitablemente coqueta.









dnld





viernes, 26 de enero de 2018

En un solo segundo podemos cambiar un designio negativo que nos venía persiguiendo desde hacía meses y meses








Con frecuencia, nuestros temores suelen ser más grandes que nuestros sueños, y necesitamos días y días de meditación para dar el siguiente paso, a llamar a esa puerta, tras la cual nos estaba esperando la realización de nuestros deseos.
Se va el 6 de octubre, mi queridísima señora. En otros, los astros me han situado en algunas vicisitudes que han terminado en desgracias, tan injustas como la felicidad que hoy sentí al verte.

10 de octubre de 2015_Mañana, domingo, habrán pasado 10 días desde que no te veo. Quizá este saudade fuera menos si vengo a escribirte, sabiendo que quizás el día de mañana pases por aquí y puedas leer las pequeñas y grandes añoranzas que sentí por ti, cuando no estabas cerca mío. Y no paro de extrañarte: cuando recorro las carreteras nubladas, cuando cruzo las avenidas… cuando fotografío esta hermosa ciudad tormesina. Me gustaría que me mires otra vez, oírte decir mi nombre con la misma vehemencia con la que yo pienso en el tuyo. Que te gires de nuevo para verme, saber de ti algo más de lo que se puede saber a simple vista.
3 am_Las 3 de la mañana saludaron hace un rato a este insomnio. Te esperé lo mejor que pude. Y tu mera existencia de mí extrajo lo mejor.


26 de octubre, 11 de la noche
Hoy, 26, es el número de tu onomástica. Me has hecho inmensamente feliz cuando me miraste otra vez a los ojos. También te vi el viernes, mientras dibujaba frete a la perfumería Julia, de calle Toro. Me decidí a dejarte algo mañana, por primera vez, lo tengo preparado desde el 23 de septiembre, hace ya más de un mes. Pero no me atreví a dártelo.

27 de octubre, 2015_Bajo un tomo de poesía de Baudelaire, escondí para que la encuentres una misiva que manifiesta los sentimientos que aún no te pude decir. En el contenido de ese sobre iban los últimos recuerdos que me habían quedado de ti, la última vez que hablamos en el 2006. Creo también que te comentaba algo del viaje a Segovia. Digo “creo”, porque ese sobre te lo escribí a finales de setiembre, en conmemoración de nuestra última charla. Pero no me animé a dejarlo, porque me parecía que una frialdad ajena distanciaba nuestras miradas. Extraño aquellos instantes...
Desde que tuve la inmensa suerte de mirarte otra vez a los ojos, el año se completó. Este mundo nuestro pasó otra vez por las 4 estaciones. El verano fundió en la remembranza tu expresión naif y tus ojitos de caleidoscopio que gira. Las hojas secas de abril escribieron el opus de todo un año sin ti, pero al mismo tiempo la presencia energética de tu existencia irreemplazable. Alguna nevada rasca, la melancolía que fundó esta obra cursiva. Y una primavera más, los caminos de colza maravillosa y los sembrados de amapolas y los esperados campos de girasoles. Y en cada camino te pensé miles de veces. En todo ese tiempo, probablemente no me hayas amado como me lo supuse. Y aunque las ilusiones han fabricado castillos sobre la arena, también es posible que alguna vez me hayas amado. Qué hay de cuando te girabas de golpe, y me clavabas los ojos como diciendo “¡Buuuuu!”. Aquellos sí fueron momentos maravillosos, una colación de los segundos en los que te hablé al verte de nuevo.







Dnld

jueves, 25 de enero de 2018

Tal vez el vacío que he sentido por tu ausencia se llenó con el olvido











Mi queridísima Señora,

Del lunes al viernes hubo un hueco en mi vida imposible de llenar. Pero finalmente, la semana sin ti pasó. Esta madrugada he soñado otra vez contigo. Tenías recogido el cabello, y estabas algo pálida como para haber tomado sol durante tu ausencia. Te recuerdo en tres escenas oníricas: cuando te vi nuevamente, cuando te hablaba… y cuando me decías que “no”, como cuando me decías que no te llamabas Laura. Esta semana fue la más larga de todo el verano.


5 de septiembre_Me gustaría despertarme así todos los días: la tortura de extrañarte ya no agobia, pues hoy te extraño menos. Tal vez el vacío que he sentido por tu ausencia se llenó con el. Y ya no me siento solo: la integridad añorada por fin ha incursionado en la resurrección. Cuando recuerdo tus caritas, ya no hay culpa ni extrañamiento. Sin embargo, aunque no fue un año entero, han sido 6 meses de escritura que únicamente te han nombrado a ti.

25 de septiembre_rondando la medianoche. ¡Cuántos pretendientes solicitarán tu palabra! A simple vista, ya conté tres: el que va a preguntarte de literatura, el callado… y un servidor. Mañana te dejaré el primer sobre con una intensa demostración de mi amor. ¿Qué harás con él si lo encuentras? ¿Lo encontrarás tú?
26 de septiembre_Esta mañana, como te había escrito, fui: bañado, afeitado, y lo mejor vestido que la pobreza me lo permite. Pero no estabas. Presumo que ya te desenamoraste lo suficiente como para que tus ojos no quieran buscar mi mirada. Y cada vez que no me mires, yo me mortificaré con el arrepentimiento a mi medida, pensando que pude haber hecho mucho más para estar a tu lado.

27 de septiembre_12 de la noche. A pesar de todo ello, rebalso en la expectativa de verte otra vez. Sin embargo, la esperanza de cruzarte por casualidad, me persuadió para que vaya a sentarme a la calle, para dibujar fingidamente mientras te esperaba ver. Y te esperé en cada joven que pasó cerca de mí. Ninguna pelirroja me ha hecho “morir de estupor”, como lo escribió Giovanni Papini, pues en ninguna mujer he notado hoy tu talidad. Pero también me di cuenta de que en cada mujer que miro veo algo tuyo: las pequitas anaranjadas, tu tez rubicunda, o la fisionomía de tu cariz. Y cualquier rasgo que se parece a uno tuyo me conmueve.
29 de septiembre_ Las nubes del cielo subtormesino esbozan artísticos contornos en la pubertad del atardecer. Valentina maúlla sus miau-miau-miau como si quisiera que su molestia me desconcentrara de ti. Las miradas del amor ideal no han llegado. ¿Te escribiré en verso? ¿Prosa, tal vez? Extraño muchísimo tus miradas, tus saludos por los pasillos, una vez por jueves con puntualidad… las palabras que me decías con la mímica de tus ojos transparentes.



Tengo saudade de lo que me dabas


No has vuelto a mirarme cuando me voy. Antes, tus ojos transparentes buscaban el contacto con los míos, aprovechando –casi diría- toda oportunidad que tuviéramos. Tengo saudade de lo que me dabas. Nostalgias idénticas a las vividas en Lolalandia. Hay otra que una vez revoleteó en mi corazón. Ese acercamiento lo produjo la falta de ti. Lamento, mi querida señora, el no poder acercarme más. pero lo viviría como una insolencia contra mí mismo. Pues al no acercarte como lo hacías antes, no revive en mí el coraje para acudir en la búsqueda de tu presencia. A mi pesar, reprimo la iniciativa de ir en tu búsqueda. Aunque estas letras sean un leal testamento de todo mi amor.

Pero siempre estoy a la espera de que resucite en mi corazón la fe que nacía con tus miradas.

dnld




miércoles, 24 de enero de 2018

Ha comenzado a atacarme la misteriosa patología de transformar en ti a las figuras que a lo lejos se te parecen


Mi queridísima Señora,


Incredible String Band interpreta, con sus clásicas aunque psicodélicas corcheas, My father was a lighthouse. La tranquilidad de la escritura, la exitosa cirugía a corazón abierto que le han practicado a mi padre, que además de mitral y aorta parece que el escalpelo le arrancó un strigoi del alma..., la serenidad en casa. Estos son días felices para mí. Pero entre todas mis meditaciones, la más permanente son las memorias de ti y el cariño que te he cogido en estos 18 meses, que ahora erupciona en mi alma al igual que los rosedales florecen a finales de febrero para recibir a la primavera de Salamanca, mi querida tierra subtormesina…Mañana iré otra vez a buscarte, simulando que el dibujo es la primacía en el itinerario de mis intereses. Entre tanto y tanto, continúo contándote que hoy ha comenzado a atacarme la misteriosa patología de transformar en ti a las figuras que a lo lejos se te parecen. Aún no estoy seguro, mi bien, de que hayas abierto tú el sobre que te dejé 7 días atrás entre dos libros de poesía, como un romántico sándwich de este enamoramiento, que prosigue en su ruta de anular la razón. Y repito en voz alta el hasta luego que no dije la última vez que te vi. Quizás porque no siento que me separe; algo de mí queda contigo y algo de ti queda en mí. Y el recuerdo de tus acercamientos fortalece la fe en amarte.
Una nueva tormenta salpica las hojas de las acacias que merodean al exuberante tanque de la coqueta plaza de la Chinchibarra. Una ventisca bambolea las copas del árbol de Júpiter; voces de 3 adolescentes juegan la etérea competición de subir hasta el 5º piso. La noche es tentadora pues representa más reto para la subsistencia. Igual que aparece un gato en el terraplén de la llana carretera Valladolid, que al verlo mi corazón salta de su sitio, pues así me siento desde que desperté, meditando que tal vez mañana te vea de nuevo, queridísima mía.




5am_El 30 de agosto prosigue con su evolución estelar. Y una nueva experiencia que me acerca hasta ti llegó a mi vida como un colibrí que aparece de la nada. Probablemente ahora estarán tus ojitos cerrados, para disfrutar del sueñecito ocioso de la noche. ¿la madrugada tendrá estrellas en el cielo? A estas horas, a finales del otoño subtormesino, ya no se oyen los ruiseñores para acompañar el desenlace de la oscuridad.
Noche_Hoy fui a buscar tus miradas. Pero no te encontré, ni allí ni en la ciudad triste. Si te vas a la playa me pone triste, ya que el miércoles 2 de septiembre no podré desearte buenos días, el mes 13 desde que te volví a ver. Presumiendo que no estarías, hoy fui a dejarte una carta. Se va terminando el día en que celebro secretamente que hayan pasado trece meses desde que volví a verte, el día que fui a empezar un dibujo cerca de ti, sin esperarme que el Destino me daría tanta satisfacción al volver a mirar tus ojos translúcidos. Yo no sabía que aquella fecha sería tan significativa para mi, ya que desde entonces no he dejado de recordarte en cada uno de los clásicos momentos de soledad. Desde entonces no pasa un minuto de mi vida sin que sea llenado con tu cara maravillosa, con tu escote cálido, tus palabras tímidas, o tus silencios ansiosos. Cada segundo es una imagen, una cara, un silencio o una palabra tuya, que mantiene a mi mundo superpoblado de tu existencia. No veo la hora de que regreses. Y Dios quiera que ese momento esté acompañado de la oportunidad de ver tus ojitos fascinantes.

3 de septiembre, 2015










martes, 23 de enero de 2018

Quizás los momentos de no vernos crearon en tu alma los icebergs del olvido






















9 de septiembre, 2015_ De súbito me dieron ganas de salir a la calle. Me pregunto si no tiene que ver contigo; si no serás tú acaso que ya has vuelto, y me llamas para ir en tu búsqueda por las calles subtormesinas. Van 12 días que no sé nada de ti. Pero tengo casi la seguridad de que en algún momento me has recordado. Por mi parte, pensé muchísimo en tu imagen; te mentiría si te dijera que continuamente, aunque la primera semana sí. Luego, la ansiedad por tu presencia se tornó más manejable. Sólo que, igual que ahora, irrumpes en mi corazón como una flecha envenenada con el enamoramiento.

10 de septiembre, madrugada_Una neblina semiespesa forma una cariz preocupante para los vecinos del pomposo barrio Garrido Norte. Los médicos funcionarios preparan sus planes para que todo el día les salga como a ellos quieren. Seguramente tú estarás pronto aquí, sumida en tus obligaciones y minutos de silencio.
El 17 es un número que me ha perseguido, como si fuera un misterioso ratoncito al que persiguen un gato cada tanto, desde que era un adolescente. Hoy se cumplen 17 días que no sé de ti. Como a Borges, a mí también me caen simpáticos los números impares. Hoy regresé con un mar vacío en mi corazón causado por tu ausencia. Si te hubiera visto me sentiría avalado por el Destino para continuar pensando que estar junto a ti es una ilusión posible. Me ha hecho inmensamente feliz volver a verte. Siguiendo con el camino de mis manías, el número de hoy es 15, la niña bonita. “Escribo porque me hace amar más”, apunté una vez. Y hoy te amé íntegramente. Te vi. Soy feliz con verte. Después transito entre los dos crepúsculos como volando. Hace unos buenos días, mi bien, que no abro este cuaderno (testimonio póstumo de nuestros entrecruces) para escribir, para datar los furtivos encuentros de nuestras miradas. Ahora las guardo como un tesoro. Pues ya no necesito escribir para saber que te quiero. ¿me considerarás lo mismo que a los hombres que te buscan? Quienes se quedan sentados día tras otro a la espera de que el acostumbramiento a sus caras te enamore de ellos. Para ser franco, hoy también tengo miedo a perderte. Quizás me hayas querido un poco menos, cuando me viste en otras compañías. Quizás las dos semanas de no vernos crearon en tu alma los icebergs del olvido. Enese tiempo yo pensaba cada día un poco más en ti. Y cuanto más nos acercábamos al final del verano, más ansioso y expectante me sentía, pues junto a setiembre se aproximaba el día en que volvería a verte. En el Sur, te acompañarían las flores de los almendros y las Gardenias,  pero aquí te traen las hojas secas de los abedules y el platanus perennis. Sin embargo aquella vez no volviste. Me defraudó la especulación, y el tiempo esperado no fue otra cosa que el vacío reflejo de mis temores.


23 hs_ Mañana, mi bien, se cumplirán 9 años desde la últimavez que hablé contigo en el 2006. Me costó continuar adelante con aquellas imágenes, las más hermosas y más tristes del Mundo, cual lo diría Exupery. Hasta que en agosto del año que pasó volví a verte. No fue un encuentro más para mí. Fue algo maravilloso. Pero no es de esas cosas que venía a escribirte, en esta noche de luna opacada. Quería decirte lo hermosa que estabas hoy. Cuando te volví a ver. ¿Puede ser que en tus miradas cada vez más furtivas se haya afirmado el sentimiento de seguridad? ¿O es quizás que cuanto menos nos cruzamos más ocupa el olvido en tu corazón?



23 de septiembre de 2015



dnld













lunes, 22 de enero de 2018

La lejanía de ti estira los momentos de una manera casi cruel










Queridísima mía,


Un salmantino al menos desconoce el origen de este festivo. Tal vez día de alguna virgen, o de algún prócer de 3 al cuarto. Pero en lo personal, todos los días son el santo de tu nombre. Pienso en ti al abrir los ojos y me desvelo al recordar la cercanía de tu existencia.
Esta mañana salí de casa pensando en tu nombre. El resultado han sido tus miradas, como un regalo de los ángeles. ¡Tantas cosas por decirte cuando me miras así! He sido tremendamente feliz con las caricias de tus ojos.


17 de agosto, 10:00 pm_Regresé del trabajo, en cada momento esperando cruzarte. Cada cosita que he hecho en estos últimos meses ha sido para estar más cerca de ti.
No sé si corresponde mantener un interior así, pues vivo llevando una ignorancia basada en suposiciones más que en pocas verdades. Soy más feliz así, por supuesto. Mas sé que vivo en pecado al desperdiciar una parte de la compleja intelección.
21 de agosto_Decidí dejarte y en mi alma se instaló la melancolía, mi Señora. Paso los días recordando los momentos que viví en presencia tuya. Y me muero de espanto pensando que atravesaré estos pasillos y ya no tendré tus miradas translúcidas. Encuentro tu voz en los ecos lejanos de otras voces; tu nombre, en las conversaciones sobre el clima que los demás proclaman sin saber que son escuchados por este hombre, ni tampoco que al pronunciarte me darán nuevas esperanzas de que Dios quiera que nos amemos.
El fin de semana ya está con nosotros. Y medito en dónde te buscaré durante el sábado, dónde el domingo. Pareciera que hoy los dioses están en contra de que te escriba. En el silencio nos envían a las urracas para que canten con su canto como cornetas. Todo tiene la manía de distraerme mientras te pienso.
Regresé del trabajo, en cada momento esperando cruzarte. Cada cosita que he hecho en estos últimos meses ha sido para estar más cerca de ti. No sé si corresponde mantener un interior así, pues vivo llevando una ignorancia basada en suposiciones más que en pocas verdades. Soy más feliz así, por supuesto. Mas sé que vivo en pecado al desperdiciar una parte de la compleja intelección.

22 de agosto_Desde hace mucho, los fines de semana parecen tener 3 días. Prontito se habrá marchado este soso sábado, primer día sin verte. La lejanía de ti estira los momentos de una manera casi cruel. Esta tarde pasó un milagro: pude filmar el esfinge picaflor, bebiendo el néctar de los jazmines en la terraza, y revoloteando entre las magnolias del café Borgoña. Y cuando pasaron las horas, me di cuenta de que en ese momento no pensé en ti. Fue como la fascinación que sentí al verte de nuevo, hace un poquito más de un año.  Pero durante el resto del día me preguntaba cómo serías como pareja. Seguramente te encantarán las flores, ¿pero cuáles? Verde, amarillo, rojo… ¿Cuál será tu color favorito?


5 de septiembre, juega España con Eslovenia_A veces uno vuelve a los viejos vicios. Mediante claras y esquivas señales, Dios me persuadió para que yo regrese esta tarde al vicio de pensar en ti. He sentido tu regreso, igual que aquel domingo te sentí volver de no sé dónde. El sentimiento es como si fueran mimitos en el alma. Eso hizo que saliera a buscarte, a sentarme en un banquito para ver si pasabas casualmente. Presumo que mañana te veré de nuevo, después de tu semana de ausencia. Porque hoy te comencé a echar de menos desde el mediodía y no paré de pensar en ti: te presentaste para alborotar mis ideas, dejando a mis pensamientos enredados en un remolino, en cuyo centro estás íntegramente tú.


Virgen de la Vega de Salamanca 10,30 pm_Estoy a punto de irme a la cama, con el pdf de Todo Mafalda, para leer y al mismo tiempo sentir un poco de cariño por las tiras que he leído hace ya bastantes años, tiras de un humor tan tierno al mismo tiempo que fino.
A diferencia de los últimos dos días, en que el recuerdo de tu semblante se ha ido como difuminando, pienso en ti desde que atardeció. Empecé a luchar en contra de las palabras preparadas hace ya bastante tiempo. En cambio soy de observar cómo se comporta el Destino en los vaivenes de las historias de amor. Así me dejo guiar espontáneamente por las señales que me dan tus ojos, o por la mención de tu nombre en un programa de radio… quizás sea una gran equivocación; como decía Castañeda:
Así el hombre espera cuando debe avanzar, o avanza cuando debe de ser paciente…
Quizás sea mejor que te hayas ido, así podré continuar con el plan de olvidarte, a fuerza de no verte o de no pensar en ti. Pero me alcanzaría una sola mirada tuya para ir a buscarte.


Dnld












domingo, 21 de enero de 2018

¿Acaso estar enamorado no consiste en la iluminación absoluta de nuestro lado oscuro , gracias a los pensamientos permanentes de la persona amada?


























Mi queridísima Señora,


Hoy he terminado de pasar en limpio el primer cuaderno que dedico plenamente a tu nombre. ¿Cómo terminaré esta última cuartilla, precedida por otras tantas en los que ha figurado un te quiero? Inevitablemente, agradeciendo a tu existencia, que tantas oraciones poéticas me ha inspirado a escribir. Pero sobre todo, agradeciendo también que aún después de tantos años hayas permanecido ahí, como si tu yo del pasado nunca se hubiera ido, igual que en aquel cuento de Giovanni Papini.
No hay muestra de amor más grande que pueda hacerte: mi escritura y mi honestidad.


7 de agosto_Mañana cumplo 38 años. Estrené una mochila negra, y pedí tres deseos como es costumbre: entonces me di cuenta de que todos tenían tu nombre. Dos de ellos se cumplieron cuando te vi. Siempre espero cruzarme contigo, mi amada, cuando camino por las fraternales calles y callejuelas de Salamanca, la queridísima ciudad subtormesina… cuando te espero.






Finalmente, el 8 de agosto llegó. Mi primer cumpleaños. desde que desperté, en mi pensamiento te habrás repetido unas mil veces, como una mariposa que tiene el capricho de ir y venir: apareces y desapareces en enamoradas remembranzas, que te tienen a ti como la única protagonista. Sin papeles secundarios la función de mis pensamientos tiene a tu carita pecosa como la actriz principal. Mientras que en la vida tangible busco en otras caras los rasgos que tienes tú; en otras caminatas, tus pasos; en otras cabelleras, el color rubí de tu pelo


10 de agosto, 2015_El horizonte subtormesino pospone las nubes a los consorcios bajitos, mientras los autos avanzan por el paseo de los Cerezos, como si fuesen un caracol que cambia el color. Hoy no demostraste ningún sentimiento de alegría cuando fui a verte. Caray… quizá yo imaginé todo esto; el amor en tus ojos, antes tenía el privilegio que me buscaran a diario; la candidez en tu timbre de voz; el revoloteo de estigia que hacías en derredor mío cuando volví. Las últimas palabras que te he dicho funcionan en mi mente como un mantra amoroso, que lavó mi interior de otras impurezas como rencores o preocupación. ¿Acaso estar enamorado no consiste en la iluminación absoluta de nuestro lado oscuro, gracias a los pensamientos permanentes de la persona amada?
Probablemente mañana te vea otra vez, fastidiada por quienes te miran sin decir nada, acobardados por tu belleza, propia de las sirenas y de las diosas.


Mi saudade, mi jedyna… mi todo.













sábado, 20 de enero de 2018

Del naranja al rosa


















Domingo 2 de agosto de 2015





Mi queridísima Señora,


Hoy se cumple un año desde que volví a verte. Te escribo las cosas que me encantaría decirte hoy mismo, pero que seguramente te sonarían desubicadas, o fuera de momento o de lugar. “Fue maravilloso volver a verte”. Jamás olvidaré aquella expresión de niñita regañada, miscelánea de una inocencia puramente tuya y de perplejidad absoluta. A partir de entonces, más tuyo y de tus miradas fue el mérito de que un año después de aquella mañana, hoy exista entre tú y yo este diálogo formal y diplomático. Me siento extremadamente agradecido por cada segundo en que tu luminosa existencia se entreveró de alguna manera en mi vida: tus holas por el pasillo, puntualmente una vez por semana. Tus sonrisas secretas, que al principio te costaba disimular cada vez que me acerqué a ti. O tus mejillas ruborizadas, que pasaban del anaranjado al rosa mientras me hablabas de Ibáñez.
Me costaba seguir adelante con los recuerdos que me habían quedado de ti. Pero eso cambió. Tu amor me ha vuelto un poco loco. Y se siente maravilloso. Igual que 9 años atrás, hoy, en el aniversario de mi regreso a ti, fui a calle Toro a esperarte. Paré el atril en un banco, y fingí que dibujar era mi principal interés. Pero a cada segundo estaba atento a ver si venías tú.
22hs_Te contaba esta madrugada, que hoy ya hace un año que volví. La Tierra ha hecho su órbita formal, y otra vez nuestro pequeño y hermoso planeta repite el ciclo de nuestro primer encuentro, y de nuestra circunspecta relación que, por parte mía, fue un gigantesco cultivo de emociones amorosas. Recordé miles de veces a tus caras. Descubrí tus pecas, tu rubosidad y tu transparencia. Y en mi corazón se ha arraigado el amor. En un año escribí un cuaderno tan solo para ti. Hice amigos… y algún enemigo también. Pero lo más importante de todo esto has sido tú.

Dnld
2 de agosto, 2015







Hoy finalmente, 3 de agosto, te he vuelto a ver. Un día perfecto. Me recibió tu mirada. Te dejé un mensaje, encima de un bibliorato. ¿conseguiré que cada día 2 esperes encontrar uno? He  aquí, mi queridísima Señora, la última hoja de este cuaderno que has conseguido inspirarme con tus ojitos cristalinos, de caleidoscopio. Ya casi se terminan de rellenar los numerosos renglones que aquí se diagramaron para que mi puño y letra rinda un esmerado honor a tus rasgos de muñequita de Saraquei.  Cuando le ponga el punto y final a la siguiente cartilla, me alejaré de la isla que me dio refugio de la falta de ti.
Rápidamente, comenzará la empresa del segundo cuadernillo a mano cursiva, cuyas epístolas irán encabezadas por tu nombre. La única frase indeleble fue una pregunta que se repite salteadamente conforme los días se sobreponen unos con otros:
¿Qué sentirás cuando nos miramos?

viernes, 19 de enero de 2018

Mientras tergiversaba todas las caras mujeriles hasta que fueran la tuya

















11 de julio, sábado_Por otra parte, buscando tu aprecio, hoy fui a terminar un trabajo cerca de ti. Creo que me he vuelto un víctima de la locura por tu existencia. Esta semana ha sido maravillosa. Y hablando de Roma: esta tarde, mientras tergiversaba todas las caras mujeriles hasta que fueran la tuya, me pregunté si vendrías a buscarme como lo hacías antaño, cada tarde y cada mediodía. ¿Cuándo veré de nuevo tu carita impecable? Cuando veo tus ojos vuelvo a considerar la vigencia de un plan divino repleto de generosidad para cada uno de nosotros. Pero que dicho plan no está al alcance de nuestra imaginación. Y pareciera que a Dios le gusta hacer las cosas a su manera. Pero en el pao a paso de mis deseos siempre te imaginaré viniendo hacia mí. ¿Y si lo único que me ha quedado son esta serie de renglones rizados, completados con este curioso extrañamiento que me despertó el volverte a ver? Siempre imagino un diálogo que te tuviera como protagonista y por supuesto también a mí. Ayer creí que podría olvidarte estando con alguien más. pero no era eso, es solo que mi alma y mente necesitan un descanso de esperarte. Ayer, mejor dicho, hace algunas horas, la vida se llenó otra vez de felicidad cuando te hablé dos o tres palabras, maravillado por tus “ojos de caleidoscopio”, esa carita de fascinación, esa carita de enamorada. Esa indagación espiritual.


Domingo 19 de julio_Se está yendo el fin de semana en la copiosa repetición de las últimas palabras que te dije el jueves, inspirado en el maravilloso encuentro con tus ojos, entre las intelectualosas paredes y corredores de la biblioteca Torrente Ballester. En mis pensamientos, el recuerdo de tu forma causó una dulce y suntuosa limpieza, una sanadora reforma de los viejos patrones de mi inconsciencia. Y únicamente me queda espacio en el alma para un agradable estado de beatitud, que se asemeja al vivido durante la infancia, que vemos a la existencia a través del misericordioso cristal de la tranquilidad. La idea de estés durmiendo junto a otro hombre ahora mismo, no vence mi empeño de esperarte. Porque la vanidad de mi enamoramiento cree que también tú has de pensar en mí.
Es el atardecer, y un pájaro cruza el tranquilísimo paseo de los Cerezos, partiendo de copa en copa de los abedules de la exquisita plaza de la Chichibarra. Un Renault se adelanta sobre la pavimentación organizada, y las luces para la neblina ya nos cuentan que el cielo subtormesino ha descendido un nivel en su fidedigna luminiscencia. Y cada minuto que hoy pasó te he suspirado.



Hoy ya es domingo 26 de julio. Hace 5 días de tu infernal ausencia. ¿Cómo te miraré cuando vuelvas? ¿Con ojos recriminantes? Para darte a entender que he notado cada minuto que tú no estabas aquí. Te miraré como si te transmitiera un reproche, ahora que pareció no importarte dejarme solo entre los libros que no aman. Solo entre la gente que no eres tú. No parece mucho, ni parece tanto. Solamente es molesta la obscura y cruel incertidumbre de no saber dónde estás; ni tampoco junto a quién, o junto a quién desearías estar. Y cuánto más se aproxima el día de tu regreso, cuánto más grande se hace la expectativa que siento por volver a verte. ¿Te importará tanto como a mí que volvamos a vernos? ¿Me estarás esperando cuando suba por las escaleras?


31 de julio_Ya se va acabando, mi queridísima Señora, el primer cuarderno que dio vida a una obra literaria íntegramente inspirada en tu existencia. Con estos 10 días corridos de tu ausencia se marchará la tercera ocasión en que un descanso tuyo nos separa. La ciudad ha enfriado sus lugares, literalmente, desde que nos hemos cruzado por última vez. Los lugares y las formas ya no conservan el sabor a aventura que tuvieron cuando las miraba mientras tú revoloteabas por los corredores de librerías; al igual que lo haría una mariposita rápida, que se escapa cada vez que uno la está a punto de capturar.
Constantemente recuerdo el primer día de regreso a ti, aquel corto y caluroso 2 de agosto de 2014. Y en él a tus ojitos de caleidoscopio. ¿Acaso importa si estás sola? Me sobra tolerancia para continuar la interesante espera de tu regreso. El miedo de que me olvides no se ha instalado en ninguno de los momentos que te esperé.



dnld







martes, 2 de enero de 2018

Una vez viví días felices







Los consorcios parecen hechos de Lego, edificaciones de Tetris que se apilaron en lo profundo de la pantalla, creciendo en un horizonte manzo. 4 tienen sus orígenes en los terrenos de Villamayor, 4 en los árboles de la carretera de Aldealengua, cuando un domingo commo hoy regresaba del rústico pueblo de Babilafuente: los almendros se refrescan en la madrugada con la brisa subtormesina para admirar los consorcios del Barrio Garrido Norte. Hermosas ingenierías cuyas azoteas son bañadas con el amarillo solar en sus simetrías irregulares. Algunas veces me olvido lo bien que me hace escribirte a mano, de cuánto lo necesito. Anotar tu nombre en estos cuadernos, como si ese poético acto me fuera a otorgar la cercanía que necesito de ti. Uno desearía que estos platonicismos amorosos alguna vez tuvieran la oportunidad de cumplirse en vida. En cambio tan solo pudo amar a estos cuadernos manuscritos desde que te volví a ver.
Es inevitable seguir amandoté.