lunes, 22 de enero de 2018

La lejanía de ti estira los momentos de una manera casi cruel










Queridísima mía,


Un salmantino al menos desconoce el origen de este festivo. Tal vez día de alguna virgen, o de algún prócer de 3 al cuarto. Pero en lo personal, todos los días son el santo de tu nombre. Pienso en ti al abrir los ojos y me desvelo al recordar la cercanía de tu existencia.
Esta mañana salí de casa pensando en tu nombre. El resultado han sido tus miradas, como un regalo de los ángeles. ¡Tantas cosas por decirte cuando me miras así! He sido tremendamente feliz con las caricias de tus ojos.


17 de agosto, 10:00 pm_Regresé del trabajo, en cada momento esperando cruzarte. Cada cosita que he hecho en estos últimos meses ha sido para estar más cerca de ti.
No sé si corresponde mantener un interior así, pues vivo llevando una ignorancia basada en suposiciones más que en pocas verdades. Soy más feliz así, por supuesto. Mas sé que vivo en pecado al desperdiciar una parte de la compleja intelección.
21 de agosto_Decidí dejarte y en mi alma se instaló la melancolía, mi Señora. Paso los días recordando los momentos que viví en presencia tuya. Y me muero de espanto pensando que atravesaré estos pasillos y ya no tendré tus miradas translúcidas. Encuentro tu voz en los ecos lejanos de otras voces; tu nombre, en las conversaciones sobre el clima que los demás proclaman sin saber que son escuchados por este hombre, ni tampoco que al pronunciarte me darán nuevas esperanzas de que Dios quiera que nos amemos.
El fin de semana ya está con nosotros. Y medito en dónde te buscaré durante el sábado, dónde el domingo. Pareciera que hoy los dioses están en contra de que te escriba. En el silencio nos envían a las urracas para que canten con su canto como cornetas. Todo tiene la manía de distraerme mientras te pienso.
Regresé del trabajo, en cada momento esperando cruzarte. Cada cosita que he hecho en estos últimos meses ha sido para estar más cerca de ti. No sé si corresponde mantener un interior así, pues vivo llevando una ignorancia basada en suposiciones más que en pocas verdades. Soy más feliz así, por supuesto. Mas sé que vivo en pecado al desperdiciar una parte de la compleja intelección.

22 de agosto_Desde hace mucho, los fines de semana parecen tener 3 días. Prontito se habrá marchado este soso sábado, primer día sin verte. La lejanía de ti estira los momentos de una manera casi cruel. Esta tarde pasó un milagro: pude filmar el esfinge picaflor, bebiendo el néctar de los jazmines en la terraza, y revoloteando entre las magnolias del café Borgoña. Y cuando pasaron las horas, me di cuenta de que en ese momento no pensé en ti. Fue como la fascinación que sentí al verte de nuevo, hace un poquito más de un año.  Pero durante el resto del día me preguntaba cómo serías como pareja. Seguramente te encantarán las flores, ¿pero cuáles? Verde, amarillo, rojo… ¿Cuál será tu color favorito?


5 de septiembre, juega España con Eslovenia_A veces uno vuelve a los viejos vicios. Mediante claras y esquivas señales, Dios me persuadió para que yo regrese esta tarde al vicio de pensar en ti. He sentido tu regreso, igual que aquel domingo te sentí volver de no sé dónde. El sentimiento es como si fueran mimitos en el alma. Eso hizo que saliera a buscarte, a sentarme en un banquito para ver si pasabas casualmente. Presumo que mañana te veré de nuevo, después de tu semana de ausencia. Porque hoy te comencé a echar de menos desde el mediodía y no paré de pensar en ti: te presentaste para alborotar mis ideas, dejando a mis pensamientos enredados en un remolino, en cuyo centro estás íntegramente tú.


Virgen de la Vega de Salamanca 10,30 pm_Estoy a punto de irme a la cama, con el pdf de Todo Mafalda, para leer y al mismo tiempo sentir un poco de cariño por las tiras que he leído hace ya bastantes años, tiras de un humor tan tierno al mismo tiempo que fino.
A diferencia de los últimos dos días, en que el recuerdo de tu semblante se ha ido como difuminando, pienso en ti desde que atardeció. Empecé a luchar en contra de las palabras preparadas hace ya bastante tiempo. En cambio soy de observar cómo se comporta el Destino en los vaivenes de las historias de amor. Así me dejo guiar espontáneamente por las señales que me dan tus ojos, o por la mención de tu nombre en un programa de radio… quizás sea una gran equivocación; como decía Castañeda:
Así el hombre espera cuando debe avanzar, o avanza cuando debe de ser paciente…
Quizás sea mejor que te hayas ido, así podré continuar con el plan de olvidarte, a fuerza de no verte o de no pensar en ti. Pero me alcanzaría una sola mirada tuya para ir a buscarte.


Dnld












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