miércoles, 26 de agosto de 2020

Y mi corazón se fue cerrando junto con el olvido de tus imágenes


Martes 22hs_Después de 3 años lo podaré a renacido. A Renacido le quedan pocos días para seguir pegando estirones. Aunque le brotarán ramas extrañaré verlo crecer. Doña petuña tiene 3 pimpollos a punto de abrir. Es bastante raro, a esta altura del año las plantas así ya están secas. Quizás al mantenerse bella y jovial me esté demostrando su agradecimiento por el agua mineral que riego en su tierra todos los días. Por otro lado, los chicos están muy silenciosos, igual asilo un dejo de desconfianza en mi interior, y me parece que de un momento a otro echarán sus vozarrones y sacudirán mi cuarto igual que una campana que resuena. El nublado de hoy forzó mi descanso y me quedé en casa en vez de viajar hasta La Mata de la Armuña. Cogí la compu y me fui a un café. Antes de entrar al bar, una chica de perfumerías Avenida reojeó mis pasos enclenques. Ella es María. A la una y media del mediodía abandoné el café para para caminar hasta Plaza Mayor por calle Toro. Entonces me di cuenta que hasta ese momento del día no había pensado en ti, Mireia. ¿Qué harás este fin de semana? Ya no me preocupa tanto como antes si voy o no voy a buscarte. La distancia apaciguó mi culpa por no cruzar hasta la biblioteca. Y mi corazón se fue cerrando junto con el olvido de tus imágenes.

Jueves 19hs_El apasionado bullicio de los estorninos es la espontánea cortina musical para otro atardecer en la casa de Candelario. El húsar sobre el tejado me ha hecho pensar en qué sucedería si dentro de dos años yo regresara a ti para buscarte. ¿Continuarías pensando en mí para aquel hipotético entonces? ¿Y si así fuera él te dejaría marchar? Una sola de tus miradas era suficiente para que yo sea feliz. Hoy lo comprendo, también fue así para ti. Por eso cantabas cuando me acercaba luego de mirarnos. Por eso fue que viniste a buscarme para mi cumpleaños, cuando una semana antes había dejado una espiga de trigo entre los libros de poesía.

Viernes 22hs_Cuando fue mediodía por fin escampó. Cuando fui hasta La Mata eran las 13.18 en el reloj luminoso de Portugal y avda. Torres Villarroel. El cielo de la carretera era óptimo para fotografiar. Un horizonte cortajeado por 5 pinos se escrutaba desde Villares de la Reina. Fue una sensación un tanto extraña llegar al abrevadero y que ni Portos ni Áramis estuvieran pastando allí. ¿Qué les habrá sucedido? ¿Habrán cambiado de amo? El cometido de mis viajes se ha esfumado. ¿Regresarán mañana? Más hacia la noche la vi a Isabel en la feria del libro. Aunque no quiera aceptarlo muchas cosas se movieron adentro mío al estar tan cerca de ella. Luego regresé a casa. Mis padres están mejor, mamá le pide a papi que vaya a dormir con ella. Ahora escribo en compañía de mis plantas. Hace un minuto aplasté a un pulgón que caminaba por una hoja de renacido. Aunque el otoño secó muchas cosas, la petuña siempre tiene abiertas flores blancas, y algún pimpollo a punto de abrir. El viernes 2 de noviembre está a punto de finalizar. Y aunque hoy ya sé que no es la fecha en que te volví a ver, el 2 de cada mes representará en mi corazón un aniversario en donde festejo haberte hablado aquel día, un poco más de 4 años atrás.






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