viernes, 12 de junio de 2020

Las obsesiones se fueron convirtiendo en en pequeñas y grandes sapiencias a manos del tiempo




Miércoles 8 de agosto, 22hs_Pareciera como si en los planes de mi destino estuviera incluido el mantener viva la ilusión de estar junto a ti alguna vez. Finalmente, mi que querida Señora, después de que pasara otra semana sin verte fui a buscarte, y como si supieras que hoy era mi cumpleaños te acercaste a donde yo estaba para dar en notable silencio tu dulce presente. Hoy escribo casi la misma epístola que tres años atrás, reflejando en mis letras los mismos deseos de ti que se manuscribieron en aquel inocente entonces. Quizás mi amor por ti fuera ahora un poco más maduro, y navegue día a día en la resignada aceptación de que hayas elegido a otro hombre. Las obsesiones se fueron convirtiendo en en pequeñas y grandes sapiencias a manos del tiempo.
Jueves 5.30am_Tres tapas para CD permanecen sobre el escritorio fumé, me sirven como apoyamacetas de los almendros y la petuña también. Aún es de madrugada y no toca entrarlos. Se nota este triunvirato de ausencias. Quizá esta falta sea la responsable de que ya no te escriba tanto no más abrir los ojos. Sin su callada compañía mi mundo está un poco más triste. Es entonces que me siento un poco menos inspirado. Una melancolía más que se desdobla sobre el papel. Sin ellos prefiero no hacer las cosas, ya que no doy lo mejor de mí.
Viernes 9 de agosto, 22hs_Después de haber tenido un día bastante interesante para el análisis metafísico, no sin escribirte algunas líneas antes en breve iré a descansar hasta que sea mañana, pensando en los muchos pequeños éxitos que han sido indetectables para los otros, más importantísimos para mí. Es entonces que acabo comprendiendo que tu mirada me pasa un ángel. Cuando me acompaña el recuerdo de tus ojos, tiene un resultado más feliz aquello que antes era un fracaso. Hoy 8 y media me desperté y aún con los ojos cerrados he suspirado tu nombre seguido de un te quiero. Inmediatamente fui hasta La Mata. Los campos de girasol pueden fotografiarse bien, apena un poco pensar que pronto serán sesgados. Después a esperar los venideros campos de colza.
10 de agosto, 22hs_Dos flores nuevas se añaden a las dos flores de la petuña. Desde que son pimpollos, cuesta unos días de florecer. Ahora ella también me acompañará mientras se repletan las hojas con la tinta que te añora. Escribir acerca de los almendros es harto más caballeroso que remarcar el hecho de que aún no sé escribir tu nombre correctamente. Lo más importante es que que tu última mirada me ha dado fuerzas para volver a esperarte, a pesar de que ahora no sea un secreto para mí el indigerible hecho de que estés junto a otro hombre. Esta tarde fui a dibujar a calle Toro y, aunque sabía que era improbable, en el fondo de mi corazón estuve esperando a que aparecieras a cada momento.
Esta mañana había un cielo precioso para fotografiar los campos de girasol, en las postrimerías de la temporada. Ya van 4 años y te sigo escribiendo todos los días. Ya van 4 años, y sigues dándote vuelta para mirarme cuando me voy.



Te pertenezco


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