jueves, 5 de diciembre de 2019

Se me clava en los ojos como un espá




23 de febrero_ Cada vez que despierto aquí están siempre los 4 almendros aguardándome encima del escritorio fumé. De forma parecida, cada vez que despierto tu carita de caleidoscopio es la primera imagen de mis pensamientos desde que volvimos a mirarnos.
Estoy a punto de iniciar la gran aventura de un viaje a Alaejos, el primer pueblecito al entrar en la provincia de Valladolid. El pueblo de las dos torres. Tengo tanto miedo de quedarme en el camino, pinchar o sufrir algún otro percance. Serán muchos kilómetros para regresar andando. Pero las mañanas sin brisa hacen de estos días del año un clima propicio para viajar hasta ahí. Hace un momento asomé la cabeza por el ventiluz del aseo y en el cielo ocre de Salamanca figuraba una estrella, quiere decir que el cielo de la mañana estará escampado. Aunque no haya campos de colza, cielos como el de hoy son hermosos para fotografiar la almendrada en flor. Cogeré piedras de los pueblos que deje atrás y tu imagen me acompañará en el recuerdo y en el corazón.
Entre otras cosas, la relectura de los Evangelios recristianiza a mi corazón y autocorrige a mis pensamientos. Ello trae a colación pequeñas fortunas a mi vida que se podrían llamar “milagros”. Un llamado que trae el regreso de una persona a mi vida, o el anhelado regalo de una correspondencia de una escritora amiga. Como reza el I-Ching:


La auto-corrección forma una alianza con el cosmos.


Día siguiente_Hoy es un día de lluvia. El pronóstico de La Gaceta esta vez la acertó en el vaticinio de su desconfiable meteorología. Al no viajar hasta los pueblos, lo más probable es que me acerque hasta ustedes. Posiblemente te vea, aunque no tengo previsto ir hasta donde estás tú. Al no tenerte ya como la destinataria exclusiva de estas notas, no voy recopilando minuciosamente las aventurillas de mi día a día, por eso te cuento hoy que ayer viajé hasta La Mata. A colación de la hora de ejercicio, también fotografié al sol, los caminos, las nubes y a los milanos.
Papá mal que mal encuentra la forma de escaquease de las locuras de mami. Sé que no depende de mí, pero intento sufrir lo justo imaginando que se comportan como Dios manda. Papá es un hombre fuerte, soporta con cordial estoicismo la toxicidad e mamá. Ella nos fue sacando un poco las ganas de vivir a todos. Hasta hace poco tu imagen no me dejaba ver todo esto. Únicamente escribía de ti. Pero gracias a la distancia y al paso de los meses te he ido queriendo menos. Tal vez, gracias a esa impensada disminución, fue que tu imagen ya no se sobrepone a las realidades de mi vida. Claro que aún recuerdo las veces que me has ido a buscar, pero las recuerdo con un entusiasmo menor.
Albur se va poniendo tupido. Mamá no deja de estar poseída por fuerzas tristes. Se aprovecha de los momentos tranquilos para montar un sainete. Es una lástima que las hojas de este cuaderno se vayan completando con tanta pena.




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