17
de abril, 2017 6.00am_hoy se cumplen 20 días desde que no sé de ti.
Sin embargo cada día que despierto la llama de tu nombre substrae a
todo mi ser de aquel mundo hipnopómpico para situarme en otra
esforzada vigilia en donde presenciaré cómo se esfuma el inerte
fantasma de las imaginaciones que te sitúan en el confuso escenario
de mi psicología. La diseminación de tus recuerdos es un arduo
proceso que tiene resistencias de destino. Igual que cuando empecé a
amarte, que toda coincidencia inclinaba a mis pensamientos para que desemboquen en tus imágenes, pues ahora cada tantos lamentos me
circundan representaciones de lo que estarías viviendo tú si en
algún momento me hubieras querido.
En
mi regreso del enamoramiento por ti, noto que he cambiado en muchas
cosas. ¡Hace tanto que no rezo por escrito a los ángeles ni a Dios!
Y es mucho más chica la fascinación por lo que es o lo que era. El
amor omnisciente ahora entrevista mi pecho de a intervalos quizá un
poco más sorpresivos. Tan solo hay una constante: hace mejor
escritura la tristeza.
19
de abril, 2017 6.30am_Recordando que algunas veces en mi vida el 17
fue un buen augurio, cada vez que apunto el año soy de pensar en
porqué hasta ahora no habré tenido un golpe bueno de fortuna.
Cada
vez que medito en profundidad, salgo a la calle y encuentro alguna
señal relacionada contigo. Lo malo es que no te encuentro a ti. Un
año atrás eran novios; después llegó la noticia que desmoronó mi
mundo idílico: estaban viviendo juntos. Ahora nada detiene las
imaginaciones que te ven construyendo una vida a su lado. En el
futuro quién sabe, me enteraré con dudoso dolor que ya hay planes
de boda o veré creciendo un vástago en tu vientre, mientras caminas
despacio, sujetándote las lumbares. O cuando dejes de venir a
trabajar, que ya no tendré un lugar en donde dejarte secretas flores
o epistolarios. Sin embargo hay algo invariable. Aunque no te vea
continúas siendo el primer pensamiento de mis días. Te acompaña la
aparición de los roncos motores municipales de los camiones de la
basura, el paulatino despeje de la oscuridad en el amanecer
subtormesino. Mas si el destino de estar juntos existiera en algún
punto recóndito del futuro insustancial: entonces quiere decir que
estos dos años de incautas escrituras quizás hayan logrado mantener
viva en mí alma la llama de un enamoramiento kármico y
enloquecedor. Entonces ahora tan solo deberé esperarte hasta que la
mágica oportunidad para estar juntos suceda. Sin embargo, el
agridulce proceso de esta espera es tu imagen acompañada por la
amargura de saber que ahora despiertas junto a otro hombre. Lo
peligroso es que luego de todo este tiempo reviso lo conseguido
interiormente y llego a la apática conclusión de que fui dejando de
creer en muchas cosas: le he perdido bastante respeto a Dios.