3
de febrero, 6.10am
Comenzó a llover. Nuestros vientos
subtormesinos dan un jaque tácito a los cristales de los consorcios
charros, de arquitecturas muy meditadas. Y los sonidos del viento son
similares a cuando sacudimos las sábanas con vehemencia. Regresas
de madrugada pero no como el amor, sino como un niño que se va de
casa y vuelve al pasar penurias. Te hubiera
esperado más, pero saber que vives con él desarmó las estructuras
de mis sueños, dejándome sin alas para que mis ilusiones
continuaran adelante.
Tenía
la esperanza de que algo mágico pasara ayer. El día 2 del 2 es una
simbología de la importancia que ese número representa en mi vida.
Pero lo viví como un día ordinario, sin embargo en el fondo de mi
alma estaba esperando que Dios impartiera sobre la Tierra un
acontecimiento único, milagroso, algo que cambie el sentido
unilateral del rumbo de los acontecimientos, de manera que mis
ilusiones de ti comenzaran a revivir. Pero el jueves se desempeño al
igual que los otros días que no encontramos señales de que nuestra
felicidad está cerca. Hoy me arrepiento de no haber ido a ti en los
momentos que me buscaste. Me vuelvo loco cuando veo los síntomas de
que estás viviendo el amor con otro hombre. cuando te espera para
despedirse tras la puerta y que nadie vea vuestros besos. Cuando le
acaricias el brazo… cuando vas hasta él.
Día siguiente_Los
consorcios parecen hechos de Lego, edificaciones de Tetris que se
apilaron en lo profundo de la pantalla, creciendo en un horizonte
manso. 4 tienen sus orígenes en los terrenos de Villamayor, 4 en los
árboles de la carretera de Aldealengua, cuando un domingo como hoy
regresaba del rústico pueblo de Babilafuente: los almendros se
refrescan en la madrugada con la brisa subtormesina para admirar los
consorcios del Barrio Garrido Norte. Hermosas ingenierías cuyas
azoteas son bañadas con el amarillo solar en sus simetrías
irregulares. Algunas veces me olvido lo bien que me hace escribirte a
mano, de cuánto lo necesito. Anotar tu nombre en estos cuadernos,
como si ese poético acto me fuera a otorgar la cercanía que
necesito de ti. Uno desearía que estos platonicismos amorosos alguna
vez tuvieran la oportunidad de cumplirse en vida. En cambio tan solo
pudo amar a estos cuadernos manuscritos desde que te volví a ver.
Es
inevitable seguir amandoté.
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