23 de junio, 2018
Igual siempre estamos viendo cómo podemos arreglar algo. Hay algo bueno en nuestro interior. Desde lo más profundo del pozo solemos hallar refugio recordando cosas bonitas, así sentir que algún día será posible alcanzar la felicidad. Pero los días en que el Destino se empeña en hacernos daño, es muy difícil escaquearse de los sainetes.
24 de junio, 22hs_ A los mejor nos ponemos contentos al ir notando que el desamor no durará por siempre. No importa si ya pasaron 2 o 10 años, al darnos cuenta que alma sanó un poquito, regresa la esperanza de ser felices. Llegó la hora de intentar un camino nuevo. Y da menos trabajo perdonar todo. De repente nos damos cuenta que podemos volver a casa. A partir de ahora, discernimos mejor qué tipo de pensamientos son los que nos gustaría oír, pues nos hemos cansado de hacernos daño en el alma. Cada cosa pensada es un granito que suma o resta. Claro, lleva tiempo. Nadie sabe cuánto más va a esperar. Todo lo que intentamos empieza a salirnos bien, y cultivamos el amor propio aprovechando el día por día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Pasa a dejar tu comentario