sábado, 20 de octubre de 2018

El Dorian Gray del amor que sentí por ti




18 de marzo_Y ya me ves, de nuevo escribiéndote algo antes de ir a dormirme. Cuando convoco el itinerario de tus imágenes, la respiración pareciera ser un alterado sube y baja de inquietos átomos de oxígeno; y tu ya inapelable falta será el insobornable tormento que me perseguirá durante años y años como un fantasma ególatra. Él te estaba esperando en casa a que volvieras, mientras tanto yo desde aquí pensaba que podría enviarte mis pensamientos de amor por medio de la telepatía manuscrita. Estos 5 cuadernos a letras cursivas han representado el Doria Gray del amor que sentí por ti. Me quedé aguardando a que el propio peso de las cosas fuera acomodándolo todo para que finalmente se hiciese cierta la posibilidad de estar juntos. Sin embargo el reconfortable mundo de mis ilusiones hoy se ha convertido en un extensísimo desierto. Aguardo con una expectativa de similar anchura a que la vida me enseñe a soñar de nuevo. Pero en el fondo de mi corazón continúo esperando a que la próxima oportunidad de amor seas tú.
19 de marzo, 5.15am_Puesto que la ventana del 5ºB rompió con su cíclico ritual de cerrado desde que me dormí, en una madrugada de cielos desconocidos continúo escribiendo para poder armonizar mis días con la falta de ti. Mientras, los almendros aprovechan el frescor de la noche fugaz y la luz de las estrellas. Finalmente, la vida marca una distinción importante: hoy mis problemas te han destronado de ser el primer pensamiento del día. Las patológicas secuelas que me dejó el amarte desmesuradamente se han explayado a otras relaciones. Verbigracia, practico las palabras y correcciones que posiblemente le diría a otra mujer. Sin embargo, supongo que serán demasiado melodramáticas. El reloj ya mencionado marca ahora las 5 y media de la madrugada. Desde que comencé a escribirte, hace 2 años, pocas cosas han quedado sin mencionarte respecto a esta habitación.
Estos cuadernos son solamente para tu nombre. Aunque te escribo menos no sé si voy a poder dejar de escribirte para siempre. Cada día que pasa te conviertes un poco más en mi pasado.
21 de marzo, 4.10am_Unas diez monedas se hacinan sobre el fumé formalizando el impresionista contorno un espermatozoide futurista. El sueño de una nueva madrugada se corta por una nueva intrusión de tus miradas a mi vida en el día de ayer. ¿En qué parte de tus pensamientos tienes reserva para este gentilhombre? Solamente una vez volviste a darte vuelta cuando me fui. Creo que soy la tentación con la que el Diablo pone a prueba la fidelidad que le debes a otro hombre. Aunque cuando se van los días sin verte algún algo alivia un poco el dolor de que ahora vivas con él.





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