9 de septiembre_En un
billón de billones de billones de billones de billones de años,
nuestro universo se habrá convertido en un espacio frío, infinito y
obscuro, en donde incluso los agujeros negros se desintegrarán,
debido al incesante estiramiento del espacio y la materia. Pero eso
será en un número mayor de años que el número de átomos que
componen el mundo. Semejante a ese proceso universal, el amor que
sentí por ti se ha ido enfriando y obscureciendo, conforme se
dilataba el encuentro con tus miradas. Con el paso de los meses, la
ausencia de tus palabras curó mi inteligencia del empalagoso
raciocinio de pensarte.
Hoy fuera de casa tan
solo han sucedido cosas buenas. El viaje a La Mata dejó el sincero
legado de unas hermosas fotografías de nubes blancas. Luego, en la
rotonda de la Glorieta, saludé valientemente a una profesora con
quien tengo la costumbre hablar un minuto o dos de vez en cuando. Más
tarde, crucé dos o tres palabras con una mujer, quien se hizo dueña
repentina de todos los pensamientos de mi líbido. Por la noche
continué llenando el 7º cuaderno de Rummenigge, entonces tuve una
revelación: mi hermana no volverá a vivir aquí.
11 de septiembre,
22hs_Como una especie de agradecimiento o tributo a esa evolución
que comentaba al principio, es que me siento en condiciones
emocionales de cambiar el método de mi escritura. Si alguna vez
encuentras este cuaderno, a partir de aquí ya no verás en él
frases tristonas o que me fuercen a conquistar tu amor. Puesto que
también mis ilusiones han cambiado. Aquella enfermedad a la que he
llamado amor y de buen grado he aceptado sufrir, ya no corrompe tanto
mis intestinos. Dulce calvario que elegí por motus propio. Oraciones
libres que no tengan como fin tocar el alma de ninguna, a través de
florituras o la sublimación de mis sentimientos. A partir de aquí,
realidad y nada más.
Miércoles 12,
21hs_Finalmente el día se va terminando con el recuerdo de las
broncas acentuadas. Hoy me ensañé con una cajera que cada vez que
me cobraba parecía esmerarse por hacer algo que me moleste. Cuando
llamé a la encargada, la pobre casi se pone a llorar. En este mundo
no deberían pasar tantas cosas. La vida parece programada para que
entre unos y otros se caguen encima de los derechos de los demás. O
también para que se burlen a piaccere de lo que no está bien visto
en los códigos sociales de la mediocridad. La desconsideración es
quien gobierna el trato entre los integrantes de una familia. Yo
también tengo lo mío: hoy a la tarde sufrí la cándida patología
de querer oír tu nombre. Al no complacer Dios mi capricho quizá me
fui poniendo histérico.
Jueves 21.45hs_Mañana
tenía pensado acercarme hasta la biblioteca, pero finalmente
preferiría quedarme con el recuerdo de la última vez que vi tu
cara. Después de todo, ¿qué pinto ahí? He decidido explorar
nuevos horizontes, empezar a vestirme como Dios manda (o lo mejor que
pueda) y salir a la sociedad convertido en el anzuelo que tal vez
muerda un nuevo amor. No era miedo al compromiso, sino sentirme
responsable de una persona cuando no me correspondía hacerlo. Si
acaso mi amor por ti fue verdadero, y el enamoramiento me hacía
suponer que alguna vez estemos juntos, ya el destino se encargará de
encontrarnos ocasión si acaso en un futuro cada uno de nosotros está
listo para el otro.
Lunes 22hs_El rocío
violento repiquetea en la persiana confeccionada con distintas
aleaciones de plásticos. La temperatura del cuarto es óptima para
descansar esta noche. La Salamanca seminublada alimentó toda esta
tarde una atmósfera apacible para estos días de finales de verano.
Esta mañana he tomado un merecido descanso de la Macario. Algunas
veces solemos interrumpir nuestra rutina por unos días para retomar
las tareas con más fuerza. Hice lo que nunca: me quedé en casa todo
el día. Tampoco uno puede evitar por completo pensar en aquellas
cosas a las que les hemos cogido aprecio. Por eso pensé en ti de
cuando en cuando. Las primeras coincidencias de esta mañana trajeron
a mis horas la aparición de tu nombre. Después de tanto tiempo hoy
me pregunto si valdrá la pena continuar hacinando cada letra que te
escribo. De todas formas ayer terminé de recopilar los textos que
resultaron más aceptables luego de estos 4 años de escritura.
Aprovecharé alguna mirada tuya en la que note el amor que alguna vez
me han profesado tus ojos. Y entonces me acercaré hasta ti para
dártelas en mano.
Sábado 22 de septiembre
(Galicinio)_Nunca más oí cantar al gallo. Ayer por la tarde fui
hasta la biblioteca en busca de tu mirada. Tuve un día maravilloso,
y me sentí destinado a que se completara mi felicidad, en un círculo
de coincidencias afortunadas, al encontrarme nuevamente con tus ojos.
Sin embargo no fue así. Me fui del lugar inventando una nueva
preocupación. Como tampoco lo vi a él temí que ustedes hubieran
hecho coincidir su cómodos horarios de trabajo para que así de
ahora en más pudieran entrar y salir juntos. Entonces, si sus turnos
coincidieran también en la Torrente, tus miradas serían más
infrecuentes, pues la presencia del hombre que hoy está contigo
celaría el encuentro de nuestros ojos.
Le pertenezco
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