lunes, 19 de marzo de 2018

El yihadismo de Dios



Mi querida señora

Desde hace 2 noches sucede algo curioso: parece que hubiera más estrellas en el cielo. En las alturas los tres almendros contemplan la madrugada del barrio Garrido Norte como si fueran halcones estacionados en las torres de alta tensión. Antes sucedía cada noche, pero no he vuelto a soñar contigo desde que te vi junto a él. Y cada insomnio es ahora la puesta en marcha de la lucha para desprenderme de tu imagen.
Lunes 22 de agosto, 2016. 4.30am_El esporádico bus nocturno coincide con el vuelo fugaz de un murciélago que pasa por las narices de los almendros en el balcón. Distinto es paseo de Los Cerezos, que no ha traído ni un coche desde que escribo en la madrugada agradable. El sonido de los turismos veloces,  luces municipales reverberando sobre los chasis oscurecidos
, o las lejanas sirenas de un patrullero que pone rumbo ignorante. El silencio que por momentos es dominante; el insomnio recuperó su horario de costumbre, cuando miré el reloj y eran las 3.40am. al verte junto a él algo se revolucionó en la sangre mía. La vida se convirtió. Los segundos felices, llenos de tus recuerdos e imágenes, han pasado a ser un victificado y obligatorio esfuerzo por aceptar que tu corazón pertenece a otro hombre igual que el mío a ti.
24 de agosto 3.54am_Hoy pasaron 8 días desde que los vi juntos. La ubicación de los astros se ha empeñado en quitarle tardíamente los velos a una verdad que tu servidor necesitaba conocer hace ya mucho, cuando ya te había declarado mi amor. Sin embargo sigo enamorado de ti, así que sufro el insomnio que me rebalsa de la dulzura de tus imágenes. Algunas cosas quieren pasar. Pasaron dos años hasta que te vi con él. ¿Dios esperó a inmortalizarte en mis poemas?
28 de agosto, 4am_En cualquier momento se corre peligro de un atentado. Podremos tener la vida ya planificada, que en cualquier momento nuestra suerte pega un giro de 180º. Es como si nuestra fortuna sufriera un atentado. Y entonces todo cambia. Un coche bomba de nuestra suerte. Fue el viernes la última vez que te vi junto a él. No es que se nos parta el alma: es la esperanza que se nos muere de golpe. Cualquiera sea la manera en que lo ames será para mí una tortura, un K.O. de Dios. El fracaso más vergonzoso, la amargura que no se remedia más. Me echaron del Paraíso. La sentencia de Dios fue devolverme al laberinto, y trotar eternamente sobre destartalados caminos de letras manuscritas. Llegué tarde a tu vida. Pero a través de distintos albures Dios me hizo creer que era el momento para nosotros.
La ciudad empieza a funcionar; se nota el transcurso de los turismos más el bullicio de los motores municipales y privados. Las farolas de nuestra solemne Chichibarra se han apagado en dos grupos. ¿Qué sucederá si hoy te veo? Ya no tengo interés en coronar mis epístolas con un Suyo, puesto que solamente la prosa podrá corresponder a este amor o a esta tristeza.
El último vestigio de la ilusión que me quedaba se fue difuminando como la catástrofe de una canción. Ya es agosto, y junto con el calor del verano día tras día tu imagen se va despidiendo de mis mañanas.
4 de septiembre, 4.30 am_Y así, Señora, un 16 de agosto te vi con él. Media hora después, vengué mi corazón roto pidiéndote que me devuelvas los textos de Rummenigge. Negaste haber encontrado el regalo, supongo que para no dármelos.
21.30hs_Y así se acaba, Señora, un día en donde las posibilidades consideradas  se han inclinado a favor de continuar apostando a mi amor por ti.









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