miércoles, 21 de octubre de 2015

Es sufrimiento más pequeño amarte sin tenerte que intentar arrancarte de mi alma a golpes del olvido





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16 de febrero, 2017

Todo el día me resistí para venir a escribirte, pero finalmente encuentro en la simpleza de estas líneas el pequeño y efímero desahogo de no tenerte. Parece que todo estaba destinado para que sucediera así. Que los haya visto juntos sólo después de entregarte los dos años de oraciones que se recopilaron en estos textos. Fue culpa de ambos, nadie te pidió que abrieras estos sobre que que estaban sellados sin remite alguno. He caído en un círculo vicioso que tiene origen en las postrimerías de las madrugadas subtormesinas, y comienza a fluir a través de una copulación telepática a fuerza de escrituras cursivas en un papel, logrando así que durante el resto del día tu intangibilidad me duela menos. Aquel circuito secreto va perdiendo su efecto a medida que nos aproximamos a la medianoche. Y al despertar tu imagen crea en mi alma la necesidad de venir a escribirte otra vez.




Día siguiente, 22.25hs_Ayer se cumplió un año desde que te conté el significado de tu nombre. Aquella vez, literalmente, cumplí un sueño. Lo recuerdo como si fuera hoy, tus mejillas sonrosadas y tu mi mirada huidiza, que esquivaba el apriete de una respuesta, cuando agachaste la cabeza para ocultarme el rubor. Y exactamente un año después veo tan improbable cumplir el sueño de estar alguna vez a tu lado como una nevada en agosto. En virtud de esa improbabilidad, algo está pasando: otra va colonizando a mi mundo interior, tal como lo hiciste tú cuando había otra en mi corazón.
Pero siempre me llena de felicidad el regreso de tus miradas, sin embargo ahora súbitamente se pone en punto muerto la aceleración de mis ilusiones, debido a la memoria que te vio acariciando su brazo. También colabora a mi deserción la irremediable imaginación que te supone en maravillosas convivencias junto al hombre a quien perteneces. Intento de que aquellas visualizaciones queden sepultadas bajo los chelos y violines de Bach.

18 de febrero, 22.30hs_Ayer fue la primera vez que percibí la demanda de tus miradas como un reclamo de mis sentimientos, y esta tarde lloré igual que un niño cuando llegué a la inevitable conclusión de que finalmente nos amas a los dos. en contra de esta sapiencia, a conforme los días se van pasando, sigo esperando la llegada de tu amor a mi vida. Hago memoria y me doy cuenta de que los días de febrero se han ido yen entre anotaciones y hondísimos extrañamientos a tu imagen. Van a cumplirse 31 meses desde que volví a verte, y tu recuerdo me acosa en cada despertar. No puedo seguir pidiendo a Dios por olvidarte, pues es sufrimiento más pequeño amarte sin tenerte que el que puede sentirse al intentar de arrancarte de mi alma.




Del 5to cuaderno de Rummenigge





 


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