viernes, 28 de agosto de 2020

Parecen los pañuelos de las madres de Plaza de Mayo


Sábaso 21hs_Hace 2 días que viajo hasta La Mata. Pero cuando llego al abrevadero ya no están Portos ni Áramis. Los echo en falta. También hoy me he dado cuenta de que cada vez que evoco tu imagen fomento en mis circunstancias diversas casualidades que no son tú, pero relacionadas de alguna forma contigo. Por ejemplo, esta tarde empecé a extrañarte y de inmediato leí tu nombre en un nick. Dentro de 10 días cercenaré la copa de renacido. Ya no observaré de su parte más estirones imprevistos al cielo raso. De albur no te comento muchas cosas, salvo de su presencia leal, de su metabolismo confiable. A excepción de su crecimiento formal y previsible o su mera rama creciendo en ángulo agudo, no encuentro en él detalles que me maravillen. Quizá lo podé muy pronto. Pero será un hermoso bon-sai. También estoy preocupado porque los chicos de al lado no hacen ruido desde hace 10 días. Temo estar acostumbrándome a tanta tranquilidad porque sé que un día de estos volverán a la carga.

Domingo 21.30hs_En 2 o 3 yuyos se manifiesta la fecundidad de la tierra de la petuña. Lo mismo es en la maceta de renacido, así como en la del pequeño albur. A lo mejor son los resultados del agua mineral con la que los riego todos los días. O que en invierno los cuido del frío que hay durante las noches... y en el verano durante el calor del día. La petuña también tiene 5 flores desproporcionadamente enormes de acuerdo al tamaño de la plantita. Parecen los pañuelos de las madres de Plaza de Mayo.

En mi paso diario por el Chevalier hice un amigo nuevo. Gregorio tiene 89 años y creció en Parada de Rubiales. Conoce bien los pueblos de la Armuña. Cada mañana le comento de mis viajes y él me comenta de sus memorias allí; lleva escribiéndolas hace mucho tiempo. Le exhorto a que autopublique un libro. Es como los caballos, cuando paso días sin verlo comienzo a echarle de menos. Hoy me enseñó que dentro de la cáscara negra está la almendra, y abriéndola está el almendruco. Dijo también que los caballos ya no están tanto porque se vino el invierno, y los dueños los entran en el establo para que no sufran el frío. Hoy me he acordado mucho de ti, probablemente en la semana os haga una visita. Pienso si alguna vez te preguntarás si este gentil vuelve a la biblioteca porque quiere mirarte otra vez a los ojos.







miércoles, 26 de agosto de 2020

Y mi corazón se fue cerrando junto con el olvido de tus imágenes


Martes 22hs_Después de 3 años lo podaré a renacido. A Renacido le quedan pocos días para seguir pegando estirones. Aunque le brotarán ramas extrañaré verlo crecer. Doña petuña tiene 3 pimpollos a punto de abrir. Es bastante raro, a esta altura del año las plantas así ya están secas. Quizás al mantenerse bella y jovial me esté demostrando su agradecimiento por el agua mineral que riego en su tierra todos los días. Por otro lado, los chicos están muy silenciosos, igual asilo un dejo de desconfianza en mi interior, y me parece que de un momento a otro echarán sus vozarrones y sacudirán mi cuarto igual que una campana que resuena. El nublado de hoy forzó mi descanso y me quedé en casa en vez de viajar hasta La Mata de la Armuña. Cogí la compu y me fui a un café. Antes de entrar al bar, una chica de perfumerías Avenida reojeó mis pasos enclenques. Ella es María. A la una y media del mediodía abandoné el café para para caminar hasta Plaza Mayor por calle Toro. Entonces me di cuenta que hasta ese momento del día no había pensado en ti, Mireia. ¿Qué harás este fin de semana? Ya no me preocupa tanto como antes si voy o no voy a buscarte. La distancia apaciguó mi culpa por no cruzar hasta la biblioteca. Y mi corazón se fue cerrando junto con el olvido de tus imágenes.

Jueves 19hs_El apasionado bullicio de los estorninos es la espontánea cortina musical para otro atardecer en la casa de Candelario. El húsar sobre el tejado me ha hecho pensar en qué sucedería si dentro de dos años yo regresara a ti para buscarte. ¿Continuarías pensando en mí para aquel hipotético entonces? ¿Y si así fuera él te dejaría marchar? Una sola de tus miradas era suficiente para que yo sea feliz. Hoy lo comprendo, también fue así para ti. Por eso cantabas cuando me acercaba luego de mirarnos. Por eso fue que viniste a buscarme para mi cumpleaños, cuando una semana antes había dejado una espiga de trigo entre los libros de poesía.

Viernes 22hs_Cuando fue mediodía por fin escampó. Cuando fui hasta La Mata eran las 13.18 en el reloj luminoso de Portugal y avda. Torres Villarroel. El cielo de la carretera era óptimo para fotografiar. Un horizonte cortajeado por 5 pinos se escrutaba desde Villares de la Reina. Fue una sensación un tanto extraña llegar al abrevadero y que ni Portos ni Áramis estuvieran pastando allí. ¿Qué les habrá sucedido? ¿Habrán cambiado de amo? El cometido de mis viajes se ha esfumado. ¿Regresarán mañana? Más hacia la noche la vi a Isabel en la feria del libro. Aunque no quiera aceptarlo muchas cosas se movieron adentro mío al estar tan cerca de ella. Luego regresé a casa. Mis padres están mejor, mamá le pide a papi que vaya a dormir con ella. Ahora escribo en compañía de mis plantas. Hace un minuto aplasté a un pulgón que caminaba por una hoja de renacido. Aunque el otoño secó muchas cosas, la petuña siempre tiene abiertas flores blancas, y algún pimpollo a punto de abrir. El viernes 2 de noviembre está a punto de finalizar. Y aunque hoy ya sé que no es la fecha en que te volví a ver, el 2 de cada mes representará en mi corazón un aniversario en donde festejo haberte hablado aquel día, un poco más de 4 años atrás.






jueves, 20 de agosto de 2020

Esta mañana los dos almendros salieron a la ventana y se mojaron con el agua de la llovizna por primera vez en el otoño




Sábado 21.50hs_Esta mañana los dos almendros salieron a la ventana y se mojaron con el agua de la llovizna por primera vez en el otoño. Después de tomar un café el cielo de Salamanca comenzó a abrirse de entre nube y nube. Y aunque temía porque lloviera, igual me fui a la carretera de Carrbajosa para ver hasta dónde podía llegar. Pensé en volver cuando por fin llegué a Monterrubio, pero la añoranza de ver a Portos y a Áramis logró que me aventurara 3km más. Desde la ermita de nuestra Señora del Viso, podía verse la borrosa tormenta cayendo en Pajares de la Laguna. Un minuto más adelante, donde a finales de agosto envejecen los sorprendentes campos de girasol, cayó un granizo de nada. Creí entonces que regresaría, pero en ese instante me di cuenta de algo que me alegró: el granizo estorba pero no moja mucho. Y continué hasta el abrevadero, donde Portos me dio la bienvenida acercándose a mí. Varias veces pienso en ti mientras dura el camino. Quisiera que algún día pudieras ver las hermosuras de la carretera conmigo.

Domingo 21.30hs_Aunque amaneció con sol la ola de frío reculó mi valentía y en vez de ir hasta La Mata fui al Chevalier a tomar un café. Pido también agua y hielo, para seguir gorroneando el wifi cuando ya se me terminó el café con leche. Jóse lo sirve grande, y siempre me da dos churros, calculo que medio viejos. Pero ya conoces el dicho: a caballo regalado... Pude mandar los archivos participantes al concurso de Seix Barrial. Tomé un café con mi amigo Gregorio, nonagenario que creció en Parada de Rubiales. Él me contó que antes de ser carretera de Valladolid, se llamaba de Peñafiel. Gregorio tiene una manera interesante de contar las cosas. A mí, claro, me interesa muy poco, pero sus palabras continúan orientando mi personalidad hacia la paciencia. A estas horas, el cuarto en donde me pongo a escribirte se llena con los vozarrones escandalosos de mis vecinos. Es incómodo escribirte así. Hoy compré tierra y un cuenco para plantar a los almendros que cogí en Fuentesaúco.

Lunes 21.40hs_Las hojas de renacido se mantienen verdosas durante todo el año. Sin embargo, en su primer otoño, se habían puesto totalmente doradas. Parecía un árbol de otra especie, con ese marrón oscuro como las hojas de los ciruelos. A lo largo de estos 3 años planté almendros que no han nacido. Sin embargo, de la misma camada de semillas de Fuentesaúco, regalé a tres personas distintas a quienes le germinaron. Pero en mi casa aún no han nacido. Sí en cambio crecieron las primeras que sembré, cogidas de una pequeña almendrada que echaba sombras sobre la avda. Virgen de la Vega. Otros 4 de mis almendros son vástagos de aquellos árboles, cuando todavía estaban en flor, sólo que ellos nacían junto a la carretera de Babilafuente. Al poco tiempo de nacer tantos acabé dándome cuenta de que cuando uno los planta con ilusión les da fuerza para que prosperen. A renacido le ha crecido un yuyo muy largo... y la petuña ya tiene 3. También decirte que esta mañana aproveché el día de sol para viajar a La Mata. Cuando llego a Villares de la Reina recién me doy cuenta que aún faltan 8 km más para verlos a mis amigos, Portos y Áramis. Así de pronto el viaje cobra un sentido romántico.

En efecto, antes de llegar al cementerio de paredes blancas, allí están pastando los dos caballos. Ya no me parece raro ver cómo se acercan al alambrado para dejarse fotografiar. Portos levanta el cuello y me mira mientras sigue masticando el pasto. Pero ambos me miran cuando me voy y cuando paso volviendo. La carretera está impresionante, hay cúmulos de nubes blancas con contornos brillantes, en los que se refleja la luz del sol.





Sólo cuando te recuerdo siento como si el corazón se me hiciera de dulce de leche


Domingo 21.30hs_Mañana, si es que el día despierta escampado, seguramente que pasaré Mozodiel del Camino para saludar a Portos y aramis; esta mañana estaban los dos, al otro lado del abrevadero. Antes, Áramis no venía hacia mí. Únicamente Portos me demostraba su alegría cuando me acercaba al corral, venía todo lo que el alambre de púas se lo permitiera. Después se quedaba mirándome, entretanto la mandíbula le dibujaba un movimiento semicircular en sentido horario. Portos, esta mañana, se metió en el abrevadero cuando me vio. Se quedó bebiendo en el agua baja. De vez en cuando levantaba la cabeza para mirarme. Nunca olvidaré aquella mañana en que nada más verme bajó la planicie al trote. Áramis, hoy vino unos metros hacia el estanque. Entre otras cosas, quizá mañana te vea, cuando me de una vuelta por el viejo Garrido Norte.

Lunes 22hs_Los almendros están preciosos. El mes que viene podaré a renacido. Ya no le saldrán coronas de 4 hojas verdes. Hoy por la mañana hice el viaje a La Mata de la Armuña. Fui más que nada para verlos a ellos, a Portos y a Áramis, que me miraban al otro lado del agua. Ninguno de los dos avanzó hasta donde yo estaba, tan solo me miraban bajo el sol de un día precioso. Sus flequillos resplandecían en el día brillante. Durante todo el viaje nada hay tan maravilloso como ellos. Le dieron un nuevo sentido a mis viajes por la carretera de Carbajosa. Y los echo de menos. Es como el zorro y el Principito: cada día se acercaban un poco más. Y cada día me dan una muestra nueva de su silencioso afecto. Luego, por la tarde me acerqué a la Torrente para ver si estabas. Supongo que el alboroto de la Feria del Libro hizo que no estuvieras. Me fui vacío al no encontrarme con tu mirada. Miércoles 21hs_Estoy preparado para que cuando se hagan las 11 llamar a la policía. Mientras los vecinos gritan y cantan, un perro chilla desde fuera.

Jueves 21.40hs_Hoy a la mañana fui a ver a mi amigos, Portos y Áramis. Los chicos de al lado siguen gritando. Ayer vino la policía pero no los pudo coger. Es bastante injusto, cuanto más rezo, cuanto más positivo intento ser respecto a estos chicos, parece que mi pasividad más excitara su comportamiento. Mientras te escribo a ti va aumentando el volumen del griterío. Las discusiones entre uno y otro son más violentas, los pasos por la vivienda se agitan más.

El mes que viene lo podaré a renacido. Más o menos serán 40cm lo que creció en total. ¿Y qué te diré sobre ti? Hoy suspiré en voz alta tu nombre. Pero gracias a que ya no estoy cerca tuyo te echo menos de menos. Sin embargo hay veces que experimento recaídas que me hacen extrañarte de más. Ágape.

Viernes 15.30hs_Como una consecuencia casi dolorosa este día amaneció nublado. En consecuencia, como una cautela fraternal, esta mañana no viajé hacia los pueblos. No quiero que te parezca que exagero mi pena al contarte cosas así, pero echo de menos a Portos y a Áramis; los caminos de tierra que hacen encrucijada con la carretera de Carbajosa, las alas abiertas de los milanos llegando al cementerio de La Mata de la Armuña. También extraño la compañía de los almendros, mirarlos mientras te escribo de sus detalles. Los chicos de al lado me recuerdan mucho a las insolencias de mi juventud, cuando crecemos, cuando cambiamos.

22hs_A pesar de la melancolía que me produce el hecho de que se termine el día y no me queden recuerdos de la carretera de Carbajosa, me reconforta ver a la petuña y a los almendros encima del escritorio fumé, resguardándose de las lluvias nuevas. En el plato de la petuña ha salido un yuyito, parece que fuera un trébol. Ya no sé bien si te extraño o no, sólo cuando te recuerdo siento como si el corazón se me hiciera de dulce de leche. 










lunes, 17 de agosto de 2020

Se ve que existe una tolerancia providencial que hasta cierto punto es permisiva con nuestro instinto


Jueves 21.30hs_Ya no asocio a tu nombre con el sentimiento de victimización que sentía cuando me lamentaba por no estar a tu lado. En el departamento de al lado todo parece tranquilo, aunque sé que próxima la medianoche comenzará el estúpido alboroto. Éstos son como los hermanos de Droopy, en la casita de paja y madera. He trazado los planos de un paciente venganza tal como se lo hice a Roberto, que al cabo de un tiempo me pasaba por al lado y le decía touchè. Pues así a los capullitos esos, que si les llegan a poner una multa un día me van a pasar por al lado y les voy a decir “Estoy estudiando”.

Viernes 22hs_Aunque traté de evitarlo ayer vino la policía. Como se mezclaron los ruidos con el de arriba no pudieron ponerles multa. Pero hubiera dado un penique por verles la cara cuando abrieron la puerta y se encontraron con que era la policía Local. Hoy al volver de la compra me crucé con uno de ellos, quien amablemente me pidió de hablar. Me quiso convencer de que yo era el problemático, que no podía ser etc, etc, etc... Pero más allá de todo esto, hoy a la tarde meditando en lo ocurrido me he dado cuenta de que Dios ejerce justicia sabiamente. Los ruidos de dos departamentos se mezclaron; al no poder poner multa a nadie mi consciencia quedó tranquila. No paraba de recordar lo que había escrito Pablo, en la epístola a los efesos: Quien busca justicia en la ley ha roto a Cristo. ¿Qué sucede con nuestro espíritu cuando abandonamos el esforzado camino de la fe y optamos por los pragmáticos artículos de la legalidad? ¿Acaso no cambia también el estilo de nuestras circunstancias? Se ve que existe una tolerancia providencial que hasta cierto punto es permisiva con nuestro instinto. Seguimos bajo Su tutela porque no nos tiene en cuenta muchos de nuestros pecadillos. Aunque seamos de pensar lujuriosamente, continuamos sintiéndonos afortunados. Y solamente esperamos que cosas buenas nos pasen. No olvidemos lo escrito en la segunda epístola a los corintios:



Feliz el hombre a quien Dios no le tiene en cuenta u pecado.

Y también:

Dios justifica al hombre según su fe.



Sábado 22.30hs_Decía ayer que Dios es sabio a la hora de impartir justicia. La policía no puso multas, pero en sus advertencias consiguieron que los chicos de al lado no celebraran más reuniones. Sin embargo las chicas de arriba tienen menos cuidado que ellos. Hablan entre ellas, mueven los muebles y se ríen de vez en cuando. Si es que hoy les está permitido el ruido por ser fin e semana, me veo venir encima la trasnoche de nervios. Vamos a ver qué pasa un rato más adelante, cuando empiecen a llegar amigos y esas cosas. Tengo bastante miedo de que se les haya pasado el susto del otro día y ahora empiecen a mover muebles, a chillar y a las risotadas. Ayer no hicieron nada de ruido, ni uno ni otro. Pero hoy se ve que se lo permiten ambos. Es curioso, me di cuenta que sólo pienso en ti con algo de esfuerzo.





martes, 11 de agosto de 2020

Es como si el mal siempre permaneciera


Lunes 21.30hs_Aparentemente todo pronostica una noche de buen sueño. Hace dos días que no voy hasta La Mata. Los caballos son lo que más extraño del recorrido. Ellos alegran la espera de llegar a los pueblos. Hoy a la tarde casi fui a verte, sin embargo la ilusa esperanza de que la vida me sorprendiera con algún encuentro milagroso hizo que fuera por otros sitios más inesperados. Ayer tuve una bronca con los estudiantes de al lado, puesto que no me dejaban dormir. Ahora son las 10 de la noche y parece que hicieran barullo adrede. Es una pena, con sus ruidos sabotean la mejor hora para escribirte. Por otro lado, los almendros se tomaron un respiro del frío y me acompañan aquí en la pieza. Dormirán aquí, batallando a los demonios del ambiente con su oxigenación ligera. Al lado todo parece tranquilo, aunque conociendo a la juventud tengo un poco de miedo de que en cualquier momento comiencen los vozarrones. Con ellos parece que hubiera una chica también. Y para colmo de males se ha traído con ella un perro ladrón. En fin, todo es un desastre. Sólo los almendros manifiestan una excitante belleza natural. Renacido, tiene las hojas verde manzana. Es curioso, cuando mi hermana partió se fue con ella el sonido a mar. Y justo cuando pude dormir tranquilo empezaron estos chicos con los ruidos de noche. Como si este mal siempre permaneciera.

Martes 21.40hs_Preparándome para la batalla: esta mañana avisé en la comunidad sobre los ruidos del piso de al lado. Quedaron que se lo comunicarían a la dueña. Sin embargo ya son casi las 10 y se oyen los voceríos al otro lado de la pared. Así que hoy calculo tampoco dormiré bien. Aparentemente, el móvil sin crédito puede comunicarse con el 112. Hay gente, pero la chica de todos los días parece faltar. Tengo miedo de lo que pueda suceder si llamo a la policía, ya que siempre recuerdo las palabras de San Pablo Apóstol:



Quien busca justicia en la ley ha roto a Cristo.



Si me embarco en una cruzada por el camino de la legalidad, ¿qué pasará con mi espíritu? Sin embargo mi perseverancia en la oración se ha topado con una repetición tenaz de griteríos adolescentes y carcajadas grotescas que podrían despertarme. Despertar a cualquiera, vamos. Por lo demás, la meteorología auspicia para mañana un miércoles despejado. Si es así, iré hasta La Mata seguramente. ¿Los veré a Portos y Aramís?

Miércoles 22hs_Milagrosamente, pude hablar con la dueña y los chicos de al lado cuando llegué a casa esta tarde. Prometieron muchas cosas, pero habrá que ver. Por ahora no se oye mucho ruido, tan solo el murmullo de un diálogo entre amigotes, tan solo la puerta del pasillo que hace un estruendo al cerrarse. Aunque están más tranquilos que otros días, veremos qué sucede luego de las 12.

Entre otras cosas hoy fui hasta la Torrente Ballester esperando cruzarme contigo, pero nada más estaba él. Los almendros están blancuzcos, Renacido tiene el color de sus hojas verde lechoso; en la otra esquina, albur y su única rama reposan en silencio, tiene un montón de hojas amarillas. Los tres vasitos de té con limón se constelacionizan sobre el escritorio obscuro. Solamente me falta tu mirada de caleidoscopio, y esta habitación sería poéticamente perfecta.







viernes, 7 de agosto de 2020

Como si cuchichearan algo entre ellos


2018. Día de la Hispanidad_En octubre cambia decididamente el clima de Salamanca. El horario en que amanece o la ropa que usamos al salir a la calle. El frío trae cambios que entristecen un poco a nuestro corazón. Para adaptarse ellos así como también al clima, se extrapoló el horario en que entro y saco a los almendros. Cuando viene el atardecer los entro y por la mañana siguiente sólo los saco fuera si hay sol. Cambios así siempre alegran un poco el alma, coincide más el horario de mi escritura con ellos. Serán una lírica compañía para mis prosas. Velarán mi dormir mientras oxigenan la habitación pequeña. Su sana presencia me contagiará de un optimismo natural.

Esta mañana viajé hasta la Armuña. Portos bebía el agua calmada del estanque, le descubrí un pequeño manchón blanco en el entrecejo, cuando levantó la cabeza para mirarme y se le hizo a un lado un flequillito intencional.

Sábado 13, 21.30hs_Esta mañana hice la primera grabación de Portos y Aramís. Portos es quien más demuestra que se acuerda de mí. Hoy dejó de pastar y cruzó el abrevadero, para acercarse unos 50mts, como si supiera que quería fotografiarlo. Aramís ahora también levanta la cabeza cuando me ve llegar. Se queda mirándome y luego se miran el uno al otro y mueven hacia atrás las orejas, como si cuchichearan algo entre ellos. Al volver me encontré con un chico en el café de siempre. Aunque se ríe y me llama amigo, siento que una mentira esconde. Pero lo más importante es que desde temprano comencé a echarte de menos. Un Mireia por aquí, un comentario relacionado con tu nombre por allá... Cosas como esas lograron que me imaginara contigo una vez más.

Domingo 14 de octubre, 21.30hs_El paso del huracán Leslie desencadenó en una mañana nublada, acobardando así mi disposición para viajar hacia los pueblos de la Armuña. Fue un día de descanso. De todas maneras salí a caminar por la mañana. Desde la casa de Candelario llegué a la Gendarmería, curiosos jardines de flores amplias entonaban con el sol de principios de otoño. Fotografié la rambla de los ciruelos, las primeras hojas secas de la temporada se hacinaban en las veredas de Torres Villarroel. En el cíclico comportamiento de mi destino diario, de nuevo empecé a percibir la cálida aparición de tu nombre en mis mañanas. Eso me hizo reconsiderar cuánto bien me haría verte de nuevo. La única pureza que le queda a mi vida es la ilusión de ti, Mireia. Pienso mucho en los caballos de la Armuña. Mañana trataré de ir a verlos si la meteorología es propicia. Y en mi corazón pude distinguir una suave resurrección de mi enamoramiento por ti. La melosa fábrica de soñar sueños contigo reinauguró su mecanismo psicológico.



domingo, 2 de agosto de 2020

Amores pluscuamperfectos




Miércoles 21.30hs_Ya no considero tristes a los días que se marchan sin volver a mirarte a los ojos. Casi no espero encontrarme con el albur de tu nombre durante el saneante proceso del paso de los días, y así tomarlo como una excusa divina que me recomiende ir en la búsqueda de tu mirada. El proceso de la depuración de mi alma ha tardado unos dos años. Pero es sorprendente cuánto puede llegar a purificarse un espíritu que aguarda el amor de una mujer como tú. Tu ausencia, en definitiva, ha sido el estoico catalizador que me hizo redescubrir los recursos espirituales que había yo perdido tantísimo tiempo atrás. Ni siquiera el reencuentro con el verdadero amor hizo que nuevamente lo hallara. Quizá el profundo cristianismo que ella tenía fue en realidad un guiño de la Providencia para señalarme el camino de mi destino. Esta mañana hice el ya cotidiano paseo hasta La Mata de la Armuña. Al acercarme al abrevadero sucedió algo increíble: uno de los caballos vino trotando hasta mí. Se detuvo en el alambre de espino, fue algo maravilloso verlo correr hacia donde yo estaba. Claro, me detuve a fotografiar su cautivadora pasividad. Se queda parado mirándome fijamente, cuello en alto y mascando hierba, ante la alambrada que nos separa. Cada día que pasa voy hasta ellos, me emociona el soleado viaje hasta allí. Antes, emprendía el viaje de regreso cuando llegaba a las pintorescas ruinas de Mozodiel del Camino. Ahora viajo 2 km más, solamente para estar cerca de ellos.

Jueves 11 de octubre, 21.40hs_Esta mañana sentí una gran sensación de alivio al despertar y ver que el cielo estaba nublado. Uno se da cuenta de eso ya sin levantar la persiana, si está nublado la luminosidad de la habitación es un grado más tenue. No me sentí con la obligación de viajar hasta La Mata. Pensé todo el día en los caballos. A ése que aparentemente me reconoce cuando me acerco lo llamaré Portos, lo conjeturé ayer por la noche, cuando recordaba su insigne porte al verlo bajar hasta el alambre de espino para darme la rimbombante bienvenida. Tuve la corroboración de la Providencia cuando leí la misma palabra en un versículo de la epístola a los efesios. Al otro, como ya te imaginarás, le llamaré Aramís... tal vez para que a un nivel inconsciente no sienta que le hago el feo.

Cada vez que Portos me ve, me sorprende con un nuevo gesto de amor. Aramís en cambio me observa, hasta ahora no se ha movido cuando me ve llegar, pero aprendí a notarlo curioso cuando deja de pastar para darme el buenos días con la mirada. Ellos consiguen que me sienta afortunado. Situaciones así sólo se pueden llamar milagros. Y al irme les digo adiós, levantando la mano igual que si les dijera Jáu.