18 de mayo_ Esta tarde oí
tu nombre en el fugaz transcurso de un sueño hipnopómpico. Sucedió
después de mucho tiempo de no pensar en ti. Entonces me di cuenta de
que, entre toda la negrura del océano que es mi vida, lo que más
quiero eres tú. ¿Entre cuánta madeja selvática tendré que pasar,
desenmarañando a machetazo limpio las intrincadísimas vicisitudes y
y machacosos avatares que me separan de ti?
22hs_Los almendros firmes
aquí, cada día se van notando brotecitos nuevos a lo largo de sus
longitudes intrascendentes. El joven albur está magniífico, y
renacido también. Cuando llegue noviembre sentiré pena cuando tenga
que podar a Renacido. Le conocí cada hojita que le ha crecido. En
invierno me veré en la necesidad de cortar su preciosa corona a fin
de que no crezca más. Esta tarde he tenido dos señales con tu
nombre, ni bien encender la televisión. Llegaron justo cuando me
propuse no corregirte más y buscar una forma más amorosa de
analizar tus desplantes, para ver si puedo sacar otras conclusiones
que me permitan continuar hacia adelante. Los objetos del cuarto son
rápidos infiltrados que discuten sobre quién ingresará antes en
esta cuartilla.
Ayer por la noche pensé
algunas líneas para escribirte. Me sorprendió que no reflejara en
ellas el amor que antaño sentí al verte. Por el contrario pero sin
oponerse, al mismo tiempo que aquellos pensamientos nocturnos se
articulaban fui sintiendo un cómodo endurecimiento en el corazón.
Supongo que al no pretender que te lleguen estas sentidas escrituras,
la sinceridad de mis anotaciones se vuelve más desabrida. De todas
maneras continúas estando entre mis pensamientos, esa amorosa
obsesión me aboba bastante. Después de todo, me hace ilusión ir
acabando este cuaderno de Rummenigge, querrá decir que podré cerrar
otro capítulo de mi historia.
5.17am, martes 22 de
marzo_Eres como Jesucristo: siempre estás en mis pensamientos.
Aunque los meses transcurren en mi vida, tú continúas siendo una
gran compañía en mis soledades. Es solo que ya no te recuerdo ni
con bronca ni con resentimientos imaginarios. Por suerte o por
desgracia, tampoco con la misma pasión de antes. Esta mañana, hice
el viaje a Monterubio de la Armuña. Había sol y amapolas, los
campos de colza ya están sesgados. Algún milano sobrevolaba la
carretera antes de llegar a Villares de la Reina. En ese trayecto a
veces pienso en ir a buscarte, pero el pensamiento va y viene como el
relámpago de una tormenta que se aleja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Pasa a dejar tu comentario