28
de diciembre, 2017_Para que no los coja ninguna helada, entro cada
noche a los almendros. Quizá mañana el cielo azul fuera cortina de
fondo para el viaje a Monterrubio de la Armuña. Antes pasaré
cerquita tuyo, cuando suba la cuesta de la Torrente por al carril
bici de Paseo de los Olivos. Dentro de mí solamente existe aquello
relacionado con tu existencia. Tu nombre, tus actitudes, tus pecas...
En todas mis noches han creafo incontrolables mareas de largos
insomnios. La perseverancia en esta curadora patología ha ido
llenando a mi cuerpo de un controado alivio que me inunda de paz y
comodidad. Hasta que me dormí placenteramente. Entonces soñé
contigo.
Domingo
31 de diciembre_Río revuelto, ganancia de pescadores. Así, mi bien,
cuanto más confusos mis sentimientos, una novela para el papel. Te
echo tanto de menos. Quizá como una contradicción, quizás como una
dieta de pensamientos, pero lo cierto es que en mi mente se han
reproducido más pensamientos de otro mujer. Una desintoxicación
de ti. Un espontáneo mecanismo
de defensa que intenta desacostumbrarme de tus imágenes.
Mismo día, 1pm_A pesar de esta calmante terapia en mi psique,
continúo soñando que alguna vez aparezcas entre mis minutos.
Recibir un mensaje de correo, otro cruce de nuestras miradas... o
atender una llamada y que me conteste tu voz. La viva angustia nos
toca el alma con sentimientos de melancolía, pudiéndolos convertir
en nostálgicos versos que reflejaren aproximadamente la magnitud de
la añoranza de ti, dándole vueltas a estos enclenques renglones a
manuscrita.
Dnld 2017
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