2
de abril, 11 de la noche
Mi
alma insiste en darme motivos para vivir mostrándome tu imagen como
primer pensamiento del día. Mas para evitar pensar en ti tomo
distancia de estos cuadernos durante algunos días. Sin embargo,
cuando despierto me doy cuenta de que desenamorarme de ti ha sido una
inútil empresa de la soberbia psicológica. Por eso doliente razón
será que de inmediato intento negarme a mí mismo tu existencia, y
me culpo duramente por haber pensado en ti. Ahora que ya sé que eres
de otro hombre, cada día comprendo un poco más que la ilusión de
estar alguna vez a tu lado ha dejado de ser una dulce motivación
para vivir y pasa a convertirse en una carga que iré dejando poquito
a poco. Aunque como si fuera una trampa, como una tentación de un
destino adverso, hoy me arrimo hasta aquí para escribirte en otro
día 2 de abril, el tercero desde que tomé la decisión de
escribirte únicamente a ti. Y poco a poco va desapareciendo de mi
vida la preocupación de que no vinieras a mí... y en mi alma va
quedando espacio para recibir a una nueva ilusión.
El
desamor vendría a ser el súbito reencuentro con un mundo de
facultades que a simple vista nos suenan desconocidas, pero que
tienen el fin de reemplazar a una perpetua combinación de fantasías
que polulaban en nuestra mente cuando reinaba el amor.
El
que ya no me emocione desbordadamente el leer un texto con tu nombre
es una prueba veraz de que el olvido está haciendo bien su trabajo
4
de abril, 10pm_La investigación de un libro sobre los sueños me
hizo saber que los sueños hipnogógicos de ayer han tenido que ver
contigo. Sin embargo en los hipnopómpicos de esta mañana la cara de
otra mujer ha servido como la cálida representación de mi amor. Un
alentador símbolo, una aliviadora señal de que después de todo la
vida continuará... aunque no sea a tu lado. La tentación de ir a
buscarte para saber si me miras es aceptablemente vencida por alguna
responsabilidad o algún que otro pasatiempo. El que ya no me
emocione desbordadamente el leer un texto con tu nombre es una prueba
veraz de que el olvido está haciendo bien su trabajo.
DNLD