21 de junio
El último café fue a las 10,30. Estaba en la terraza de un bar que probablemente tú desconozcas: café Borgoña.
El café Borgoña queda a unos 200 mtrs de Carrefour, en ctra Zamora. Ya hace unos 5 años que lo conozco, pero hará 2 que lo frecuento cada día. O casi todos los días, desde que comencé a andar en bici a diario, intentando orbitar la tristeza de otro desamorío. Los pueblos y pedanías eran como inmobiliarios amigos, que me contaban amablemente acerca de sus escondidas idiosincrasias regionales. El oportuno ejercicio y las nuevas calles y plazoletas consiguieron que al regresar a casa me sienta más despejado. Castellanos de Moriscos, Pedrosillo, Pajares de la laguna y Orbada: fueron oportunos antibióticos para mi corazón triste. Por eso te comentaba de mi último café en la terraza del bar, porque esta benevolente sensación de amor, de enamoramiento, de luz, también pudo haber sido por los efectos narcóticos de una infusión demasiado cargada. Mas ahora me di cuenta que eres tú.
Lunes 22 de junio_Hoy empezó el primer día de la larguísima semana en que no sabré nada de ti, además de que no estarás. Serán siete días en que solamente estaré concentrado en tu ausencia. Ya son las 11 y media de la noche, y recién vuelvo a casa de tomar un café en una terraza aburrida y estirada. Pero en realidad salí de casa a buscarte. Te busqué por las terrazas y casi sufro un infarto al ver a las pelirrojas que pudieron ser tú.
Miércoles 24 de junio, cerca de la medianoche
Mañana, jueves, quedará un día menos para que vuelva a verte. ¿Cómo regresarás luego de 10 días? ¿Me habrás extrañado en este tiempo tanto como yo a ti? Mientras tanto, continúa el estreno de la bici por la afamada carretera Valladolid. Llegando a Pajares, los puentecitos bien hechos le hacían de aureola a los autobuses que transitaban debajo. Los jóvenes campos de girasol aguardaban el profético crecimiento hasta la floración. Y dos magníficos halcones se orbitaban el uno al otro como si fueran dos soles. Prontito iré en tu búsqueda aunque no me hayas esperado.
26 de junio_El agradable canto del ruiseñor acompaña al alba subtormesina que despunta en este momento. Todos mezclados en un merengue de telas, cierres y botones: los abrigos embrollados junto a las colchas reflejan las altas temperaturas que hicieron ayer anoche. Hoy exactamente han pasado 12 años desde que me operé. Todos los días lo agradezco, pues el Lete se ha llevado lo que antes de estar en coma he vivido. Y hoy aquí, mi vida, despierto desde hace un buen rato, enredado como las frazadas pero en los pensamientos de ti. ¿Te casarías conmigo? Pronto me iré a dar una vueltita en bici, y aunque sé muy bien que no te veré en los caminos, te estaré esperando.
dnld
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