11
de marzo, 2018_La lluvia no volverá a ser lo mismo cuando me vaya.
¿Qué se verá por la ventana de Candelario, donde ahora está el
respetuoso tanque de la afamada Chinchibarra? Las farolas nocturnas
de Paseo de los Cerezos ya no se refractarán sobre las lentas
procesionarias de los automóviles aparcados, ni en las precisas
gotas frías de las lluvias de abril. Durante 3 años aguardé para
cruzarme contigo mientras camino por ahí. Ahora puedo documentar que
en estas dos semanas nuestros caminos se han cruzado para dar vida a
inolvidables encrucijadas de expectantes romanticismos. Y te pones a
cantar cuando estoy cerquita tuyo. Ya no será tan relevante si la
ventana del cuarto está cerrada. Quizás enfrente pueda haber algún
otro edificio, entonces la ventana de algún vecino despertará en mí
una curiosidad vulgar. Pero nada de lo que viva será tan inspirador
como haber estado cerca de ti. No fisgonearé por la ventana para ver
si sales de trabajar. Ni voy a estar tan pendiente por si te cruzo en
el carril bici de Paseo de los Olivos, o cuando salga de casa a
comprar. Pero eso también significará algo, no existirá un sentido
para salir a vivir. Nunca más regresaré a casa anticipándome a tus
horarios, creyendo que nos podremos cruzar de nuevo.
14
de marzo, 21.15hs_¿Importa acaso cuántos años hace que te he
conocido? Si Dios ya no se preocupa por enviarme señales con tu
nombre para que se mantenga viva la esperanza de estarr junto a ti. Y
si algún día vienes posiblemente será que te rechace en venganza
del largo esperarte que un poco me ha desquiciado. Junto al amor, el
barrio también se irá. El privilegio de la solemne Chinchibarra
ingresando perpetuamente por la ventana, será vetado por el forzoso
traslado. Se irán la biblioteca, y el sentimiento de temor de verte
del brazo junto a otro hombre.
21
de marzo, 3.30pm_Entre los días del mes, ha comenzado la cuenta
regresiva para una nueva mudanza. Junto a una nueva
primavera, gracias al cambio de hogar comenzará una nueva etapa, en
esta intrincada madeja de confección de sucesos. Intrincado o
cornucopia: a veces siento que las creaciones literarias que se me
vienen a los dedos no están para nada a la altura de las palabras
que suelo utilizar. De la misma manera, los versos que aparecieron a
los largo de este epistolario no estarán a la altura de tus ojos
cristalinos, como un caleidoscopio girando. En esta nueva etapa las
páginas de la msañana van dejando de ser tuyas. La falta de tus
miradas configuró a mi conrazón para que finalmente se resigne a
que el futuro no nos encuentre con la intención de que podamos
amarnos.
Luego
de cuatro años hago un examen en retrospectiva y me pongo a suponer
las ganancias que he hacinado. Lamentablemente, comprendo que tú no
te incluyes en este resilente itinerario. Ya voy despidiéndome de
las noches pintorescas, de las luces que simulan serr estrellas en la
lírica Chinchibarra. Los autitos de Escalectric, que avanzan
taciturnamente por el asfalto de la pacífica Paseo de los Cerezos.
Me voy despidiendo de la idílica empresa de salir por la puerta de casa esperando verte. Adiós al catedrático monumento de Don Torrente, siempre fiel entrando por la ventana. En breve les diré adiós a los consorcios suburbanos, peticitos, siempre en el horizonte calmado.
29 de marzo, 22.50hs_Mamá canta Marrioneta, igual que hace 30 años en las mañanas de Quilmes. Papá la secunda con coros varoniles, resulta asombroso oírlos cantar a dúo. Entre otros detalles, Albur sigue precioso, una rama le ha nacido en el último nudo de su tallo amenazadoramente rústico. ¿Sentirá alguna tristeza con el cambio de nuestro hogar? Tal vez sea por un optimismo infundado, pero si me quisieras te esperaría.
La casa se va vaciando a medida empaquetamos las cosas para la mudanza del lunes 2. ¿Es coincidencia o Destino el hecho de que el día en que me alejaré de tus mañanas sea el mismo número de la fecha en que volví a verte? ¿Acaso la Proviidencia quiere advertirnos que nuevos tiempos vendrán, demostrándonos que el comienzo de una nueva etapa se ejecuta en una fecha que fue significativa para nosotros?
1 de abril, 18hs_Paseo de los Nogales nº7 es un completo alboroto. Antaño, los almendros, fieles a los empáticos ecos de la fotosíntesis, siempre aguardaban para salir a la ventana al rayo de sol del invierno, o a la penumbra de los confortables atardeceres en el verano. Mas ahora Albur y Renacido a acompañan el rizado deslizamiento de la pluma a pocos ctms de distancia, puesto que la inevitabilidad de la inmediata mudanza ha diagramado el orden de los objetos de la habitación en donde siempre te escribo entre las prácticas disposiciones de nuestras pertenencias, para que la mudanza de mañana sea lo más rápida y cómoda posible.
Entre todo este desastre he decidido utilizar el tiempo necesario para venir a despedirme cursivamente del cuarto en donde te he dedicado tantas cuartillas. Será un molesto capricho del Destino que la mudanza que me alejará del frecuente trato que mantengo contigo caiga en un día 2. Junto con tu despedida le diré también adiós al tanque de la Chinchibarra, al catedrático Torrente que cada día le da la espalda a las macetas en mi ventana. Pero sobre todas las cosa, también le diré adiós a la expectativa de encontrarte por la vereda, igual que te vi pasando por la puerta de casa, exactamente 1 mes atrás. Hoy es el último día que miro por la ventana con temor a verte de la mano con otro hombre. Ya no vigilaré las amplias escalinatas de la Torrente, por si acaso salieras a tomar un café. Ya no me preocuparé por si tus compañeros me ven regar los almendros que crecen en la ventana del 5º piso. Hoy será el último día de un montón de problemas imaginarios, de ellos tan solo me acompañarán estos cuadernos, como un fantasma aherrogado a las cadenas de su martirio. Las cosas de mi cuarto se irán desintoxicando de ti. Tantas beligerancias dejaré en estas paredes. Dejaré atrás el espíritu que trató de conquistarte.
29 de marzo, 22.50hs_Mamá canta Marrioneta, igual que hace 30 años en las mañanas de Quilmes. Papá la secunda con coros varoniles, resulta asombroso oírlos cantar a dúo. Entre otros detalles, Albur sigue precioso, una rama le ha nacido en el último nudo de su tallo amenazadoramente rústico. ¿Sentirá alguna tristeza con el cambio de nuestro hogar? Tal vez sea por un optimismo infundado, pero si me quisieras te esperaría.
La casa se va vaciando a medida empaquetamos las cosas para la mudanza del lunes 2. ¿Es coincidencia o Destino el hecho de que el día en que me alejaré de tus mañanas sea el mismo número de la fecha en que volví a verte? ¿Acaso la Proviidencia quiere advertirnos que nuevos tiempos vendrán, demostrándonos que el comienzo de una nueva etapa se ejecuta en una fecha que fue significativa para nosotros?
1 de abril, 18hs_Paseo de los Nogales nº7 es un completo alboroto. Antaño, los almendros, fieles a los empáticos ecos de la fotosíntesis, siempre aguardaban para salir a la ventana al rayo de sol del invierno, o a la penumbra de los confortables atardeceres en el verano. Mas ahora Albur y Renacido a acompañan el rizado deslizamiento de la pluma a pocos ctms de distancia, puesto que la inevitabilidad de la inmediata mudanza ha diagramado el orden de los objetos de la habitación en donde siempre te escribo entre las prácticas disposiciones de nuestras pertenencias, para que la mudanza de mañana sea lo más rápida y cómoda posible.
Entre todo este desastre he decidido utilizar el tiempo necesario para venir a despedirme cursivamente del cuarto en donde te he dedicado tantas cuartillas. Será un molesto capricho del Destino que la mudanza que me alejará del frecuente trato que mantengo contigo caiga en un día 2. Junto con tu despedida le diré también adiós al tanque de la Chinchibarra, al catedrático Torrente que cada día le da la espalda a las macetas en mi ventana. Pero sobre todas las cosa, también le diré adiós a la expectativa de encontrarte por la vereda, igual que te vi pasando por la puerta de casa, exactamente 1 mes atrás. Hoy es el último día que miro por la ventana con temor a verte de la mano con otro hombre. Ya no vigilaré las amplias escalinatas de la Torrente, por si acaso salieras a tomar un café. Ya no me preocuparé por si tus compañeros me ven regar los almendros que crecen en la ventana del 5º piso. Hoy será el último día de un montón de problemas imaginarios, de ellos tan solo me acompañarán estos cuadernos, como un fantasma aherrogado a las cadenas de su martirio. Las cosas de mi cuarto se irán desintoxicando de ti. Tantas beligerancias dejaré en estas paredes. Dejaré atrás el espíritu que trató de conquistarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Pasa a dejar tu comentario