Mi
querida Señora,
6 de
diciembre, 2016_Paseo
de los Cerezos está tan blanca que parecería que hubiese nevado al
fin. Por la ventana del cuarto se pueden ver las rutinas de la
torrente desarrollándose. Entonces recordé que tan solo hace un
momento pasé por allí. ¿Qué hubiera sucedido si te encontraba?
Igual que en este cuadernillo, soy de nombrarte prosódicamente
cuando hablo con gente de mi confianza. Por lo general doy con
personas que lo entienden, y alientan la esperanza de seguir
esperándote.
Una
neblina espesa oculta la cotidiana Paseo de los Cerezos. Apenas se
ven las luces de nuestra señorial Chinchibarra, hoy sumergida en una
viscosidad gris. A las 11 de la noche vine a la hoja para contarte
que hoy preparé otro sobre para dejarte por las Navidades que
vendrán pronto.
Despoblándome
de ti
Miraba
las estrellas y solamente vi
las
ripias que coplaban con tu nombre.
Ahora
tan solo veo en ellas científicos fulgores
Apática
resaca cosmológica
que me
extrae del mundo del idilio.
23:17
hs_Hoy te
vi por primera vez llevando dos colitas en el cabello. Sin embargo,
diferente a otros ayeres, no te has dado vuelta para darme el mímico
saludo con tu carita de caleidoscopio girando.
8 de
diciembre, 2016 5.55
am_13
meses después, ayer te dejé otro sobre rojo, como el primero que
puse tras un libro de poesía, con la esperanza de que lo encuentres.
Solamente he dormido 2 horas, y a cada instante deseaba que elñ
sobre lo hayas abierto tú. En los insomnios todo es un gran silencio
que no podría llamarse “paz”. En ellos, nuestra preocupación y
curiosidades exaltan al corazón y a la mente. Quienes escriben de
madrugada humanizan a los objetos frecuentemente. La rana gorda de
cuero está a punto de croar.
22.30
hs_Parece
que la Chinchibarra tiene más luces. 4 o 5 farolas de luces ámbar
encendieron al pie del colosal tanque de agua. hoy hablé de ti sin
decir tu nombre, como si la realidad se hubiera hecho un tímido
reflejo de estos cuadernos blancos. Las apariciones del número 2 te
han mantenido presente todo el día, en las botellas de agua, en los
kilómetros de la 620, las orillas de los arcenes recben la orden
providencial de recordarme el día de agosto que te volví a ver.
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