5 de agosto, 21hs_El
atardecer de la calle Candelario es ideal para componer un poema. Los
recuerdos de la rancia estación de micros infestada por inmigrantes
cosmopolitas, el brillante pavimento de avda. Peña de Francia, y
atravesándola de norte a sur el verdoso boulevard donde se paran los
peatones a esperar que el semáforo se cambie al tipito verde, la
petuña milagrosa y los dos almendros sorpresivos.
Todo ello más el
recuerdo de tus ojos transparentes producen en mi corazón una
inspiración que se podría llamar tanguera.
6 de agosto, 21.45hs_Aún
después de tres años de pensar en ti, no me decanto si debo
escribir tu nombre con i latina o con ye. Cada semana que se va
Renacido está más alto. Y a medida que envejece su tronco se
obscurece un poquitito más. Extraño tus miradas durante el día.
Seguir enamorado de ti se ha convertido en un sólido motivo de
felicidad para continuar hacia adelante con estos curiosos días y
noches de los que se compone mi destino. Esta semana guardaré un día
entero para ir a verte. ¿Estarás? ¿Estarás con él? ¿Cómo se
llevan ustedes? ¿Soportaré veros juntos? ¿Te trata bien?
Martes 7, 22hs_Caminando
por avda. Mirat, esta tarde vi una máquina que hacía burbujas de
jabón en cantidades. Era maravilloso, en cada una reverberaba la
ciudad en los siete colores del arcoíris. Aquella imagen me recordó
los tiempos de mi infancia y por un segundo reviví la inocencia
intacta, ahora que lo pienso el sentimiento fue el mismo que cuando
tú y yo nos mirábamos a los ojos. Se ve que a la gente le sucedía
lo mismo que a mí en sus corazones endurecidos, porque alrededor del
ramillete de burbujas se aglomeraban 6 ó 7 individuos. Me quedé un
ratito mirando. Entonces me di cuenta de que una sola persona entre
todos ellos había sacado el móvil para inmortalizar aquellos
instantes de pureza en la nube. Resultó que era una compañera tuya,
con quien un servidor tenía al principio una relación de confianza.
El asunto de todo esto es
que desde hace unos días me estoy pensando si ir a buscarte de
nuevo, pero soy de reprimir la iniciativa de ir hasta ti por el temor
a tu indiferencia. Ella me hará saber que todo este tiempo mi
ilusión no era más que un espejismo creado por la necesidad de que
me amaras. Pero mañana es mi cumpleaños, y por un día haré mis
temores a un lado y me regalaré la posibilidad de estar un minuto
bajo el mismo techo que tú. Ya que nuevamente ejerceré mi
obediencia a las señales que otras veces me hicieron coincidir con
tu nombre. En consecuencia de ellas mi corazón decidía ir a
buscarte... Y entonces me encontraba con tu mirada.
Dnld 2018