22hs_El bien y el mal se disputan continuamente el gobierno de la vida de los mortales. Mientras tanto, nosotros vamos por esta vida arrastrando las ironías que no resolvimos en su momento. Tratamos de seguir los consejos que dejan los Libros Santos. De todas formas, no logro entender cómo fue que no nos hemos descuartizado unos a otros. El mundo vendió su alma por un puestucho.
Igual siempre estamos viendo cómo podemos arreglar algo. Hay algo bueno en nuestro interior. Desde lo más profundo del pozo solemos hallar refugio recordando cosas bonitas, así sentir que algún día será posible alcanzar la felicidad. Pero los días en que el Destino se empeña en hacernos daño, es muy difícil escaquearse de los sainetes.
24 de junio, 22hs_ A los mejor nos ponemos contentos al ir notando que el desamor no durará por siempre. No importa si ya pasaron 2 o 10 años, al darnos cuenta que alma sanó un poquito, regresa la esperanza de ser felices. Llegó la hora de intentar un camino nuevo. Y da menos trabajo perdonar todo. De repente nos damos cuenta que podemos volver a casa. A partir de ahora, discernimos mejor qué tipo de pensamientos son los que nos gustaría oír, pues nos hemos cansado de hacernos daño en el alma. Cada cosa pensada es un granito que suma o resta. Claro, lleva tiempo. Nadie sabe cuánto más va a esperar. Todo lo que intentamos empieza a salirnos bien, y cultivamos el amor propio aprovechando el día por día.
22hs_La
noche se encarga de mistificar a la ciudad de Salamanca, entretanto
el futuro que llega pone en jaque a nuestras profecías que
vaticinaban al amor. Hoy la totalidad de las cosas se han orquestado
de manera que la pluma testifique que este será el último cuaderno
de Rummenigge, puesto que esta mañana supe lo inevitable: estás
viviendo con él.
Igual que el petróleo puede llegar a tapar la
superficie del mar, la inmensidad de este amor enterraba las pequeñas
suspicacias que me navegaban el alma desde hace tiempo, pero que
resultaron verdades. Así la verdad, por más sólida que sea, se
vuelve vulnerable y dudosa ante las innumerables aunque también
ficticias ilusiones que puede elucubrar un enamoramiento a primera
vista. Todos los sueño que he tenido contigo pareciera que el
destino los hubiese traspasado a mi corazón y mi mente porque los
estabas viviendo junto a otro hombre. Dos años de ilusiones en que
estuvieras sola y algún día vinieras hasta mí, se han ido
súbitamente con el conocimiento de que vivías en contubernio. La
mentira viviendo en los pensamientos sobre ti se había explayado en mi vida
como un reflejo de mi suerte. Por eso cada vez que te miraba y me
sentía feliz, alguna desgracia acontecía en mi vida. ¿Qué haré
ahora con el acopio de ilusiones que me han acompañado en todo este
tiempo? Este cuaderno se había iniciado con una dedicatoria a tu
nombre, pero ahora ni siquiera cabe en él un mote que se refiera a
una partícula de tu existencia. Cada día llegarás a una casa
ocupada por alguien que te espera. Aquél es el mismo que te buscaba
disimuladamente cuando tú, quizá, aguardaste la llegada de un
gentilhombre. Lamentablemente, el respeto a la fecha en que te volví
a ver fue demasiada espera. Él fue a ti, y lo aceptaste como a un
río, como a una montaña a la que vemos todos los días a través
del cristal hogareño de nuestra ventana en la habitación.
Que
no estés en pareja había sido la plegaria más importante que Dios no
supo concederme. Ni pedir de nuevo a Dios, ni tampoco amarte, podría
romper con el sistema de lazos amorosos que se ha formalizado a lo
largo de estos 2 años en mi corazón. En su dañina ingenuidad mis
esperanzas aún apuestan a que no le quieras lo suficiente, y con el
paso de los meses, con un maltrato un día, con una pelea al otro, se vaya
desgastando el mágico hechizo de vuestro enamoramiento. La
inteligencia se va convirtiendo en espíritu a medida que se emplea.
En donde antes hubo vida, ahora sólo hay sombras, como una
marquesina de pueblo en madrugada, y al cabo de 3 días, 2 años de
poesía amorosa versaron un reproche atrás del otro. La voluntad
llenó ese cuenco con un número finito de versos y palabras.
Después
de verte por 4 días seguidos, Long May you Run decora otra vez el
metódico paso en limpio de otra epístola que te nombra. Tu
presencia intangible ha crecido en mi corazón como una liana de
ipomeas sempiternas. Así comprendí que los sueños no se trataron
de vaticinios o extrañamientos: son los extremados anhelos que uno
no podrá cumplir. En
el de ayer, llevabas el pelo suelto y anaranjado, al contrario del
último día que te vi, que lo tenías atado y tu color iba tirando
al bordó. Uno va entendiendo el amor de los demás una vez que llega
el suyo. Cuando te miro siento que no habrá nadie como tú en el
mundo.
21.45hs_Y
así, finalmente, esta semana pude cumplir otro de mis sueños: verte
todos los días. Aunque no me miraste fijamente, te diste vuelta para
saludarme con la mirada, pero a mitad del camino pareció que te
arrepentiste. Y entonces tus pupilas no me llegaron al alma.
22
de enero, 6.10am_Ahora
se llama Ce. Pero te lo había presentado en estas hojas como Albur:
se ha desojado por completo, como si fuera una margarita y Dios
hubiera estado jugando al me quiere, no me quiere. Parece una
jabalina de complexión sinuosa, clavada en una maceta verde manzana.
Esta semana, los entrecruces de nuestras miradas han coincidido más
seguido que de costumbre. La ignorancia de tus actos me concedió una
estúpida felicidad, hasta que ayer regresé para verte. Dios hizo
que nuestros acercamientos parecieran mágicas atracciones
providenciales, sin embargo solamente fueron triviales coincidencias
que no significaron más que unas dosis de buena suerte al poder
mirarte a los ojos una vez más.
A
pesar de todo no dejo de amarte. Aunque estés con otro hombre no
dejo de pensarte en todas mis soledades. Todos los días recuerdo
como te acercaste después de mi primera carta. Cada instante es una
rememoración de alguna frase tuya o de tus miradas.
Cada
día crece un poco más mi fe en la meditación. Un pequeño milagro
sucede cada día. El de hoy fueron tus ojos. Desde entonces no he
parado de anhelar volver a vivir la fascinación por tu mirada de
caleidoscopio. Tampoco se detuvo la maravillosa noria que lleva
girando el recuerdo de tus imágenes. Siempre recordé como algo
negativo los momentos cuando no te dabas vuelta en presencia mía.
Siempre he tenido que juntar fuerzas para aproximarme adonde estabas
tú. Sin embargo, ahora que te fui conociendo por medio de tus
silencios, considero (sé) que aquellos silencios, aquellas
ignorancias, no han sido por indiferencia sino un disimulado esfuerzo
para que no se traspapelara en tus ojos ninguna muestra de amor.
La
madrugada subtormesina es más peligrosa que de costumbre. De a dos
sorbitos por vez se fue terminando el té con limón. Distinto es el
recuerdo de tus imágenes, que pareciera autoalimentarse con cada
memoria tuya.
21hs_Ya estás por volver a casa, mi bien. Esta tarde, nuestra
hora de partida coincidió. Aunque hago todo lo posible por no
revivir el dulce dolor de cruzarme contigo, te adelantaste algunos
minutos para ir a tomar tu té. Antes de ir a buscarte, había
recibido 2 señales con la forma de tu nombre. Otro piantado
entrecruce nuestro, en esta enamorada red de los sucesos temporales.
En
5 ó 10 minutos a más tardar te subirás a tu Focus. Hoy te crucé
ni bien subir por la rampa. Estabas tan hermosa, con los cabellos
anaranjados y sueltos. En la ida continuamos con la disimulada
costumbre de ignorarnos. De vuelta nos reojeamos cual si fuéramos
estrellas fugaces. Siempre estás impecable, siempre guapísima. Un
servidor asistió lo mejor vestido que pudo a la secreta, figurada y
hasta podríamos llamarla esquizofrénica cita. ¿Con quién hablabas
ayer cuando saliste? Cuando nuestras partidas coincidieron y te
quedaste parada mirándome hasta que pasé por al lado tuyo. Un día
sin tus ojos es un día perdido.
Día
siguiente, 20hs_La
presión del boli sobre la hojita subdividida; las farolas
municipales de la magnífica Chinchibarra, las estrellas que puntean
el cielo ocre: aquellas miscelánea de cosas alivian un poquito la
impotencia de no poder ir a buscarte. Ya estás por salir, y verás
las mismas cosas que puedo ver por la ventana… Lo que me duele es
que no las veamos juntos.
Esta
noche preciosa no alcanza para consolar que cansa la ausencia de tus
miradas. El amor es lo mismo que la creatividad en ejercicio. El
ejercicio de la creatividad es un dulce período que se compone por
todo lo referido a ti. No existe positivismo lo suficientemente
poderoso como para contrarrestar el continuo saudade que te invoca.
Ya van dos años de miradas, y no importa donde pero quiero estar a
tu lado.
Así
confirmo lo que escribí algunos días atrás, que soñar con alguien
quiere decir que uno al fin está listo para hacer las paces con él.
Ayer me dormí buscando las cualidades buenas que pude adivinar que
tienes, siguiendo la técnica de un libro que estoy leyendo: Los
encuentros no son casuales. Entonces fue que soñé contigo. Era un
sueño en donde tú me buscabas. La biblioteca se convertía en una
asociación que impartía distintos cursos. Yo estaba medio perdido,
esperando cruzarte por los distintos cuartos; en uno de ellos estaba
por comenzar una clase de teatro.
El
teatro jamás me interesó. Pero estaba dispuesto a hacer cualquier
cosa con tal de estar cerca de ti. Así que me apuntaba a las clases
esperando que tú aparecieras. El profesor tardaba en venir, sabíamos
que era un hombre con experiencia, alguien ducho en su labor. Cuando
finalmente llegó, empezó a hablarnos sobre la importancia de la
improvisación. Para ejemplificar, se recostaba en el piso,
sugiriéndonos que lo imitáramos.
Entonces
fue que te asomaste tú por una puerta entreabierta. Aquella no fue
la primera vez que te vi. Y nos mirábamos en cuarto por donde nos
cruzamos.
20.20hs_Y
así, mi bien, se fue acabando otro día, que se ha ido desdoblando
por el copioso itinerario de los pensamientos que te hablaban, te
nombraban… te acarician. Fue un día positivo para la escritura de
este duro epistolario, si tú estuvieras a mi lado habría sido
perfecto. Ya a lo último, presiento como un imposible que nunca
vayamos a estar juntos… pues seguidamente experimento la
premonición de no soy yo solo el que ha amado. Como inquebrantable
testimonio de tu reprimido interés, conservo el impacto de tus
miradas como el de tus calladas respuestas las veces que viniste a
verme cada vez que te dejé una carta. Estos cuadernillos parecerían
la escritura de nunca acabar, que tejen y destejen sinuosas prosas
azules en torno a la ilusión que se alimenta arduamente de tu mirar.
Epifanía,
12 de la mañana_Junto
a una neblina de poca monta, la mañana de Reyes acompaña la plena
resurrección del enamoramiento de ti. Después de uno o dos días en
los que supuse que ya no iba a quererte, que en lugar de sentir pena
mi corazón no se alteraba presenciando la cíclica y tupida
costumbre de pensarte, desde ayer por la tarde que siento felicidad
al no poder descabalgarme del rebosante itinerario de las
ininterrumpidas fantasías que te piensan. No creo que fuera una
señal, puesto que la recibí en un momento en que la estaba
esperando, pero en el cuerpo de una polaca he leído tu nombre.
13
de enero, 2017_Todo
cuanto soy, mi bien, indica que estuve equivocado al conjeturar que
este año y medio de esperas había sido en vano, sólo porque una
mañana te vi salir con él.
El
Arcipreste provocaba que Doña Endrina se sonrojara sencillamente si
alguien mencionaba su nombre. Yo me doy cuenta cómo te alejas cuando
hablo con alguien cerca tuyo, o como te prometes a ti misma no
voltear la cara, hasta el punto en que la gente te habla o te llama
por tu nombre, pero tú los ignoras para no darte la vuelta cuando
estoy yo presente. Como dijo Rummenigge:
Castigan
a los hombres enamorándoles poco.
Así
me castigas, Mireia, con tus tercos empaques de entereza, que me
privan de tu mirar.
Día
siguiente_Hoy
te he visto tal como suelo hacerlo y tal como sueles estar tú,
sentadita y muda, activa intelectualmente, mientras la mirada que
Dios me niega se iba posando en diferentes lecturas administrativas.
¿Y si voy a buscarte ahora? me digo, y voy a esperarte por donde
seguramente pasarás: ¿me mirarías esta vez? Pero hoy te vi más
contenta que otras veces, casi como al principio, que pasaba por tu
lado y se adivinaba en tu aura una sonrisa secreta. Quizá mañana,
si estás, cruce a dejarte alguna cosa.
14
de enero de 2017_De
nuevo quebraré mi palabra, el juramento a mí mismo que prometió no
quererte más, o de seguir tratando dejar de amarte
ininterrumpidamente. El lunes por la noche iré a dejarte otro sobre.
¿Cómo recibirás esta misiva? A lo largo de 2 años he ido viendo
cómo contestabas con tus miradas a las cartas bien recibidas. Tu
agradecimiento ha ido variando según el contenido de aquellas notas,
que variaba de lo formal hasta lo muy romántico. Algunas eras bien
recibidas; otras en cambio fueron respondidas con tus callados
alejamientos e indiferencias, cuando te insinuaba mi amor
abiertamente y con franqueza. En cambio te acercas a mí cuando te
trato con distancia, con sequedad, como si fueras una desconocida.
8
de la noche, mismo día_Otro
día perdido, en cuanto al intento de alejarme del pensamiento que te
nombra, para así distanciar el tiempo que existe entre una imagen
que te ama y otra. No me pude distanciar ni un momento de ti. De
nuevo tus palabras me han atacado como una plaga que demanda toda mi
atención. De nuevo tus caritas alumbraron la opacidad espesa de mis
ergástulas mentales. Reincide en este pecho la acusación que te
declara la esporádica culpable de este enamoramiento inextinguible.
¿Qué harás mañana si nos vemos? ¿Estará también él? ¿Cómo
recordarte sin decir te
echo de menos?
Noche
Buena, 7pm (2 días de niebla)_La
noche buena es muy triste. Somos perseguidos por un culposo
sentimiento: merecíamos algo mejor. Los recuerdos de las peleas a
fin de año, con el tiempo entendemos la poca colaboración de los
familiares para pasar una Fiesta mejor. Los traumas gratuitos que nos
ha dejado la falta de respeto de los hermanos mayores. Sin embargo
algo de misterio hay en esto. Pues hoy, Señora mía, he soñado otra
vez con algo que se relaciona a ti. ¿Podrás ser tú? Que a lo lejos
tienes la intención de saludarme para estas fiestas…
Soñé
que leía tu nombre nuevamente en una extraña señal. Lo vi escrito
en una superficie blanca, como de plástico de pizarra, en letras
obscuras e imprentas. En el mismo sueño, estaba una mujer que tú
conoces.
Más
a la noche, mirando el noticiero, salió en pantalla la historia
clínica de una denunciante en no sé que lío. Y claramente se leyó
la fecha en que te vi de nuevo. 02.08.2014. ahora que tu imagen y
palabras hacen menos visitas a mi corazón, al ver otra vez esa
fecha, maldije de inmediato a los Dioses por haberme enviado una
señal tan clara. Pero tu ausencia y silencios me han decepcionado
tantas veces que este tipo de albures no consigue ilusionarme otra
vez.
24.12.2016
30/12/2016_Ignoro
si estará bien que me dedique a hablar contigo en mis soledades. Lo
cierto es que mis recuerdos no cuadran en la realidad de que estés
con él. Algunas reminiscencias son una demostración de que tú
también me esperaste, que alguna vez me has recordado… que Dios se
empecina en castigarme colocándonos a los dos en la misma acera. Ya
estoy pensando seriamente en comenzar de nuevo a entregarte una
sorpresa cada día 2. Porque sin amarte todo se hace grande en el
mundo… y yo no encuentro un lugar en él.
1
de enero, 2017 - 5.30am_La
pluma estrena un nuevo número de año, y junto a él otro estreno se
apunta en los renglones vacíos: ayer no he pensado en ti como solía
hacerlo te fui recordando en el transcurso de todo el día como si
fueras el acostumbramiento a un recuerdo orgulloso… pero que queda
muy alejado en el tiempo. Otra que ya estaba en mí subrogó la
mimosa plaza de mis pensamientos amatorios. Quizás junto al Año
Nuevo también le dé la bienvenida al humano proceso del olvido.
Bridé
dormido con los tres almendros de mi cuarto. Ayer no me hizo falta la
protección de tu existencia, cuando los familiares odios de mis
soledades dieron su invisible ·presente”. Pero hoy eres como un
recuerdo con el que no tengo cuentas que ajustar
19.50hs_quizás
la sensibilización de escribir mañana y tarde sea lo que sumó
cariño a los recuerdos de ti. Pues he comenzado a amarte de nuevo
antes de que se terminara este hermoso atardecer que nos dejó el
primero de año. Mañana se cumplirán 29 meses desde que volví a
verte. Sin embargo soy un escéptico en cuanto a que tu memoria me
abrigue en algún momentos de tus mañanas.
¡Feliz
día!_8.00am_La
mañana subtormesina no ha despuntado aún. Alguna estrella se ve a
través del cristal de la ventana, eso quiere decir que un cielo
escampado acompañará la secreta celebración de que hoy sea el 2
número 29 desde que te volví a ver. He programado el día como para
que el tiempo libre haga rima con salir a buscarte por la ciudad.
Mañana se cumple un año desde que te dejé una carta sobresaliendo
entre los lomos de dos libros de ensayo, te contaba que había soñado
contigo. Aún recuerdo aquellas imágenes anestesiadas: ibas con tu
bicicletita roja, subimos por el carril-bici hasta el cementerio
Carlos Borromeo. Desde entonces he vivido tantos momentos
emocionantes, tanto nerviosismo en cada entrega los días 2… y
tanta bronca con tus irreverencias. Desde aquella entrega, noté que
él también comenzó a mirarme. Y cuando entraba a la biblioteca,
desde su asiento estiraba el cuello tratando de contralar mis pasos.
Al
amparo de las constantes luces de la poética Chinchibarra, me senté
para desahogar esta desilusión, que se trata de una ulcerante
metamorfosis cuyo objetivo es el proceso de quitarte de los
pensamientos de mis días. Sin embargo, tus ficticias ausencias
consiguieron aclarar mi raciocionio, antes empalagdo de tus imágenes
y la añoranza de tus apariciones. Conforme las horas avanzan por la
volátil sustancia de los días y no vengo a escribirte nada, el alma
se va estrujando, igual que si en un día de mi interior
transcurrieran de golpe los tres meses del otoño. Cuando el corazón
pasa a ser de un cálido harem de arrumacos a un hacino de lineales
deducciones, significa que analizamos fríamente a través del obvio
cristalino de las realidades que anes me eran imposibles de ver. En
esos días creí que tus acercamientos fueron evidentes búsquedas de
mi amor. A no ser por alguno de ellos, hoy diría en cambio que
fueron para hacerme desistir de que te quiera.
Me
cuesta más que antes imaginar el futuro contigo. Algunos momentos
siento que estoy obligado a incluirte en las visualizaciones del día
de mañana. Te has convertido casi sin pensarlo en una vistosa carga
emocional. Entonces, cuando imagino el futuro, reitero secas imagines
que incluyen en ellas a tu perfil. Antes en todo te imaginaba sin
esfuerzo. Eras la imprescindible acompañante en cada pensamiento que
tenía.
Escribo
todo esto esperando que te duela saber que voy olvidándome de ti
poquito a poco. Y si ahora que te abandono no vienes, entonces es que
nada valió la pena.
14/12/2016, 21.53hs_Hoy
hace exactamente un año desde que te deseaba una feliz Nvidad. Y
aunque no haya sido la razón de mi visita, esta mañana me acerqué
porque te extrañaba. y anque no me animé a hablarte, sí dibujé
cerquita tuyo. Me miraste cuando conversaba con tus compañeros, y
con el rabillo del ojo miré tus pupilas como un relampagueo. Sólo
eso me bastó para que te eche de menos todo el bendito día. Cuando
nuestras miradas protagonizan aquellos santos entrecruces me siento
tan enamorado como a los 17 años solía estarlo. ¿Cómo describo a
lo que antaño no di importancia?
Mireia
es el vocablo que describe cabalmente a los 2 años que pasaron
Sumido
en un mundo de evocaciones a su imagen.
Mireia,
representa a más de 730 insomnios
Donde
su imagen me alentaba a seguir estando vivo.
Mireia
es la razón de algún que otro poema, una bitácora
Que
se completa con 100 folios…
Y
centenares de madrugadas somnolientas.
Mireia
es el agua a la que 40 años de búsquedas zahoríes
Me
llevaron finalmente.
15/12/16_Mañana
Dios dirá si la conjunción de los astros había estado programada
de ante mano para que nuestros líricos destinos se cruzaran en ese
preciso instante en que ambos se den cuenta de la presencia del otro,
cuando más o menos a las 3 y media tú regreses por avda. Vicente
del Bosque, y me vieras aguardándote con una pequeña pancarta,
escrita con cinco letras rojas que me confiesan tuyo:
Yours
Día
siguiente 5.15am_Si
hay estrellas o no es un misterio. No se sabe si hay luna, o si acaso
nubes de frío transitan por la renovada sustancia del ocre cielo
subtormesino, o si todo se verá como cuando se pone el anillo Frodo.
Aún la ventana esta baja. No sé si el clima de Salamanca estará
propicio como para que salga a esperarte, tal y como lo imaginé
ayer. Y si lo estuviera, ¿nos encontraremos? ¿Te detendrás para
que vaya buscarte? No me dio tiempo para suplicar a Dios para que nos
encontremos bajo un mismo cielo azul celeste, ni tampoco para
imaginar las posibles frustraciones que se amotinarían en contra de
este humilde aunque preciso sueño. Creo que comenzó a llover. Me lo
avisa el relámpago, y el repiqueteo del agua en los tablones de la
persiana a continuación. Mal asunto para la ilusión de este día.
Un
basurero municipal desarmoniza aquella paz forestal que tiene a
menudo la madrugada subtormesina. Entretanto, la vecindad continúa
interpretando la ordinaria snfonía de los ronquidos. ¿Qué pensarán
tus allegados de esta temerosa forma de amarte? ¿Te alentarían para
que vinieras hasta mí? ¿Qué les responderías tú?
Hoy
estuviste trabajando hasta tarde. También lo vi aél, que me mira
como asombrado, como si no lo pudiera creer. Y se fija en mí unos
segundos, como para estar seguro de que soy yo. Una y otra vez reviso
lo sucedido en estos dos años, tu forma de mirarme, tu reacción
cuando me vez… el silencio que se ejercita en tu boca cuando me
oyes. Es entonces que apuesto otra vez todos mis haberes a esperarte.
Sábado
17 de diciembre de 2016, 4.40am_¿Habrán
funcionado las ausencias forzadas como un tramposo catalizador que te
llevara a pensar porqué
no viene a mí?
Hoy, 17 de diciembre, amaneció con la claridad de un día de verano.
Ese escampado será responsable de que me anime a hacer lo que la
lluvia me impidió en el día de ayer.
22hs_Los
vehículos pasaban tras otra puesta en marcha del semáforo. Tu
venida se hizo esperar. Hasta que tras mesia hora de frío, se atisbo
tu llegada. Por más que pasaste cerca, solamente cabe esperar dos
posibles ecuaciones: bien no me viste, estabas demasiado atenta a los
abusos del tráfico, y no te diste cuenta del mosquetero a un lado
del asfalto; o bien me ignoraste debido a mantener tu fidelidad con
otro hombre. Pero sucedió lo que pedía, pasaste por allí. Los
árboles parecían felices debajo de una luminiscencia acaparadora,
las hojas secas alfombraban parcialmente al boulevard prolijo e
inspiraban estrofas al amontonarse sobre las corrientes viscosas del
agua negra de los cordones.
Viernes
siguiente, 20hs_A
punto de cumplirse una semana desde que fui a esperarte a la avenida
Vicente del Bosque, hoy –viernes- vine a desdoblar sobre esta
hojita útil algunas reminiscencias de la semana que pasó.
No
sé si estábamos en domingo, o ocaso la semana ya estaba cursando en
lunes. Lo cierto es que nació otro almendro. Lo vi por primera vez
en un día de nieve. Creo que su nacimiento auguró positivamente mi
olvido, ya que durante los días que siguieron he logrado olvidarte
un poco no viéndote. Quizás el día mismo que nació te quise
menos. Al que sí vi fue a él, que cada vez que me cruza se queda
mirándome como si de golpe encontrara oro. La neblina opacó la
ciudad toda la mañana, ya es de noche y aún no se ha ido. A lo
lejos, en la célebre Chinchibarra, hay una farola que en otras
noches se ve brillar. Pero hoy no fulgura.