sábado, 5 de noviembre de 2016

¿Un recordatorio de Dios para señalarme aquello que más quiero?



Martes, 5.30am


En el hermoso reloj de bolsillo que me dio mamá, son las 6 menos 20 de la madrugada, de nuevo el familiar sonido de los autobuses y de los hediondos camiones municipales de la basura se cuelan por la ventana del 5ºB.

Así es, mi querida Señora, otro día que comienza. Pocos segundos han transcurrido hasta que me viniste a la mente: es condición de amar el imaginar posibles encuentros con la persona amada desde el primer instante del día. Pero ya tenía pensado el buscarte hoy. No sé porqué será. Pero aunque pienso en ti, ya no experimento esa ansiedad desesperante de otros días. Creo que fue por aquella seguidilla de suposiciones decepcionantes que me invadieron ayer.





Miércoles 29, 6am


Otra madrugada nos encanta con el gorjeo de los pardales. En su mudo tic-toc-tac el reloj de bolsillo marca las 6 y 10. el silencio a estas horas, Señora mía, es inspirador. No ronda esa negatividad de las opiniones ajenas, ni las noticias de los atentados, ni cuál yihadista fue encarcelado.  Únicamente el aura de las paredes con gotelé blanco es la compañía protectora de los que se despiertan pensando en el amor.

¿Qué cambia suponer que ahora estés con otro hombre? solamente en mis pensamientos se modifican las imaginaciones que antes esperaban cruzarte sola, ahora te esperan ver junto a él. Aunque no todo el tiempo. Como te escribía ayer, hay un momento del arte en que uno siente que sus deseos se van a hacer realidad. Es así que ayer imaginaba que te acercabas como lo hacías antaño. Pero cuando ese sueño empezaba a convertirse en una obsesión, aprendí a revertir aquella viciosa utopía imaginando que te veía del brazo junto con él.



22hs_¿Un recordatorio de Dios para señalarme aquello que más quiero?¿Una ilusión causada por el embeleso del amor, que tergiversa la coincidencia en una orden irrevocable de mi Destino para que vuelva una vez más a buscarte? O acaso una telepatía entre amantes, que dice que estás echándome de menos también tú. ¿Qué significa ver tu nombre escrito en un grafiti en el mismo instante en que estoy preguntándome si me quieres?




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